- Moody’s avisa de problemas de liquidez y asegura que necesitará más capital
- El fondo cargó con 275 millones de deuda a la firma cuando la compró
- El 40% de las ventas procede de España e Italia
Después de tres años sin apenas bodas, Pronovias sufre todavía las consecuencias del coronavirus. Mientras la mayoría de la industria de la moda ya recuperó las cifras previas a la pandemia, la firma de trajes de novia está todavía muy lejos de acercarse a las ventas de 2019. Y de los beneficios, todavía más. La firma propiedad de BC Partners cerró 2021 en números rojos, por lo que necesitó aplazar los pagos inmediatos de deuda y una nueva dosis de oxígeno de su accionista de referencia.
La organización controlada desde Luxemburgo registró unas ventas de 98 millones de euros y un Ebitda de 5,7 millones, según un informe de Moody’s al que ha tenido acceso elEconomista.es. Lejos de los ingresos de 156 millones y el Ebitda de 50,8 millones del ejercicio 2018. Aunque todavía se publicaron los datos consolidados, San Patrick SL la principal sociedad del grupo-, registró unas pérdidas de 101,5 millones, un número que no compensan los beneficios ligeramente superiores a 1 millón de euros que lucen las filiales de Estados Unidos, Francia o Italia.
La entrada del año nuevo no fue más plácida para el grupo que dirige Amandine Ohayon. La agencia de calificación avisa de que «las ventas y los resultados de Pronovias sigue siendo bajos en el primer cuatrimestre de 2022, a pesar de recuperarse de los mínimos de la pandemia». «Las ganancias de la empresa todavía son débiles, lo que se tradujo en un cash flow negativo en los primeros cuatro meses del año».
Después de tres años sin apenas bodas, Pronovias sufre todavía las consecuencias del coronavirus. Mientras la mayoría de la industria de la moda ya recuperó las cifras previas a la pandemia, la firma de trajes de novia está todavía muy lejos de acercarse a las ventas de 2019. Y de los beneficios, todavía más. La firma propiedad de BC Partners cerró 2021 en números rojos, por lo que necesitó aplazar los pagos inmediatos de deuda y una nueva dosis de oxígeno de su accionista de referencia.
La organización controlada desde Luxemburgo registró unas ventas de 98 millones de euros y un Ebitda de 5,7 millones, según un informe de Moody’s al que ha tenido acceso elEconomista.es. Lejos de los ingresos de 156 millones y el Ebitda de 50,8 millones del ejercicio 2018. Aunque todavía se publicaron los datos consolidados, San Patrick SL la principal sociedad del grupo-, registró unas pérdidas de 101,5 millones, un número que no compensan los beneficios ligeramente superiores a 1 millón de euros que lucen las filiales de Estados Unidos, Francia o Italia.
La entrada del año nuevo no fue más plácida para el grupo que dirige Amandine Ohayon. La agencia de calificación avisa de que «las ventas y los resultados de Pronovias sigue siendo bajos en el primer cuatrimestre de 2022, a pesar de recuperarse de los mínimos de la pandemia». «Las ganancias de la empresa todavía son débiles, lo que se tradujo en un cash flow negativo en los primeros cuatro meses del año».
BC Partners aportará más liquidez a Pronovias en 2022
La compañía de moda nupcial tuvo que tomar medidas ante el desplome del negocio y su lenta recuperación. Para empezar, BC Partners volvió a salir al rescate de su participada y aportará 8 millones de euros a lo largo de este año tras haberle inyectado ya otros 21,5 millones.
Además, prosiguió con la refinanciación de su deuda. Del mismo modo que llegó a un acuerdo con UBS su principal acreedor-, Banco Santander, Banc Sabadell y Société Générale para extender los pagos hasta 2025, llegó a un pacto con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para prolongar un crédito de 12 millones hasta 2026.
A pesar del abanico de medidas, la situación se mantiene tensa. En abril, por ejemplo, Pronovias tenía solamente 7,7 millones en liquidez. «Todavía hay riesgo de que sea necesario más apoyo externo, ya sea a través de más crédito o del apoyo de los accionistas. Es probable que la estructura de capital se mantenga insostenible», añade Moody’s.
El verdadero reto llegará cuando sea la hora de pagar a la banca. En situación crítica por, al menos, un año más, en octubre de 2023 le llegará la oleada de vencimientos. Entonces deberá pagar 45 millones. Un año después le tocará afrontar otros 215 millones de euros y para 2025 le quedará un tercer pago de 72 millones de euros. Las entidades eso sí le eximieron hasta final de 2022 de cumplir los covenants de endeudamiento firmados en su momento.
BC Partners endeudó a la compañía y Palatchi multiplicó los dividendos en su último año
BC Partners se erige como solución al pasivo, aunque fue parte del origen del problema. Cuando adquirió la empresa a Alberto Palatchi en 2018, lo primero que hizo fue financiar buena parte de la operación con el crédito que vence en 2024. Le endosó al conglomerado una deuda de 275 millones. En 2017, además, un Palatchi en retirada aprobó cinco dividendos por hasta 136,8 millones.
A Pronovias además le tocará refinanciar el pasivo en plena subida de tipos, lo que encarecerá todavía más el coste de su deuda. La situación macroeconómica también afectó a su recuperación, la subida de los costes de producción y logísticos impactarán en su margen. Según explicó Ohayon, han podido subir precios un 10%.
La situación macroeconómica no ayuda a Pronovias
Los tambores de recesión y la subida de los precios golpearán a la industria nupcial en general. En la década previa a la pandemia, el número de bodas en Italia, España y Estados Unidos los tres primeros mercados de la compañía- cayó el 20%, el 4% y el 13%, respectivamente. En las oficinas de la sociedad se aspira a una «explosión de bodas» y se espera que por la demanda acumulada se produzca un rebote en la cifra de matrimonios en los próximos meses, pero la inflación y las débiles perspectivas económicas podrían segar el repunte.
La compañía catalana todavía depende en gran medida de sus tres mercados principales. Italia (22%), Estados Unidos (18%) y España (17%) representan el 57% de sus ventas. Francia tiene el 8% y Alemania y el Reino Unido un 5% cada uno. El 25% restante está repartido entre los otros países del planeta en los que tiene presencia.
Aquí, la empresa sí hizo camino en los últimos años para diversificar su negocio. El año pasado se reforzó con la licencia de la firma neoyorquina Vera Wang y se alió con Carlo Pignatelli para vender trajes de novio.
