La pandemia provocó un doble desafío para los trabajadores: por un lado en 2020 se dispararon los niveles de desempleo, y por el otro trajo la transformación de las necesidades de talentos de las empresas. Con el segundo semestre de 2021 acercándose a los niveles pre pandemia, aún no se equilibraron los movimientos, y quienes están en la base de la pirámide son quienes más padecen el desempleo.
«La tasa de desempleo interanual en el cuarto trimestre de 2021 finalizó por debajo de la registrada en el mismo período de 2020, cuando había escalado al 13,1% en un escenario de derrumbe económico por las restricciones decretadas por el Gobierno para combatir la pandemia», contextualiza Carla Cantisani, directora de Servicios, Calidad & Transformación de Adecco Argentina y Uruguay.
Por su parte, Matías Ghidini, General Manager de GhidiniRodil, sostiene que «el mercado laboral tiene dos asignaturas pendientes, que podrían ser muy positivas, pero con muy pocas probabilidades de que se hagan realidad, como la reforma laboral, que permitiría cambiar las bases del mercado de trabajo actualizándolo y abrazando el futuro, y la posibilidad de disminuir estructuralmente el desempleo. Estas dos acciones están hoy políticamente postergadas y hay muy pocas posibilidades de que sucedan».
Más desempleo
El segmento en el que más impacta el desempleo es el de las bases, «debido a la dificultad y preparación para volver a la ardua carrera de la inserción laboral. También por la falta de competencias o habilidades requeridas para los nuevos contextos, la poca competitividad entre los salarios ofrecidos y los planes sociales vigentes, lo que favorece a continuar efectuando solo trabajos informales sin apostar a un empleo formal y exigente», advierte Cantisani.
Ejecutivos y mujeres
Y agrega: «A diferencia de esto, el segmento ejecutivo no ha sufrido en proporción tanto golpe en materia de empleo durante y post pandemia, y a su vez se encuentra mayoritariamente más preparado para la reinserción teniendo redes de contactos más amplias y ricas para lograrlo».
«Sin embargo, vale destacar que en el caso de las mujeres, la tasa de desocupación se mantiene elevada desde 2020. Es decir que no ha experimentado ninguna mejoría en 2021, lo que contribuye a amplificar el impacto de la crisis sobre la desigualdad de género en el trabajo», indica Cantisani.
En este sentido, Ghidini añade que «sigue firme la desconexión de la oferta y la demanda, ya que mientras hay perfiles que no logran insertarse, sigue habiendo sectores como tecnología y la enfermería donde no se encuentran profesionales capacitados».
Los sectores con más búsquedas laborales
«Los sectores más pujantes o favorecidos continúan siendo los de salud, retail, logística aplicada al e-commerce e industria, sobre todo ambiente tech, con algo de Turismo y gastronomía en menor escala, sobre todo este primer trimestre del año», dice Cantisani.
Ahora bien, los empleos del sector tecnológico, que venían mostrando una demanda ascendente, «dieron un gigantesco salto en 2020 a raíz de los confinamientos y las transformaciones que se han visto obligadas a realizar las empresas para facilitar el trabajo remoto», agrega la directiva de Adecco.
A su vez, «es evidente que todos los perfiles relacionados con la salud, tanto física como mental, están teniendo un incremento sustancial de demanda en el mercado de trabajo, y en consecuencia, también en la elección de estudios de los jóvenes», dice la experta.
Por último, vale la pena mirar este año con esperanza. Es que según el nuevo informe sobre el mercado laboral elaborado por el portal de empleos Bumeran, los avisos de trabajo aumentaron un 102% en en relación con el mismo periodo de 2021.
