Kantar, sobre la marca blanca: «La solución no es bajar los precios»

Interior de supermercado, estantería con productos, mujer con producto en las manos

El consumidor español se halla en un difícil equilibrio para dar rienda suelta a sus ganas de disfrutar y dejar atrás los malos tiempos, pero a la vez se encuentra en un periodo más convulso que el anterior. La guerra de Ucrania y la inflación preocupan a los españoles, tanto que el 72% creen que hay malas expectativas debido a esos dos factores, y también por la propia pandemia que va quedando atrás.

El informe “Global Issues Barometer” de Kantar Insights presenta esta dualidad: por un lado, los consumidores no quieren privarse de salir a los bares y restaurantes, pero a la vez no se quieren dejar llevar por si acaso vienen tiempos peores. El director del estudio, Martin Wohlfart, cree que «estamos en la frontera de este muro de contención con la inflación«. Eso significa que «no nos gastamos todo, queremos algo en la reserva», por lo que la clave para la próximos meses estará en ese equilibrio.


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El 72% creen que hay malas expectativas debido a esos dos factores

No obstante, gran parte del devenir de los próximos meses «dependerá de cómo evolucione la guerra en Ucrania», dice Wohlfart. En todo caso, el estudio sí sugiere que los españoles no van a renunciar a cosas como las vacaciones o la interacción social en bares y restaurantes. «La suma de estos actos puede ser grande pero no es lo que más nos preocupa», dice el responsable del estudio, quien sí observa impacto en gastos más importantes como la compra de un coche, electrodomésticos o mudanzas.

¿Qué nos podemos permitir

¿Qué nos podemos permitir

En ese sentido, el informe pone de relieve cómo la anterior preocupación por la pandemia se está disipando, pero, en cambio, se está desplazando paulatinamente a los precios. Solo un 38% de españoles aún se muestra alerta con la COVID-19, mientras que ya la mitad lo está por la inflación.

«Podríamos observar cómo el consumidor empieza a bajar de marcha», dice el responsable del estudio

Es más, un 68% de consumidores afirma que, en efecto, los precios están subiendo de manera muy aguda, una hipersensibilidad mayor que en otras economías europeas como Alemania, donde un 59% tiene ese mismo pálpito con el aumento del coste de la vida; o bien Francia y Reino Unido, con el 49% y el 48%, respectivamente.

Sin embargo, esta sensibilidad hace referencia a una percepción, no tanto a la situación propia. Ello supone que los españoles están ralentizando la toma de medidas de contención en el presupuesto del hogar. Y lo hacen porque consideran que, actualmente, su situación financiera personal y de su hogar en conjunto es buena, tal como afirma el 61%.

Grafico 2 Preocupación por la guerra. España vs resto del mundo

Grafico 2 Preocupación por la guerra. España vs resto del mundo

Qué harán los supermercados

Ante eso, Wohlfart incide en que la marca propia «está ganando posiciones de nuevo», algo que ocurrió en la anterior crisis. La opinión del analista es que esta tendencia no es positiva ni para el mercado, ni para los consumidores ni para la recuperación.

«La recuperación no va a ser igual si solo bajamos precios», indica y prosigue «la solución no es bajar los precios». Para Wohlfart, esa dinámica puede pasar factura a la salida de la crisis y ya se refleja en ciertos cambios de hábitos, como la tendencia a recortar gastos.

Lo que intriga al experto es que, después de las vacaciones y si la guerra se extiende, el consumidor aplicará lo aprendido en la anterior crisis. «gastar en vacaciones y con eventos y celebraciones pendientes que tiene muchas ganas de celebrar. «A partir de septiembre, con la vuelta al colegio y el fin de las vacaciones, podríamos observar cómo el consumidor empieza a bajar de marcha y veremos qué lecciones de la pasada y tan reciente crisis pone en práctica”, resume.

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