La reducción en los ingresos por la crisis económica, agravada por la pandemia de COVID-19, obligó a ecuatorianos a dejar sus planes de telefonía celular para migrar a la modalidad prepago.
En enero de 2020, previo a la pandemia, el número de usuarios con planes pospago sumaban 4,3 millones y al cierre de 2021 esa cifra se ubicó en 3,5 millones, según estadísticas de la Agencia de Control y Regulación de las Telecomunicaciones (Arcotel). Es decir, una reducción del 16 %.
Mientras que en el caso de usuarios prepago se ve un crecimiento sostenido. A inicios de 2020 sumaban 11,5 millones y 2021 cerró el año con 13,1 millones de clientes, lo que implica un aumento del 14 % en ese período.
En 2020, Pablo Jácome decidió dejar su plan pospago de telefonía celular. Él es ingeniero en sistemas y pasó a teletrabajo y notó que no era tan necesario pagar tanto por su servicio. “Al quedarme en casa uso el wifi y ya no necesito tantos datos en mi teléfono. También fue una manera de ahorrar ante la reducción de sueldo temporal en mi empresa”, aseguró.
Al ser consultado sobre la tendencia, Movistar señaló que a partir de la pandemia y el impacto que tuvo en la disminución del empleo formal en 2020, hubo una migración de clientes que tenían modalidad pospago a modalidad prepago. Según la telefónica, en la medida que el empleo formal comienza a recuperarse en 2021, vuelve también a recuperarse el parque de clientes pospago.
También hay otro factor: la recuperación de la movilidad. Al eliminarse las restricciones impuestas por la pandemia, la correlación entre movilidad y el consumo del servicio de prepago es muy fuerte.
Finalmente, un tercer factor tiene que ver con las ofertas de la modalidad prepago: han ido evolucionando a esquemas de combos o servicios empaquetados (minutos más gigabytes) y que además pueden comprarse por canales digitales. “Esto simplifica el uso del prepago y muchos consumidores optan por esta modalidad”, dijo Movistar.
