El consumidor empieza a aplicar «comportamiento de crisis» para escapar de la inflación

Acontecimientos como la subida de costes, el aumento del precio de la energía, la guerra de Ucrania y la consiguiente inflación han presionado las ventas de todo tipo de negocios en España. La distribución alimentaria es uno de los sectores que sufren de primera mano esa crisis, dado que el consumidor afronta un aumento del gasto cercano al 10%, según reflejan los datos del INE, entre otros estudios.

Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, se muestra cauto y preocupado en sus respuestas a la prensa durante la presentación del último observatorio sobre comercio electrónico. Preguntado por los costes, responde que el sector vive un «momento de extraordinaria complejidad» que, aunque comenzaron antes de la guerra, se han acelerado a consecuencia del conflicto.


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En su opinión, el sector ha mostrado su responsabilidad conteniendo los costes y ajustando sus márgenes para no trasladarlos al consumidor. En ese sentido, cree que el entorno de «enorme competencia» impide que los diferentes retailers suban precios para compensar el aumento de los costes que están sufriendo.

Para García Magarzo, el de ahora es un «escenario similar al de 2008», aunque espera que la bajada del consumo no sea tan acusada como en aquel momento. No obstante, reclama ayuda porque «esto no pueden hacerlo los empresarios solos». En esa línea, insiste en su petición de que se ajusten los impuestos indirectos, de manera que los consumidores se beneficien de unos precios más bajos.

Por su parte, los expertos observan que el consumidor ya está actuando como lo suele hacer en las situaciones de crisis. Gonzalo Moreno y María Puelles, de las Universidades Autónoma y Complutense, respectivamente, observan que el consumidor «tiene un comportamiento de crisis». Eso se traduce en que se está conteniendo el gasto mediante una dinámica que ya se ha visto en otros momentos similares: aumento de la frecuencia de compra y reducción del gasto.

Por su parte, García Magarzo defiende la actitud que está mostrando la distribución alimentaria. «La sociedad lo reconoce, e incluso los políticos», explica. No obstante, incide en que «el gravísimo problema de costes está afectando a todos los operadores por igual». En ese contexto, cada cadena «está respondiendo con las armas que tiene». Entre esas armas se encuentran la competitividad y la eficiencia.

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