Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) impregnaron este lunes el programa la Vuelta al Mundo, una expedición que durante 23 días recorrerá parte de España y Portugal para conmemorar el quinto centenario de la primera circunnavegación.
Es un proyecto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y auspiciado por la Universidad Autónoma de Madrid, la Secretaría General Iberoamericana y la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, entre otras entidades.
Los cerca de 40 jóvenes iberoamericanos participantes, procedentes de 21 países, desarrollarán actividades relacionadas con algunos de los 17 ODS, y su trabajo será expuesto en la Conferencia del Clima de la ONU COP27, que se celebrará en la ciudad Sharm el-Sheikh (Egipto) el próximo mes de noviembre.
Los expedicionarios pasaron la quinta jornada de la ruta en la población española de Santervás de Campos, provincia de Valladolid (noroeste), donde nació el explorador y conquistador Juan Ponce de León (1465-1521).
Allí pudieron conocer huertas, fábricas y antiguas herramientas de labranza y efectuaron labores de reforestación.
A todas estas actividades intentaron incorporar la visión de los ODS de la Agenda 2030, centrándose especialmente en los que tienen más relación con la sostenibilidad medioambiental.
El encargado de sostenibilidad de la expedición, Rodrigo Ruiz Campo, valoró la importancia de esta agenda para que «el mundo siga creciendo, pero de una manera equilibrada».
UNA EXPEDICIÓN CONCIENCIADA CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Los expedicionarios, que lucen desde hoy unas pulseras de colores ligados a cada ODS, han incorporado estas cuestiones a sus inquietudes y anhelo de conocimiento en cada visita programada en La Vuelta al Mundo.
«Este es el trabajo más arduo que van a tener hasta que finalice esta aventura porque desde hoy hasta el último día tendrá que tener en cuenta y elaborar una acción» para impulsar esos objetivos de desarrollo, añadió Ruiz Campo.
De hecho, el proyecto no quiere que la agenda del desarrollo sostenible se quede en palabras, sino que desea «llamar a la acción» y que su participación en la COP27 englobe todo lo que los jóvenes van a «aprender, elaborar y absorber» estos días y aplicarán «en una acción específica» y realizable.
Según Lucía, expedicionaria española, trabajar con los ODS es fundamental: «Tenemos que dedicar un ratito de nuestro tiempo a investigar e ir mas allá de nuestros propios intereses y concienciarnos sobre los problemas globales».
La joven basará su trabajo en el ODS número 7 -energías asequibles y no contaminantes-, sobre el que está «deseando aprender».
«Ya hemos investigado un poco, a lo largo del proyecto vamos a analizar todas las cosas que vemos y relacionar las experiencias que tengamos con este ODS; hoy hemos ido a una fábrica deshidratadora (de alfalfa y paja) y hemos preguntado cómo piensan adaptarse a un futuro más sostenible a nivel de contaminación», contó.
Los responsables de esta empresa explicaron que esperan instalar placas solares para obtener una energía más limpia, «un ejemplo de cómo centrarse en el ambiente y cambiar el futuro, que es lo que todos deberíamos hacer».
Lucía tiene clara la importancia del desarrollo sostenible y el papel de los jóvenes: «Somos capaces tanto de adquirir el conocimiento como de difundirlo, tenemos muchísimas ganas y somos personas que queremos aprender. Y, como dice el nombre de este proyecto, darle la vuelta al mundo».
