El 26 de julio, último domingo del mes, se registraron casi 5.000 casos nuevos de coronavirus en México, con poco más de 300 fallecidos. Se suman a una lista de más de 390.500 infectados y 43.600 fallecidos, una cifra que sin duda cambiará la forma de vivir de los mexicanos, el desempeño económico, y los patrones de consumo de la población.
Es especialmente en este último punto en el que muchos se están enfocando, ya que desde la llegada de la pandemia al país, se ha posicionado una forma de hacer negocios que parecería tener el potencial de estabilizar la economía a medida que transcurren los meses.
Hablamos del e-commerce (comercio electrónico) y de cómo ha sorteado lo más terrible de la crisis para convertirse en una herramienta capaz de impulsar el consumo, las ventas y la generación de riquezas.
Supermercados, los principales participantes
De acuerdo al Tercer Reporte sobre el Impacto del COVID-19 en Venta Online en México, publicado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), una de las subcategorías que más ha crecido desde el inicio de la cuarentena es la de los supermercados.
Según el reporte, el tercer factor que motiva a la población a comprar por Internet es la posibilidad de encontrar promociones y descuentos con mayor frecuencia. Aunque este no menciona qué cadenas han registrado un mayor crecimiento, trabajos de prensa afirman que las más beneficiadas incluirían a Walmart, Bodega Aurrerá, Soriana, La Comer, entre otros.
La popularidad de estas cadenas incrementa en las temporadas de consumo, por ejemplo, el folleto de Bodega Aurrerá más reciente se enfoca en la vuelta a clases, con casi todos los útiles escolares a menos de 20 pesos por unidad. Por su parte, Walmart se enfocó más en las ofertas del Hot Sale, y Soriana en las compras de verano.
Quejas, la nueva barrera a superar
Este incremento en el consumo digital hizo que muchas empresa se vieran sorprendidas e incapaces de satisfacer las demandas de los consumidores. Desde tardanza en el funcionamiento de las plataformas, dificultades para concretar compras, e incluso aumento inesperado de precios, son algunas de las quejas más atendidas por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Las empresas que encabezaban la lista de quejas en el mes de abril fueron precisamente las anteriormente mencionadas Bodega Aurrerá y Walmart, demostrando que si bien este enfoque en el comercio digital es esencial para sobrevivir la crisis, también trae consigo una serie de limitantes que deben resolverse cuanto antes.
La clave: conciencia sobre consumo local
A pesar de que el comercio electrónico se haya convertido en parte esencial de la vida de los mexicanos durante la pandemia, especialmente de la mano de las grandes cadenas minoristas, la realidad es que esto ha dejado desatendido a una parte importante de la economía: las tiendas familiares y comercios pequeños.
Si bien es cierto que las tiendas más grandes han ofrecido beneficios únicos desde la llegada de la enfermedad, son los pequeños empresarios y comerciantes los que más necesitan de la estabilidad del consumo. Una tienda familiar que no tenga suficientes ingresos, puede caer en bancarrota.
Es por eso que durante estos tiempos es importante generar conciencia sobre la situación que pueden estar atravesando estos comercios locales, y cuáles pueden ser las estrategias de los consumidores para poder aprovechar beneficios especiales de tiendas grandes, sin ignorar a los pequeños proyectos que necesitan ayuda.
El e-commerce no es el mismo que hace unos meses y, con el transcurso de la pandemia, tal vez sea muy distinto para cuando finalice este 2020.
