Según pública foodretail:
La guerra de Ucrania aumentó las dificultades para acceder a las materias primas, que ya era elevada a consecuencia de la salida de la pandemia. Lo que percibieron los fabricantes y los distribuidores fue una subida inmediata de los precios de las materias primas, así como de los costes energéticos.
Así lo atestiguan los datos del estudio «Perspectivas para la cadena de Suministro de Gran Consumo» al que ha accedido Food Retail & Service. En concreto, nueve de cada diez fabricantes y distribuidores constatan que han sufrido ese encarecimiento de materias primas y de los costes energéticos. Asimismo, dos de cada tres fabricantes (66%) se quejan de que el servicio con sus proveedores se ha visto afectado, mientras que en el caso de los distribuidores esa proporción asciende al 87%.
Eso implica que estas empresas se tienen que adaptar a unas circunstancias diferentes, de manera que adoptan estrategias diferentes para poder seguir funcionando. Tres de cada cuatro fabricantes han buscado proveedores alternativos de las materias primas que necesitan. Además, cerca de la mitad han optado por incrementar inventarios y stocks de seguridad, además de modificar su gestión de aprovisionamiento.
Por su parte, los distribuidores han preferido incrementar sus inventarios y stocks de seguridad (50%). Asimismo, el 41% de las cadenas de supermercados apuestan por la búsqueda de proveedores alternativos y cambiar el modelo de gestión.
Impacto en las prioridades
Cabría preguntarse qué respuestas darían las empresas si las circunstancias fueran normales. En la situación actual, los fabricantes se marcan varias prioridades. 3 de cada 4 empresas se marcan como objetivo mejorar la eficiencia de los procesos, además de mejorar la colaboración con proveedores, fabricantes o clientes.
En cuanto a los distribuidores, la principal prioridad es digitalizar la cadena de suministro (66%), seguida de mejorar la eficiencia de los procesos y responder a los cambios del consumo. Destaca que tanto fabricantes como retailers aparcan la estrategia omnicanal y el delivery. Así, solo el 13% de los fabricantes marcan esto como una prioridad, mientras que en el caso de los distribuidores ese porcentaje asciende al 20%.
Por otro lado, el estudio recoge los aspectos que más preocupan al sector. El principal, compartido por fabricantes y distribuidores, es la mejora de los niveles de servicio (alrededor del 60%). La siguiente preocupación es la gestión de las interrupciones de la cadena de suministro. Así lo afirman la mitad de los fabricantes y más de la mitad de los retailers.
