El Grupo Vodafone Portugal ha llegado a un acuerdo con los dueños del Grupo MásMóvil (Llorca JVCO Limited), para adquirir por un importe próximo a 150 millones de euros la compañía Cabonitel, propietario a su vez del operador de telecomunicaciones móviles y fijas Nowo Communications (conocido como Nowo), en espera de recibir las correspondientes aprobaciones regulatorias necesarias. Ese desembolso supone unos ingresos diez veces mayores que lo invertido en el verano de 2019.
Con esta operación, MásMóvil hará caja y ganará músculo financiero con vistas a los compromisos de inversión que demandará el mercado español. Entre otras exigencias, MásMóvil está llamada a mejorar la calidad de su red propia de fibra óptica y telefonía de 5G, especialmente en las zonas rurales del país.
Según ha informado la filial portuguesa del grupo británico, Nowo es el cuarto mayor operador convergente de Portugal, con una clientela aproximada de 250.000 abonados de telefonía móvil y 140.000 clientes de acceso fijo (televisión de pago y banda ancha). Según las mismas fuentes, la presencia de Nowo en el país vecino ronda el millón de hogares cubiertos por su propia infraestructura de comunicaciones.
Vodafone Portugal explica desde su página web que la adquisición de la operación de Nowo refuerza la competitividad del operador rojo en el mercado portugués, proporcionándole mayor escala y cobertura, con beneficios para los clientes actuales y futuros, así como para el sector.
El mismo movimiento permitirá a Vodafone Portugal mejorar su situación competitiva en el país además de «crear las condiciones para una inversión más eficiente en redes de conectividad de alta velocidad, así como en el desarrollo de productos y servicios innovadores».
En espera de que las autoridades regulatorias permitan la concentración en Portugal, todo apunta a que la transacción podría formalizarse durante el primer semestre de 2023. Para Mário Vaz, director general de Vodafone Portugal, «la adquisición de Nowo permitirá a Vodafone aumentar su base de clientes, así como la cobertura de su red fija. La futura actualización de la red adquirida a la fibra óptica de próxima generación beneficiará a los usuarios actuales y futuros al garantizar una mayor calidad y resistencia de esta infraestructura. Con 30 años de actividad comercial en el mercado portugués, esta operación es una muestra más del compromiso de Vodafone y de su accionista con el país y con el desarrollo de una sociedad y un tejido empresarial cada vez más digitales en Portugal».
