La satisfación laboral en las organizaciones es fundamental para apotar bienestar a los
colaboradoradores, lo que se traduce en un buen desempeño laboral.
La felicidad en las organizaciones ha sido, hasta hace poco, un tema postergado, por directores y gerentes, básicamente por creencias donde sólo es posible cultivarla en el ámbito individual; y que es un tema superficial e irrelevante. Pues esta no es un objetivo organizacional, como sí lo es la rentabilidad y creación de riqueza. Este escenario se refleja en una encuesta de satisfacción laboral nacional, realizada el 2020, donde se mostró que sólo el 24% de los consultados se sentía feliz en el trabajo (Consultora Ackermann International).
Este dato muestra la necesidad de las organizaciones por hacer mucho más por sus
colaboradores, en la búsqueda de entregar una experiencia de trabajo deseable y exitosa. Por suerte y para su tranquilidad, en los últimos 20 años, los CEO han enfrentado cambios
importantes en la manera de ver y hacer empresa. La revolución digital ha exigido abandonar
paradigmas del siglo pasado y desarrollar nuevas estrategias y adaptaciones para asegurar el
crecimiento sostenible de sus empresas.
Por otro lado, la aplicación generalizada de metodologías ágiles para acelerar el ritmo de los
cambios, creando una cultura de innovación en sus empresas, ha sido otro desafío que ha
exigido voltear la mirada hacia nuestros colaboradores, quienes deberán pasar de ser solo
cumplidores de tareas para convertirse en los impulsadores de la adopción de esa nueva
cultura.
“Lo que la pandemia mundial de la COVID-19 agregó a lo anterior, fue un cambio en la forma
de trabajar. La flexibilidad es algo que los CEOs tuvieron que adoptar en la medida que ciertas
tareas podían hacerse desde la casa, estando más atentos y ocupados en la salud mental y
bienestar de sus trabajadores remotos y de sus familias, manteniendo el contacto con ellos y
tratando de acomodarse juntos al trabajo no presencial”, comenta Manuel Celi, Chair de
Vistage Perú.
Diversos autores señalan que la felicidad de una persona es directamente proporcional a su
rendimiento. Los CEOs, entonces, deben cuidar estos tres dominios para lograr la felicidad en
los trabajadores de sus empresas: condiciones de trabajo, procesos operacionales y gestión
de personas. Esto se traduce en un salario emocional importantísimo para los colaboradores,
cuando se les brinda atención y reconocimiento ante aciertos y errores. Es allí donde la labor
del CEO exige liderar e impulsar el cumplimiento de objetivos, dentro del trabajo colaborativo
de equipo.
Por ello, “es importante cultivar cuatro elementos básicos que influenciarán en la felicidad de
tus colaboradores: una misión, visión y propósitos empresarial establecidos; desarrollo de liderazgo en los equipos de trabajo; capacitación constante para potenciar el desempeño; y
cultivar la mentalidad de crecimiento para innovar, ser resilientes y adaptables a las
situaciones”, recalca Celi.
Finalmente, si estos puntos mencionados no se convierten en parte vital del día a día de las
organizaciones, es posible que se pierda el lazo emocional entre líderes y colaboradores y el
orgullo de trabajar en esa empresa y se pierda la posibilidad de tener un colaborador feliz y
satisfecho que entregue su máximo esfuerzo y dedicación a su organización.
