- La sociedad se inclina de nuevo por la artesanía, la producción local y un mayor conocimiento de lo que consumimos. Las buenas prácticas ya no son un valor añadido, sino un valor fundamental
- ‘Hecho’ nos propone atesorar objetos y accesorios de uso diario más duraderos y con una estética depurada donde la honestidad es el punto de partida
Se veía venir y ojalá -cruzamos los dedos- que la forma de producir y consumir con responsabilidad se quede entre nosotros para siempre.
Pero, ¿hablamos de una tendencia real o solo una utopía? ¿De verdad la gente de a pie vuelve a valorar la artesanía local o es una práctica que solo está calando en esa burbuja ‘’instagramera’’ de diseñadores y amantes de las cosas bien hechas? Aún es pronto para saberlo, pero una cosa está clara: todos los diseños (industrial, de interiores o de moda, entre otros) están luchando con el objetivo de quitarnos la venda e intentar revertir la diabólica situación actual en la que compramos, usamos, tiramos y volvemos a comprar.
¿Dónde ha quedado ese amor por los procesos hechos a mano, los materiales duraderos y la nostalgia de guardar un objeto como un tesoro toda nuestra vida? La clave pasa, sin duda, por hacernos preguntas importantes. Preguntas como las que se hicieron los creadores de Hecho, la tienda-estudio de la que te hablamos hoy.
Hecho, la tienda más cool y sostenible de Madrid
Dónde está Hecho, de qué está Hecho, con qué está Hecho, por quién está Hecho y para qué está Hecho. Así nació el proyecto de Antonio Antequera, Ana Arana, Miguel Ángel Dúo, Aleks Gallardo, Carlos Tomás y Enrique Ventosa. Seis amigos dedicados al mundo del interiorismo y la arquitectura que decidieron dar un golpe sobre la mesa y crear un movimiento que reforzara la idea del conocimiento pleno de los objetos cotidianos que adquirimos, tanto decorativos como de uso habitual. Para ellos ‘saber qué se esconde detrás de una pieza ha dejado de ser un objetivo para convertirse en una responsabilidad’. Y es que conocer qué manos han hecho nuestra taza del desayuno y qué materiales y técnicas han empleado es algo que debería importarnos, y mucho. No solo para mejorar nuestro día a día: también el de las personas que trabajan con estos objetos y, por supuesto, minimizar la repercusión negativa que los procesos en cadena vierten sobre el planeta.
Hecho es un espacio de 25 metros cuadrados que se divide entre la calle Quesada de la calle Sagunto, muy cerquita de la soleada Plaza de Olavide, en el madrileño barrio de Chamberí. Allí venden objetos y accesorios de uso diario y de cercanía, con una estética depurada y la honestidad como punto de partida. Una tienda multimarca española de diseño para la casa, donde ofrecen piezas súper especiales de marcas que van descubriendo poco a poco, pero también las piezas que ellos mismos crean junto a otros artesanos.
Y así nace Hecho
Cuando se pusieron a investigar un poco, se dieron cuenta de que no era tan fácil encontrar marcas europeas que cumpliesen con todas sus necesidades estéticas de diseño depurado, minimalista y descomplicado. ‘Aún queda mucho por recorrer’, cuentan, ‘en algunos casos se hizo imposible llegar hasta el punto cero de su trazabilidad y en otros, directamente, no existía el objeto perfecto, aquel que cumpliese todos los puntos necesarios para ser considerado como sostenible y asequible a la vez’. Algo por lo que no podían mirar hacia otro lado: la trazabilidad es el camino que nos permite seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas. Es decir, el ADN de todo su recorrido. Algo esencial si queremos aprender a consumir de forma consciente.
Ante esa falta de marcas se lanzaron a crear la suya. Así es como ha nacido su propia colección de objetos, con la que quieren defender a capa y espada el valor de la artesanía local y su espíritu sostenible, pero sin perder esa estética contemporánea que les define. ¿Algunas de sus colaboraciones? Por ejemplo junto a artesanos vidrieros españoles, como la valenciana Sara Sorribes (tercera generación de una saga de maestros vidrieros con quien diseñaron algunas piezas de su colección) o Mirenchu, mallorquina defensora del slow luxury. También poniendo el pie fuera de España para crear junto a los británicos Smile Plastics unas tablas de cortar hechas 100% de plástico reciclado procedente de botellas, envases y tapas de yogur que, a la vista, destilan la misma delicadeza que si fuera mármol.
A la izquierda bandeja de vidrio Hecho x Mirenchu. A la derecha plato de postre HECHO x Sorribes
Todo el mundo habla hoy en día de sostenibilidad, de cuidar el planeta, de elegir bien qué consumimos y cómo lo hacemos. Pero la solución debe ir más allá: se trata de vivir en un hogar rodeados de objetos que amamos sin olvidarnos de ser responsables y coherentes. ¿Lo difícil? Poner la primera piedra. Recuerda: qué, quién, cómo, dónde, por qué y cuánto. Como dicen los chicos y chicas de Hecho, ‘Lo hecho está hecho, pero todavía estamos a tiempo de dar un volantazo’.
a artesanía comienza a recobrar la vida que tuvo en antaño. Cada vez son más las personas que valoran la tradición y el buen saber. Otro ejemplo de proyecto enfocado a la recuperación de los maestros artesanos, a nivel nacional, es España Artesana, la guía y tienda de piezas artesanales, que reune en una tienda online más de 250 artesanos españoles.
