Según publica cincodías.elpais.com España ha dejado de ser un destino de turismo barato en busca de hoteles de tres y cuatro estrellas y pugna por convertirse en un enclave de inmuebles de lujo. La llegada de marcas como Marriott, Hyatt, Four Seasons o Nobu y los buenos resultados que han sacado de sus aperturas han disparado las inversiones en este tipo de establecimientos.
Entre 2019 y 2022, se cerraron 56 proyectos, una cifra inédita pese a la pandemia, y para los cinco años posteriores (de 2023 a 2028) están previstas otras 90 aperturas, de las que solo 40 se producirán este año, según las conclusiones de un informe elaborado por la consultora inmobiliaria CBRE al que ha tenido acceso Cinco Días. El calendario para este ejercicio ofrece un ritmo de aperturas de un hotel de cinco estrellas o de gran lujo prácticamente cada semana. “Es uno de los segmentos más activos y más resilientes durante la pandemia. España es uno de los principales mercados turísticos del mundo y también lo es en el segmento hotelero. Cuando hablamos con inversores y operadores, el mercado español siempre aparece en la lista de arriba”, remarca Gustavo Cumella, director de Hoteles en España de CBRE.
¿Qué es lo que le ha hecho diferenciarse frente a otros grandes destinos como París o Londres? Cumella considera que la principal ventaja es la idiosincrasia del mercado español conformado por muchos micromercados frente al monocultivo de Reino Unido o Francia. “En el segmento urbano destacan Barcelona y Madrid, donde más se ha transformado el segmento de cinco estrellas, y luego han ido surgiendo micromercados muy relevantes, como Málaga, Sevilla, Valencia o Bilbao. En el vacacional destacan Canarias y Baleares, pero también han irrumpido otros destinos muy atractivos para el capital extranjero como Marbella, Málaga o Fuengirola”. Una segunda razón apunta a los mayores retornos para los inversores, muy por encima a las rentabilidades de activos como locales comerciales u oficinas. “La demanda del negocio del lujo es más inelástica y depende menos de los ciclos económicos, ya que los clientes siempre están dispuestos a gastar dinero. A ello se ha sumado el fenómeno del turismo de revancha, en el que el gasto en turismo ha pasado a ser prioritario para muchos viajeros que se alojan en hoteles”, señala Cumella.
En esa carrera por atraer capital extranjero, Madrid ha tomado ventaja con la llegada de varios proyectos que han conformado la denominada “milla de oro” en la que han coincidido nuevas marcas como Four Seasons, Thompson (Hyatt), Edition (Marriott) o Rosewood (Villa Magna), con ambiciosas reformas como Santo Mauro (AC Hotels) o Ritz (Mandarin), con tarifas muy por encima de lo que se pagaban antes. El precio medio por habitación en 2022 fue de 520 euros, lo que le hizo superar a Barcelona por primera vez en la historia, aunque las tarifas que se cobran en temporada alta pueden llegar a superar los 1.000 euros. La llegada de marcas internacionales como Four Seasons ha generado un efecto llamada a otras marcas y la creación de una zona en torno al nuevo hotel del gigante estadounidense con presencia masiva de marcas internacionales. A escasos metros del hotel Four Seasons abrirá otro hotel Marriott con la enseña JW y también lo hará Nobu, la marca hotelera en la que participan el actor Robert de Niro y el productor de cine Meir Teper.
CBRE calcula que entre 2024 y 2028 se podrían cerrar hasta 50 nuevos contratos
Fuera de Madrid destacan por rompedores los proyectos firmados por IHG, la cuarta hotelera del mundo, para abrir dos megacomplejos rurales en Cebreros (Ávila) y Sevilla, y que serán explotados con la marca de lujo Six Senses, tal y como adelantó Cinco Días. En Cebreros está ubicado el Palacio del Quexigal, que fue construido como finca de recreo para Felipe II y que en la actualidad pertenece al grupo bodeguero Vega Sicilia, que será reformado para convertirlo en un centro de enoturismo y de vacaciones de alto standing, similar al que la cadena tiene en Oporto, mientras que el de Sevilla estará situado en la Finca La Caprichosa (Gerena), una extensión de 145 hectáreas de finca dedicada a la cría de caballos y zonas ajardinadas que ahora mismo es explotada para bodas y celebraciones multitudinarias.
Pero si hay algún destino icónico en el caso de los hoteles de lujo en España es Baleares. De las 56 aperturas de lujo en España realizadas entre 2019 y 2022, 21 establecimientos (un 37,5% del total) tuvieron lugar en esa comunidad autónoma. De los nuevos hoteles, 14 están en Mallorca, cuatro en Ibiza, dos en Menorca y uno en Formentera. Y entre los previstos para los próximos ejercicios destaca la megareforma para el segundo Four Seasons en España, que estará ubicado en el hotel Formentor de Mallorca, y que alcanzó un precio record al principio de la pandemia con 135 millones de euros que el fondo Emin Capital pagó a Barceló.
Entre los destinos urbanos destaca el crecimiento de Sevilla, que ha pasado de tener un solo hotel de gran lujo (Alfonso XIII) a contar con otros tres (Radisson, Unuk y Don Ramón), con lo que el número de habitaciones por habitante es de 300, solo por debajo de Madrid y Palma de Mallorca. A corto plazo están previstos otros cuatro hoteles que duplicarán la actual planta de inmuebles de lujo.
