Crece la morosidad en el sector alimentario

canadá supply chain

Según pública infoRETAIL:

El 46% de las facturas B2B del sector agroalimentario se ve afectado por la morosidad y un 8% adicional resulta impagado, según revela el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución, que sitúa al segmento como uno de los más afectados por la crisis energética mundial, las interrupciones de la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas.


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Las empresas de alimentación están concediendo plazos más cortos para proteger la rentabilidad del negocio ante la percepción de un mayor riesgo de impago. En la actualidad, el análisis establece que los plazos de pago pactados por la industria agroalimentaria se sitúan en una media de 45 días.

A pesar de los grandes esfuerzos por contener la exposición al riesgo de crédito de los clientes, el deterioro del periodo medio de cobro ha aumentado hasta los 87 días, lo cual, indica un importante problema de morosidad por parte de los clientes B2B. Más de la mitad de las empresas del sector participantes en el barómetro atribuye estos retrasos en los pagos a la falta de liquidez de los clientes.

Preocupadas ante la posibilidad de que la crisis energética y las interrupciones de la cadena de suministro disparen los impagos, las empresas del sector han aumentado los recursos para combatirlas

De cara a 2023, el 42% de las empresas agroalimentarias no prevé cambios importantes en el periodo medio de cobro, pero un porcentaje similar sí espera un deterioro significativo del mismo, lo cual refleja un interés creciente por la gestión estratégica del crédito.

De acuerdo con el barómetro, las empresas del sector muestran una preocupación especial ante la posibilidad de que aumenten las insolvencias impulsadas por la crisis energética y las interrupciones de la cadena de suministro.

De hecho, la mayor parte de ellas ha aumentado el tiempo y los recursos destinados a la persecución de las deudas impagadas y puesto en marcha medidas, como los descuentos por pago anticipado, con la intención de prevenirlas.

Esta preocupación por la morosidad ha redundado en una caída en la confianza sobre el crecimiento de un sector donde el 62% de las compañías consultadas para la elaboración del estudio -un porcentaje inferior al registrado el año pasado- se reconoce positivas sobre el futuro, mientras que un 18% de empresas declara que las cosas irán a peor.

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