Efectos de la cuarentena en el mercado
La llegada del coronavirus a Latinoamérica ha producido un efecto a grandes escalas en todos los aspectos sociales, educativo, cultural y particularmente en lo económico de sus países, esto como consecuencia del llamado que algunos de los gobiernos de la región han hecho de a resguardarse en cuarentena para poder contrarrestar los contagios. Esta medida de paralización de las actividades comerciales no aplica a locales donde se abastecen de alimentos, gasolinas, medicinas y de artículos de primera necesidad, no obstante, existen condiciones para para la venta de estos.
En México, por ejemplo, aunque las personas acatan las medidas de cuarentena ordenadas por el presidente de la república, estas salen a diario, sin temor al contagio, a realizar compras nerviosas, lo que ha conllevado a que, en algunas ciudades, los organismos policiales tengan la necesidad de restringir la permanencia de ciudadanos en las calles, registrándose eventos que alteran el orden interno.
Por otro lado, esta pandemia ha ocasionado que la economía sufra un reverso significativo, ya que la mayoría de los países dependen de las exportaciones de sus productos para poder sustentarse. Países como Ecuador, principal exportador de pitahaya de la región, ha reducido sus ganancias gracias a que China, consumidor de esta fruta y mayor benefactor de la venta, ha ofertado menor cantidad del rubro producto del virus que se originó en Wuhan, teniendo el primero que ofrecer la venta de su fruto por debajo de los precios establecidos a principio de año y ha generado pérdidas hasta ahora incalculables, esto como consecuencia del Covid-19.
No obstante, como en la mayoría de las veces si ha pasado, las políticas de comercio exterior de los países del continente no son los causantes de la crisis que está por adentrarse, pero sí tendrán que ver con la recuperación que desde ya hay que comenzar a planificar para hacerle frente a esta catástrofe económica que se avecina generada por el coronavirus.
En el caso de América Latina, debido a la prohibición de entrada y salida de vuelos, las exportaciones e importaciones han mermado en un porcentaje que supera el 95%, sobretodo el comercio con China quien es el principal socio y actualmente el país más afectado económicamente por la pandemia. Entre los países afectados también se encuentran Chile y Perú.
Los efectos económicos por el coronavirus sobre las economías de la región serán más severos luego del cierre de las grandes empresas, cines, centros comerciales, restaurantes, y la paralización del mercado mundial, lo que produce una caída del mercado latinoamericano en los ingresos por la disminución del consumo de las personas, traduciéndose esto en pérdidas incuantificables para el sector comercial.
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El Covid-19 ha obligado a millones de personas, tanto trabajadores como consumidores, a mantenerse encerrados en sus hogares en un período de inactividad que para muchos es incierto y desconocido, esto con motivo de evitar el contagio y el aumento de los casos en las cifras que diariamente se registran en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, son muchos los mercados afectados por el coronavirus que han empezado a registrar sus pérdidas y descensos, llevando a algunos ante una crisis crediticia, en especial el más afectado es el sector de comercio minorista, turismo, materias primas y aerolíneas las cuales cancelaron vuelos a nivel mundial.
En una región que ya venía presentando problemas de desaceleración en la economía a raíz de la Guerra Económica entre EEUU y China, se ha vuelto aún más vulnerable a la crisis ante la presencia de esta pandemia por el Covid-19, La crisis del coronavirus, por tanto, ha conllevado a efectos tanto inadvertidos (shock exógeno a la oferta y la demanda) como previsibles (corrección de precios en algunos mercados financieros). Esto porque los mercados han tenido una caída brusca en sus índices bursátiles que ha llevado a muchas empresas a tener que reinvertir en sus acciones para mantener a flote sus compañías y poder garantizar el sustento a sus trabajadores.
A diferencia de otras crisis económicas mundiales, la que se avecina por el coronavirus no es culpa de los mercados financieros ni de las políticas económicas de los gobiernos, y por primera vez se están poniendo a las personas como prioridad para tomar medidas que garanticen la supervivencia a futuro. Por otro lado, sabemos que la forma como actualmente conocemos a la economía no será la misma una vez que la pandemia acabe y debemos entender que el destino del éxito de las políticas que se implementen para ese momento no deben ser en función a la insostenibilidad de las bolsas de valores.
En otro orden de ideas, es difícil predecir cuáles serían los efectos que la pandemia del coronavirus produciría en Latinoamérica porque no sabemos las capacidades de los países para afrontar la crisis, así que se cree que la solución estaría en crear policías que permitan establecer planes fiscales para recabar fondos, en una región que se sabe es muy renuente ante el pago de los impuestos.
América Latina está experimentando las posibles consecuencias de la pandemia ante el cierre de las empresas de diferentes rubros que pueden traer problemas a sus economías como por ejemplo: el resquebrajamiento del suministro en el sector manufacturero, que deja sin insumos a empresas locales; una baja demanda de productos para exportación, tanto manufacturas como materias primas; baja en los precios de las materias primas como los granos, el petróleo, el cobre y otros; una caída del turismo en la región; lo que se traduce en el desplome del mercado de capitales.
Y a todo esto se le suma una verdad a toda costa, y es que el coronavirus se expande en toda América Latina y China comienza a levantarse de la calamidad, ante esto viene a la mente la pregunta: ¿cómo se será la relación del gigante asiático con los países de la región, cuando aún estamos por ver lo peor de la pandemia?
Habría que ver el comportamiento del impacto del coronavirus sobre la economía en EEUU, y su repercusión en Latinoamérica, toda vez que USA ha pasado a ser el epicentro de la pandemia, y actualmente ha superado a Italia y a China con más casos de contagios en el mundo, por ser el principal socio comercial de México específicamente.
Finalmente, gran cantidad de los países latinoamericanos han venido tomando acciones en pro de adecuar en pro de proteger a la población del coronavirus y medidas económicas que contrarresten los efectos de la cuarentena en la región y para responder positivamente a esta situación. No obstante, sin la intervención oportuna de los bancos de desarrollo, unas reglas del juego claras y flexibles por parte de las instituciones financieras internacionales, y de las calificadoras de riesgo, el panorama económico sería más graves de lo que se proyecta y el aumento de la pobreza y la desigualdad, así como el empobrecimiento de las clases medias, pondrán en jaque a los Gobiernos y a los políticos de la región.
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