Actualmente, vivimos en la era de la inmediatez. Con el paso del tiempo, las personas hemos exigido (y cada vez en mayor medida) avances tecnológicos que vayan acorde a las dimensiones de nuestra vida social y laboral.
Todo lo queremos cada vez más rápido y con mayor facilidad para nuestro entendimiento o consumo. Por ejemplo, en la industria del entretenimiento. Nos encontramos con contenidos cada vez más cortos, pero que sumergen al usuario en una experiencia en la que, en pocos segundos, se le da la información necesaria y se logra vincular, provocar o modificar comportamientos. Aquí, vale la pena recordar aquellos challenges, que tanto comentamos hace un par de años.
Si bien, esta era una tendencia que ya se iba visualizando desde años atrás, es un hecho que la pandemia por COVID-19 intensificó estos procesos, en los que, además, vimos una evolución. No solo se quiere el producto “ahora”, sino también con el menos contacto posible. Todo desde la comodidad de nuestro hogar, a solo unos clics de distancia.
Ahora bien, dimensionemos esta evolución dentro del ecosistema de nuestra economía. En 2020, el 17% de los establecimientos que vendían por medio de e-commerce crecieron entre 100% y 199%, y el 24% experimentó crecimientos mayores al 300%, de acuerdo con el estudio de comercio electrónico en México de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
Para 2021, este sector tuvo un crecimiento del 27% con respecto al año anterior, lo que nos muestra que este método de compra llegó para quedarse y que, a la fecha, representa más de 400,000 millones de pesos.
El avance tecnológico, combinado con nuestro sentido de urgencia, han favorecido el surgimiento de las llamadas dark stores, o bien, tiendas fantasmas o tiendas oscuras. Estas tienen múltiples ventajas para satisfacer esta necesidad en la sociedad y que a su vez representan un nuevo capítulo de movilidad y eficiencia en el mercado de transporte.
Las dark stores son empresas que se dedican a vender productos de forma 100% virtual. No cuentan con un espacio abierto al público, sino con almacenes ubicados en puntos estratégicos, utilizados únicamente para procesos de logística y administrativos. Dependiendo su nivel de automatización, podemos encontrar unas que cuentan con personal y otras que tienen softwares de gestión de almacenes.
Pero, ¿cómo esta tendencia aporta al sentido de inmediatez y qué vínculo tiene con la logística? A continuación, algunos puntos que lo ejemplifican mejor:
- Permite centrarse en la calidad de la interacción con el consumidor de manera digital y basa su éxito en la “experiencia” que se le da al cliente sin necesidad del contacto humano.
- Requiere una gestión eficaz de la última milla logística 4.0, que es la etapa más costosa. Facilitan la entrega de productos desde un centro de distribución próximo al cliente final, no obstante, muchos de estos cambian el paradigma logístico incluyendo en sus herramientas la distribución en dos y tres ruedas automatizadas, o bien, impulsadas por el hombre… sí, bienvenidos a la era de la mensajería personalizada y la demanda.
- Cuentan con operaciones de picking más eficientes, en muchos casos disponibles 24 horas y que brindan una experiencia inmersiva para los consumidores. Nuestro nuevo momento de la verdad, en otra ocasión hablaremos del “unboxing” que, sin duda, tomará cada vez más relevancia para culminar la experiencia del consumidor y que ha tenido cambios agigantados en los últimos años.
Por ahora, observamos normalización de este concepto, aplicado en el retail, pero con mayor frecuencia estamos viendo industrias como la alimentaria, restaurantes y servicios financieros donde ya vemos un auge en su digitalización.
La pregunta que podría estar surgiendo en nuestras mentes en este momento puede ser: ¿en el futuro podremos verlo en otro tipo de sectores como en salud, transporte o materiales industriales, es decir, incluyendo maquinaria de mayor magnitud? Mi percepción es que sí y si este artículo despierta su inquietud, podrán encontrar a nivel mundial muchos ejemplos donde esta realidad ya coexiste con nosotros. Incluso, en varios casos ya tienen años desarrollando y trabajando en mejorar sus interfaces por lo que el futuro se vislumbra cuando menos interesante y atractivo para nosotros los consumidores.
Sin duda vivir en la era de la inmediatez nos ha otorgado tendencias muy innovadoras, y solo me queda preguntarme, ¿cuál será el siguiente desarrollo tecnológico que nos exija a las compañías brindar un servicio inmersivo e incluyente al alcance de todo tipo de consumidores? La respuesta, seguramente ya está gestándose e incluso dando sus primeros pasos hoy en día en un entorno de cambio y evolución acelerada.
El dato duro: En noviembre de 2021, la compañía Republic Realm, que invierte en bienes raíces virtuales, compró un lote de Atari SA en 4.3 millones de dólares en The Sandbox, la cifra más alta jamás pagada hasta ahora por un terreno virtual. Actualmente, la interacción digital del metaverso se evalúa en 50 billones de dólares y se estima que para 2024 supere los 800 billones de dólares.
Consulta la anterior colaboración de Ricardo: Nearshoring: la recuperación de las cadenas de suministro en México
Ricardo Díaz es Commercial Leader en Engen Capital. Cuenta con amplia experiencia en desarrollo de negocio, estrategia comercial y gestión de activos. Tiene una maestría en Marketing, otra en Economía del comportamiento, marketing y finanzas, y es licenciado en Economía.
