Consumo masivo: destacan que creció en 2022 tras seis años de retracción

Según pública ambito:

La venta en supermercados y autoservicios trepó 1,9% el año pasado. Señalan que fue, sobre todo, gracias al crecimiento de que se observó en los primeros siete meses del año.

Durante la segunda mitad del año pasado, el consumo masivo sufrió el impacto del elevado nivel de inflación. Sin embargo, de acuerdo a un relevamiento privado, logró cerrar 2022 en terreno positivo por primera vez después de seis años de retracción. Así se desprende del informe elaborado por la consultora Scentia, que destacó que “luego de seis años de retracción, el consumo masivo logra cerrar de manera positiva en 1,9% el 2022”, con lo que “de esta manera se recupera algo de lo cedido en el periodo 2016-2021”, destacó el estudio.

El desempeño del consumo masivo no fue uniforme. Se observó, según se refleja en el informe, un contraste entre la primera parte del 2022 -de marcados crecimientos interanuales- y el cierre del año: se registraron caídas en tres de los últimos cuatro meses. También se registraron diferencias entre el Interior y el AMBA, como así también en las grandes superficies y los autoservicios independientes.


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Especialmente en el primer semestre, fue el interior del país el que arrojó buenos resultados a partir del buen desempeño, hasta ese periodo de tiempo, de las economías regionales, el turismo interno y las ventas en zonas de frontera, por citar lo más destacado”, señaló al respecto Osvaldo Del Río, director de Scentia. De hecho, en la zona del AMBA se registró una caída en el consumo masivo del 0,5% a lo largo del año pasado, mientras que en el Interior se vio un crecimiento del 3,6%

Además, “tanto las cadenas de Supermercados como los Autoservicios independientes cierran el año de forma positiva, a pesar del retroceso de los últimos meses de este formato de cercanía”. De hecho, los pequeños comercios subieron 0,8% mientras que las grandes cadenas, lo hicieron 3,1%.

Solo las canastas de higiene y cosmética y limpieza de ropa y hogar tuvieron un retroceso, aunque no muy importante (-0,8% y -1,8% respectivamente). El rubro que más creció fue “impulsivos”, al trepar 12,3%. “Alimentación”, por su parte, subió 0,7; mientras que bebidas con alcohol lo hicieron 4,7% y bebidas sin alcohol, 3,5%.

El estudio destacó además que el precio promedio ponderado termina el año acelerado en más de 96%, en una tendencia que guarda relación con los datos de inflación publicados por el INDEC.

Miradas

Por su parte, de acuerdo a un informe elaborado recientemente por la consultora Abeceb, se destacó que el año pasado las ventas en supermercados se incrementaron “sólo un 1% en términos reales respecto a 2021, presionadas por el menor poder adquisitivo de los consumidores que llevó a que más familias reacomodaran hábitos de consumo y recortaran gastos, optando por segundas marcas y organizando las compras mensuales para ganarle unos pesos a la inflación”.

Más del 50% de la población disminuyó las compras de bienes básicos del rubro alimentos y bebidas, que cerraría el año con una producción cercana al 4,1%”, detallaron desde la firma, y proyectaron: “Para 2023 se espera una desaceleración en la producción general dentro del sector en 3,9%. El consumo estará supeditado a la evolución del salario real y en alguna medida a la continuidad de los Programas (como Precios Justos) que pisen los precios de la canasta básica”.

Justamente, al hacer foco en la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, señaló: «En términos estacionales la canasta de alimentos por fuera de los Precios Justos se incrementó en diciembre en promedio 5,4%. Para el caso de bebidas, el incremento de precios promedio de la categoría fue mayor en 7,2%. La categoría con mayor aumento promedio en diciembre fue ‘Merienda y Desayuno’ con una aceleración del 8,5% promedio mensual. En términos interanuales, los lácteos fueron los que más subieron con 141,6 % de aumento promedio».

«Los bolsillos de los argentinos tienen situaciones diferentes. Los asalariados registrados ganan en promedio frente a la inflación en los últimos dos meses. Sin embargo, pierden en todo el acumulado del año. Los no registrados, que son los que más crecen en volumen como monotributistas y cuentapropistas autónomos, no pueden sostener su nivel de vida con presión tributaria enorme y con ingresos licuados por la inflación. Para el caso de los informales, la situación es más grave aún», agregó Di Pace.

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