El paisaje de compras ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, impulsada en gran parte por la creciente demanda de tecnología por parte de los consumidores. La digitalización se ha convertido en una parte esencial de nuestras vidas, y las soluciones digitales están proporcionando a los compradores la comodidad y la familiaridad que desean. En este contexto, las máquinas expendedoras, un pilar tradicional del comercio, están demostrando su versatilidad y adaptación al mundo moderno.
Una de las principales ventajas que ofrecen las máquinas automáticas es su disponibilidad las 24 horas del día, sin restricciones de horarios o festivos. En la Comunidad Autónoma Vasca, los consumidores tienen acceso a aproximadamente 15.000 de estas máquinas, según datos de la EVE. Es decir, una equivalencia de siete máquinas por cada 1.000 habitantes; unas cifras que revelan que el sector de la distribución automática está en constante crecimiento y posee un considerable potencial de expansión.
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Desde la asociación vasca sostienen que, de hecho, el sector no solo está creciendo, sino que también está evolucionando. Los consumidores muestran un creciente interés en productos más saludables y con bajo contenido calórico, lo que ha llevado a una adaptación en la oferta de las máquinas expendedoras para satisfacer estas demandas cambiantes.
Una evolución que atrae a las tiendas de conveniencia
Nos encontramos frente a todo un repertorio de ejemplos de comercios, negocios de retail y tiendas de conveniencia que han decidido apostar por la distribución automática en el País Vasco, ya sea como formato híbrido o la automatización total de sus locales. Lo que más atrae a los dueños es la libertad horaria que les proporcionan las máquinas; permitiéndoles mantener su negocio abierto 24/7. Esta flexibilidad es un aliciente tanto para los empresarios como para los consumidores.
Y en la mayoría de los casos, el éxito de estas iniciativas no se hacen esperar. En los primeros días de funcionamiento, la recaudación es notable, especialmente durante las noches y los fines de semana. De hecho, desde hace años, carnicerías como Izarzugaza, ubicada en Mundaka (Vizcaya), incluye esta innovadora estrategia. Su máquina expendedora ofrece una gama de productos que varían según la temporada, desde croquetas hasta ensaladas de pasta, salchichas y charcutería. Esta iniciativa no ha hecho más que fortalecer la relación con los clientes, ya que los productos disponibles en la máquina también se ofrecen en el servicio tradicional de la carnicería. La comodidad de poder comprar estos productos en cualquier momento ha impulsado la aceptación entre los consumidores, superando incluso las expectativas.
A este enfoque se suma la carnicería Kepa Loidi de Orio, que ha decidido complementar su modelo de negocio tradicional con una máquina expendedora de alimentos frescos. La tienda cierra sus puertas de lunes a jueves por la tarde para dedicarse a la preparación de carnes y productos cárnicos en su obrador. La responsable de la carnicería compartió que esta máquina dispensa productos que son un reflejo directo de lo que se vende en la tienda, incluyendo chistorra, chorizo, morcilla, hamburguesas, empanada y pizza.
Estas estrategias suelen ser muy bien recibidas por los vecinos, tanto jóvenes como mayores, que aprecian la disponibilidad de productos frescos incluso cuando la tienda está cerrada.
El auge de las máquinas expendedoras está demostrando que, en un mundo cada vez más digitalizado, las máquinas no solo complementan, sino que mejoran la experiencia de compra. Ofrecen comodidad, disponibilidad constante y una gama diversa de productos, lo que las convierte en una opción atractiva tanto para los comerciantes como para los consumidores. Esta tendencia no solo está aquí para quedarse, sino que podría expandirse aún más en el futuro, ya que las automáticas se convierten en un escaparate que vende por sí solo. La combinación de alimentos frescos y distribución automática está demostrando ser una fórmula de éxito en la nueva era del comercio.
