Por estos días hay que analizar nuestras conductas a la hora de consumir. Los altos precios y la inflación que no da tregua, hacen que tengamos que observar nuestros hábitos y, con ello, tratar de controlar los gastos que muchas veces pueden resultar inútiles ya que son realizados desde nuestros impulsos.
Entre los estudios que analizan estas conductas, uno reciente, publicado en el Journal of Marketing evidencia que los compradores tienen un nuevo enemigo a tener en cuenta a la hora de hacer la compra: la cafeína.
Así es, beber una taza de café mientras o antes se comprar podría hacer que gastes más según el estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de Florida.
Tres experimentos en tiendas de retail
Los especialistas realizaron tres experimentos en grandes tiendas de retail. En estos lugares, obsequiaron café normal (con cafeína) antes de que la muestra a estudiar se fuese de compra. Entre los principales hallazgos, el estudio arrojó que el grupo gastó alrededor de un 50% más de dinero y compraron casi un 30% más de artículos que quienes bebieron café descafeinado o agua.
Los investigadores estadounidenses, encontraron resultados similares en un experimento que se llevó a cabo con compras realizadas en un formato digital. A partir de todo el estudio, surgieron distintos análisis publicados en Grow (CNBC) respecto a cómo influye esta bebida en nuestra conducta de consumo.
El hecho de que el café fuera gratis también podría haber «sesgado» las actitudes de los compradores, dice Ross Steinman, profesor de la Universidad de Widener que estudia el comportamiento del consumidor.
Muchas personas siguen inconscientemente una convención social llamada «norma de reciprocidad«, que es la expectativa de que las personas devuelvan un favor. Los compradores podrían haber sido más flexibles con sus billeteras porque sintieron la necesidad de corresponder al gesto.
Comprar más de lo que se pretende
Pero la cafeína también puede ponerte en un estado mental diferente, agrega. «Tal vez ese (café) desencadenó un estado cognitivo que los llevó a comprar más de lo que pretendían«, dice.
Por su parte, Dipayan Biswas, autor principal del estudio señala que «la cafeína, como poderoso estimulante, libera dopamina en el cerebro, lo que excita la mente y el cuerpo. Esto conduce a un estado energético superior, que a su vez aumenta la impulsividad y disminuye el autocontrol».
En esta línea, Sean Blair, profesor asistente en la Universidad de Georgetown y experto en psicología del consumidor y toma de decisiones, explica que «esto podría deberse a que los compradores podrían malinterpretar fácilmente esos nervios por el café. Puede que se sientan emocionados y sentirse bien por la cafeína y pensar que es porque está emocionado de comprar un producto», sentencia.
