La ‘start-up’ catalana de cosmética natural, con sede en Reus, estrena hoy tienda física
No hay nada que la pasión y una gran idea no lo puedan. De la tradición de una madre en las redes, y de la cocina de casa en el mundo. Freshly Cosmetics, la exitosa ‘start-up’ de cosmética natural cien por cien online, toma el vuelo y aterriza en el corazón de Barcelona, en la yema del huevo, con su primera tienda física, la Freshly Store.
«Hoy es un día muy especial», explicaba Miquel Adrià, uno de los socios fundadores del proyecto. Él, junto con Mireia Trepat y Joan Miralles —los tres tarraconenses— conforman la joven trinidad de la cosmética natural catalana, un proyecto que, con sólo tres años de vida, ha roto moldes y fronteras y se ha establecido como un referente de éxito, trabajo bien hecho y valores.
La inspiración de una madre
De la inspiración, precisamente, de una madre —la de Miquel, que hacía jabones, cremas… en casa, con técnicas caseras— y los conocimientos de tres ingenieros químicos surgidos de la Universidad Rovira i Virgili (URV), nacía una idea genial, una veta de mercado implacable, un sueño que sigue. «No nos satisfacía el mundo profesional de la química, en nuestro país, teníamos claro que nosotros éramos emprendedores», detallaba Adrià.
¡Y tanto si lo son! Con más de 500.000 seguidores en las redes sociales y una facturación que este año prevé alcanzar los 12 millones de euros —triplicando el objetivo de facturación de 2018—, Freshly Cosmetics se adentra ahora en el mundo del ‘retail’ con una preciosa tienda en la calle Portaferrissa. «Queremos trasladar todo lo que hemos hecho online a un espacio físico de 30 metros cuadrados, una hermosa burbuja centrada en el cliente y su experiencia», relataba Trepat.
«Amable, humilde, pero inconformista, con ganas de cambiar el mundo»
«Si la tienda fuera una persona, sería amable, humilde, pero tercamente inconformista, con ganas de cambiar el mundo», añadía la fundadora. Céntrica, proyectando la marca por todas partes, en un único plano que invita, un jardín vertical —con algunas de las plantas que brindan los ingredientes de los productos Freshly— y un abrevadero de mascotas, abriendo el corazón a los animales, la Freshly Store se erige hoy esquinera y agradable, abierta al cuidado natural de la piel, la belleza y la salud.
El triunfo de la innovación, la sostenibilidad y el celo por los detalles. Las bondades naturales y la tradición, de la mano de la ciencia, elevadas a la enésima potencia, dan ahora la bienvenida a una clientela fiel, asidua y contenta, entre clics y pantallas, a una grandiosa comunidad online que brota hoy en medio de la ‘city’. De madres a hijos, del tesón de la juventud a los usuarios de todas partes, Freshly Cosmetics y su gran equipo —«todos somos fundadores», explican Adrià y Trepat— dan un enorme paso de gigante que, seguro, será el primero de muchos. ¡Como siempre, suerte y aciertos!
