Sostenibilidad editorial sólo será posible con metadatos

“Los metadatos ayudan no sólo a la cadena comercial sino que hay muchas otras cosas que se pueden hacer alrededor de ellos en términos de inteligencia de negocios y de conocimiento de la industria, porque son vasos comunicantes que van permeando”,

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Adriana Ortega, directora de Metabooks Mx.

Durante el miércoles y jueves pasados, el Centro Cultural España en la Ciudad de México fue sede de la undécima edición del CONTEC, un encuentro organizado por la Feria del Libro de Frankfurt que convoca a los actores de la cadena productiva del libro de Europa, Estados Unidos y América Latina para conversar sobre los derroteros de la industria en el mundo.

El tema central de la primera jornada fue la sostenibilidad del sector editorial. De ella hubo consenso general sobre un precepto: el punto de partida para una industria editorial sostenible debe ser, sin duda, el uso estandarizado y generalizado de los metadatos.

En este contexto, Adriana Ortega, directora de la empresa Metabooks, instalada en México en 2019 con el objetivo de alfabetizar, promover y homologar un sistema de uso de metadatos dentro del gremio editorial mexicano, recibió a su colega Ricardo Costa, director de MVB Brasil, la empresa hermana, pero instalada en el país sudamericano en 2017, para compartir experiencias e información en la proximidad como parte del programa del CONTEC.

El Economista se reunió con Ortega y Costa para conocer el parámetro brasileño y los avances en México del proyecto a tres años y medio del inicio de operaciones y a propósito del lanzamiento esta misma semana del servicio Metabooks Basic, una versión gratuita que tiene como objetivo interesar a aquellos actores del libro aún no involucrados sobre la revolución necesaria de los metadatos como un ejercicio de autoconocimiento del universo editorial y la facilitación de funciones, insisten los entrevistados, que prometen mucho más que el simple crecimiento de las ventas.

El caso brasileño

“En Brasil había un mal entendimiento sobre el uso de los metadatos porque no es un sistema que pueda adoptarse de un día a otro. Los editores y libreros tenían la predisposición de que los metadatos eran para uso exclusivo del e-commerce. Pero llegó la pandemia, cerraron las tiendas y todo el mundo tuvo que cambiar sus canales de venta. Cuando volvieron a abrirlas, los metadatos resultaron bastante productivos para todo el mundo. Ahora tenemos una base de datos más grande y organizada”, señala Costa.

El porcentaje de metadatos que MVB Brasil tiene actualmente registrados en su plataforma, a más de cinco años de trabajo, es de entre el 85 y el 90% de la información de los 100,000 libros más vendidos en aquel país. Y los resultados ya son visibles.

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Costa destaca que además MVB Brasil ha incorporado a sectores de la administración pública brasileña en el sistema, por ejemplo, recientemente concretó un acuerdo con el ministerio de educación del gobierno federal de aquel país que permite el acceso de todas las bibliotecas públicas a su servicio de metadatos. Hoy en día, indica, hay más de 400 bibliotecarios entrenados en el uso de esta información que les permite tomar decisiones administrativas mucho más objetivas, por ejemplo, sobre los programas de adquisición.

Como un ejemplo concreto, Costa comparte el caso de un título que antes de adoptar los metadatos se ubicaba en Amazon arriba de la posición 800 y después de que su sello adoptó el sistema, solamente en tres días, el libro escaló a la posición 51.

El inicio de un círculo virtuoso

Por su parte, Adriana Ortega señala: “nuestra región adolece de datos de buena calidad. En otros mercados hay estudios que se hacen por parte de las cámaras, del gobierno y otras empresas que se unen para conocer varios aspectos, desde las ventas, los hábitos de consumo de los lectores, el nivel socioeconómico, etcétera. Y aquí no es que no haya datos, pero muchos de estos aspectos no han sido explorados”.

Por tanto, dice, es urgente la implementación de más estudios sobre los libros en México, dado que estos permitirían conocer mucho mejor de qué manera se está moviendo el mercado con la incorporación de los metadatos, porque, señala, el sistema deriva en cambios de fondo, más allá del incremento de las ventas, y detalla:

“Cambios como la reestructuración de procesos dentro de la fuerza comercial de las editoriales o cambios como el tiempo de exposición efectivo en las librerías. Es decir, los metadatos son una manera de comunicarse en común que permite ahorrar costos”.

Comparte que el crecimiento de los metadatos ha llamado el interés de otros sectores tecnológicos y comerciales: “recién cerramos un trato con Google, porque quiere esos datos para optimizar los tiempos de búsqueda. También cerramos una alianza con CeMPro. Ellos quieren los datos para pagar retribuciones a autores y editoriales, además de poder combatir mejor la piratería. Nielsen Bookscan también los usa para hacer una mejor segmentación de ventas”.

Finalmente, Ortega precisa que Metabooks Basic es un paso más en el esfuerzo de alfabetización y homologación para beneficio de todos los eslabones, sin importar el tamaño. Se trata de una herramienta completamente gratuita. “Lo vemos como un punto de entrada, de prueba del sistema, porque el potencial de los metadatos solamente se aprende con la experiencia”.

Y suma: “los metadatos ayudan no sólo a la cadena comercial sino que hay muchas otras cosas que se pueden hacer alrededor de ellos en términos de inteligencia de negocios y de conocimiento de la industria, porque son vasos comunicantes, es un lenguaje común”.

Metabooks Basic garantiza el acceso gratuito a:

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Título

Subtítulo

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Editorial

Idioma del producto

Cubierta (en baja definición)

Más información sobre Metabooks Basic: https://metabooks.com/es/servicio/sobre-metabooks