«Solo con una acción colectiva y global seremos capaces de alcanzar los ODS»

  • Pastora Martínez Samper, vicerrectora de Globalización y Cooperación de la UOC, opina que sin la involucración de todos, no solo de los gobierno de los países que aprobaron la Agenda 2030, no habrá manera de atajar cuestiones como el cambio climático o la igualdad de género

Según publica elespañol.com Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2025 como un llamamiento para eliminar el planeta y conseguir proteger el planeta como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Pero estos objetivos van más allá de este compromiso planteado por los actores económicos y sociales, y es que es un compromiso que se debe adquirir a todos los niveles para lograr alcanzar la meta marcada. Así lo considera Pastora Martínez Samper, vicerrectora de Globalización y Cooperación de la UOC, quien esta semana ha visitado A Coruña coincidiendo con la presentación de un colección de títulos que nace de la colaboración entre la Universidade da Coruña (UDC), la cátedra Vegalsa-Eroski y la Editorial UOC.

Esta unión ha dado como resultado el nacimiento de la colección Comunicación 2030, que está formada por 17 títulos, cada uno de ellos dedicado a un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), y combina el rigor científico con la capacidad de divulgación en el estudio de la aportación de la comunicación a la consecución de estos objetivos.


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Sobre esta colección y sobre los avances en los ODS, así como sobre el papel que juega la formación en todo ello, hablamos con Pastora Martínez Samper, quien opina que, tras la experiencia del Covid, es necesario un compromiso global para lograr alcanzar los objetivos establecidos.

¿Por qué los ODS son hoy en día tan importantes en las organizaciones?

Aunque los ODS se gestaron como la agenda política internacional de Naciones Unidas para abordar los grandes retos globales que nos afectan a las personas y al planeta, desde el principio fueron planteados como compromiso de todos los actores económicos y sociales. Y es que sin un compromiso de todos, no sólo de los gobiernos de los países que aprobaron la Agenda 2030, no habrá manera de atajar cuestiones como el cambio climático o la igualdad de género. Lo hemos comprobado claramente en la gestión de la pandemia de la COVID-19.

Gracias a esta voluntad de incidir en todos los aspectos y sectores de nuestro día a día, los ODS se han convertido en apenas 8 años en la lista de objetivos mundiales a alcanzar. Una visión compartida, a nivel global y también local, sobre cómo construir un futuro sostenible y justo para las personas, así como las comunidades y la biodiversidad con la que conviven. Una visión compartida que también ha sido interiorizada por organizaciones de todo tipo, desde empresas a Administraciones Públicas, pasando por las universidades. Muchas de ellas han hecho evolucionar su concepto de “responsabilidad social corporativa” a una mirada mucho más amplia, como la que propone la Agenda 2030, convirtiendo a los ODS en el instrumento para avanzar hacia un impacto social positivo.

Los ODS nacieron en 2015, ¿cómo han evolucionado desde entonces? ¿Y en qué punto se encuentran actualmente?

El ritmo de progreso hacia la consecución de la mayoría de los ODS era relativamente bueno hasta que se desencadenó la pandemia de la COVID-19. En estos últimos 3 años no sólo hemos visto retrocesos en los ODS en general sino en el nivel de desigualdades entre países y entre comunidades dentro de un mismo país. Y esto es relevante ya que una de las máximas de la Agenda 2030 es “no dejar a nadie atrás”. Según el último informe de los ODS correspondiente a 2022, el índice de pobreza de las personas trabajadoras se incrementó en 2020 por primera vez en las últimas dos décadas, las múltiples crisis actuales están socavando la seguridad alimentaria mundial y la ventana de actuación para evitar la catástrofe climática se está cerrando a marchas forzadas, por citar algunos ejemplos.

Aún así no debemos olvidar que han sido numerosos los avances sociales conseguidos hasta la fecha y que sólo con una acción colectiva y global seremos capaces de alcanzar los ODS. Por eso es relevante que las organizaciones los sigan teniendo como hoja de ruta para mejorar en su día a día y en su compromiso con el entorno. Porque se trata de unos objetivos que, no olvidemos, no son nada abstractos sino unas metas que nos permitirían una mejor convivencia y bienestar de todas las personas. Así que no deberíamos renunciar a ellos, por mucho que el panorama se ponga complicado. Si en los 80 fuimos capaces de actuar de manera colectiva para reducir el agujero de la capa de ozono (resultados que empezamos a comprobar hace apenas unos años) ¿por qué ahora no esforzarnos por conseguir los ODS?

¿Qué les ha llevado a iniciar un proyecto de investigación profundizando en cada uno de los ODS?

En la UOC incorporamos por primera vez la Agenda 2030 en nuestro plan estratégico 2017-2020, dando pie a una serie de iniciativas y actividades relacionadas con los ODS, tanto internas como externas de la universidad. Asimismo, la experiencia nos muestra que no hay avance en las políticas transformadoras sin una acción comunicativa que acompañe a la gestión del cambio que ellas implican. El hecho de dedicar un esfuerzo editorial a que las organizaciones de todo tipo sean capaces de comunicar más y mejor su compromiso con los ODS contribuye a nuestra voluntad de conseguir un impacto social positivo, que sea realmente transformador.

«Las universidades y centros escolares son agentes esenciales en la oferta de programas de formación y sensibilización en género y también en la prevención de la salud de la población»

¿Cuál es el objetivo de esta colección?

La nueva colección editorial combina rigor científico y capacidad de divulgación, y la alianza de los tres agentes impulsores (Universidade da Coruña, Cátedra Vegalsa-Eroski, y Universitat Oberta de Catalunya) demuestra la ambición de la nueva iniciativa editorial, que con el liderazgo de la Dra. Carmen Costa y su equipo viene a cubrir un espacio de conocimiento emergente poco explorado en el ecosistema editorial académico.

¿Está pensada para llegar a todo tipo de público?

El público interesado en contribuir a la transformación de la sociedad mediante los ODS hallará en esta colección elementos conceptuales y también buenas prácticas, tanto para personas con responsabilidades directivas como para personal técnico implicado en los procesos de comunicación. Además, queremos que esa colección sea referente en el ámbito académico en España y América Latina y que cualquier persona con inquietud sobre lo que representa la Agenda 2030 encuentre elementos para la reflexión y la mejora de su entorno.

¿Por qué han escogido la Cátedra Vegalsa-Eroski y la UDC para lanzar esta colección?

La Editorial UOC es la líder en España de las editoriales universitarias en la disciplina de Comunicación (SPI 2022). Este prestigio nos facilita recibir propuestas editoriales de mucho valor, que en el caso de la nueva colección combinaba una figura académica de renombre, la Dra. Carmen Costa; unas alianzas institucionales sólidas; y un enfoque de la Comunicación -su relación con la Agenda 2030- plenamente coherente con la estrategia de la UOC. Desde la primera conversación tuvimos claro que era una apuesta segura, y contar con la complicidad de la Cátedra Vegalsa-Eroski y la Universidade da Coruña nos permite avanzar en una filosofía compartida: la importancia de la comunicación con conciencia, al servicio de la mejora de la vida de las personas y del planeta.

Los dos primeros volúmenes versan sobre la Salud y la Igualdad de Género, ¿por qué esta temática?

Es responsabilidad de la directora de la colección, Dra. Carmen Costa, y su comité científico la selección de personas que son una autoridad en cada elemento para poder formalizar un acuerdo de edición, que incluye un análisis cualitativo de los originales. Más allá de esas competencias, la idea de dedicar los dos primeros volúmenes respectivamente a la Igualdad de Género y a Salud, encajaba con dos elementos que coinciden con la estrategia de la UOC. Por una parte, la UOC lleva años transversalizando la igualdad de género en sus actividades universitarias, incluidas la investigación y la docencia y también la comunicación corporativa. Por otra parte, uno de los ejes temáticos en la investigación de la UOC es la salud digital. Nos sentimos muy cómodos con los volúmenes que verán la luz a lo largo de 2023.

«A menudo la salud y las patologías se abordan de manera genérica, sin tener en cuenta la influencia del género en la experiencia del paciente y las enfermedades»

¿Hay falta de formación e investigación en salud con perspectiva de género?  

Evidentemente hay recorrido de mejora que, afortunadamente, se está cubriendo gracias a equipos de investigación cada vez más conscientes de este sesgo y a profesionales de la salud que son sensibles a estas diferencias de aproximación y trato. A menudo la salud y las patologías se abordan de manera genérica, sin tener en cuenta la influencia del género en la experiencia del paciente y las enfermedades. Tenemos ejemplos paradigmáticos como la diferencia de sintomatología en un infarto de miocardio entre hombres y mujeres, aunque sólo se conozca popularmente la que les afecta a ellos: el profundo dolor en el pecho. Ello puede comportar falta de comprensión y especialmente de atención adecuada a las necesidades de salud específicas de hombres y mujeres. La integración de la perspectiva de género en la formación e investigación en salud puede ayudar a abordar de manera equitativa las diferentes necesidades de la población.

¿Cuál es el papel de las administraciones públicas en materia de género y salud? ¿Y el de las universidades y centros escolares?

El rol es fundamental si se pretende avanzar para garantizar una igualdad efectiva en la prevención de enfermedades y el acceso a servicios de salud de calidad para todas las personas. Algunas iniciativas públicas evidentes son la implementación de políticas y programas para abordar la discriminación y la violencia de género, así como la puesta a disposición de servicios de salud sexual y reproductiva, el acceso a la educación en salud y campañas informativas sobre enfermedades específicas.

Más concretamente, las universidades y centros escolares son agentes esenciales en la oferta de programas de formación y sensibilización en género y también en la prevención de la salud de la población. Por ejemplo, en el Plan de Igualdad de la UOC se han implementado acciones de diagnóstico y adecuación al compromiso institucional así como acciones positivas que apuestan por la incorporación de la perspectiva de género en nuestra docencia, investigación e innovación, sin olvidarnos de nuestra propia organización. Estoy especialmente orgullosa de esos avances, coherentes con el ODS 5, centrado en la Igualdad de género y coherente con la legislación vigente en España. Como he defendido en ocasiones, aspiramos a ser una universidad feminista, en una sociedad feminista. Para ello, administraciones públicas y organizaciones de todo tipo deben sumar esfuerzos.

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