Inditex sube su apuesta por Barcelona. Un golpe de efecto por parte de la compañía gallega a través de su cadena de moda joven Stradivarius, que acaba de inaugurar su mayor tienda del mundo en el Paseo de Gracia barcelonés. Concretamente, la recién estrenada flagship se ubica en el número 3 de la arteria comercial, junto a la emblemática Plaza Cataluña.
Con una superficie total de más de 1936 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, la enseña disfruta de una superficie de venta de 1005 metros cuadrados a través de la que comercializará sus últimas colecciones. El imponente establecimiento ocupa así la que fuera sede del Banco Central hasta 1999 y, más recientemente, el local ocupado por la marca alemana deportiva Adidas.
Entre los elementos más llamativos de la flagship destaca la fachada, integrada en la estética original del edificio construido en el año 1919. Así, el establecimiento presenta una doble entrada desde Paseo de Gracia, en la que destacan una serie de grandes pantallas visibles desde el exterior.
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Por su parte, la zona interior ha sido fiel a los elementos originales del edificio, tales como forjados, estructuras o vistas. Además, Stradivarius ha apostado por una estética híbrida, al fusionar la restauración del ladrillo original del inmueble en la zona de la entrada con el nuevo concepto de tienda de la marca, denominado «Wave».
Esta estética minimalista se caracteriza por su paleta de blancos, grises y beiges; el uso de materiales naturales como el cemento de cal de origen mineral en las paredes o los muebles de formas y acabados redondeados que cuelgan del techo. Asimismo, la cadena ha incorporado elementos de carácter sostenible: de las cortinas de los probadores elaboradas a partir de residuo industrial textil 100 % reciclado hasta alrededor del 30 % del material reciclado y reutilizado empleado para la construcción del suelo.
En el plano de la innovación y del servicio al cliente, Stradivarius presenta un total de 14 cajas (10 para cobro con tarjeta y 4 para pago en efectivo o tarjeta) situadas en la zona posterior de la tienda. Además, la marca joven ha restaurado la antigua cámara acorazada del banco para convertirla en un espacio destinado a cambios, devoluciones o recogida de paquetes.
Esta misma planta también cuenta con una máquina de autodevoluciones de paquetes comprados online, una zona de probadores y un «Fragance Lab», un espacio interactivo para que los clientes se acerquen a las fragancias de la marca.
En febrero del pasado año, Inditex renovó la identidad y el logo de Stradivarius como un paso adelante en la afirmación del peso de la cadena. Al cierre del pasado ejercicio, la marca era la cuarta en volumen de facturación para el grupo, al acumular unas ventas anuales de 2056 millones de euros (de los 32569 millones de euros que registró el grupo gallego). Por aquel entonces, la cadena contaba con 849 tiendas de las 5815 con las que operaba el conglomerado presidido por Marta Ortega.
