Rappinomics: el impacto y los retos del delivery en la pandemia
En menos de cuatro años la presencia de Rappi se ha hecho sentir. Rappi es sin duda alguna, la aplicación de domicilios más usada en Colombia
Este fin de semana más de 1 000 domiciliarios de la plataforma de delivery ‘Rappi’ en Colombia, organizaron una marcha en la ciudad de Bogotá. Los llamados rappi-tenderos (repartidores) protestaron por los errores presentados por la plataforma, los recientes cambios en las condiciones del pago y la afiliación a seguridad social de sus domiciliarios. Rappi es la plataforma más grande de domicilios del país y cobija a más de 50 000 domiciliarios.
En menos de cuatro años la presencia de Rappi se ha hecho sentir. Rappi es sin duda alguna, la aplicación de domicilios más usada en el país, alrededor del 61 % de los colombianos ha utilizado Rappi. Un 67 % de los habitantes de Bogotá ha llegado a utilizarla al menos una vez, 61 % en Cali, 55 % en Barranquilla y el 48 % en Medellín.
La presencia de Rappi en el mercado colombiano de domicilios por App supera con creces a sus rivales Domicilios.com, Ifood, Uber Eats y Merqueo, que con excepción de Domicilios.com, ninguno ha llegado a más de un 20 % del público colombiano.
El éxito de Rappi no se ha limitado a Colombia, esta ya opera además en Brasil, México, Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Costa Rica. Y, por si fuera poco, protagonizó la principal transacción en el primer semestre de este año en Colombia: Softbank, uno de los más grandes fondos de inversión del mundo le inyectó USD $1 000 millones de capital fresco.
El 82 % de los usuarios de esta aplicación la utiliza para hacer pedidos de comida a domicilio. Rappi junto con las otras apps de delivery han creado un fenómeno en la economía no antes visto en el sector gastronómico colombiano: las cocinas ocultas.
Estas cocinas cerradas, muchas veces unipersonales y con inversiones relativamente bajas, entre los $12 a los $20 millones de pesos, buscan ahorrarse los costos de adecuación de un local y una nómina de meseros. Muchas de estas cocinas operan solo por estas plataformas de delivery, tercerizando completamente el servicio de domicilios, y enfocándose en la comida.
Emilio Ochoa, gerente del Camaleón en Bicicleta S.A.S comenta que “si bien nosotros no somos una cocina oculta, comenzamos solo siendo de delivery, incluso antes de conocer a Rappi, esta app ha llegado a representar hasta el 30 % de nuestras ventas al mes, es cierto que cobra un 25 % del valor del producto, pero es un domiciliario que no tenemos que enviar, un servicio que ya se nos da la dirección, pedido, y total a cobrar”., indicó.
Aplicaciones de delivery se convierten en el mejor aliado
La estricta cuarentena en Colombia aunada a un rígido mercado laboral han llevado a millones de personas a perder su empleo, esto sumado al aislamiento obligatorio también ha hecho que aplicaciones como Rappi o sectores como el delivery —donde las barreras laborales de entrada son bajas— se vuelvan una opción de trabajo para miles de personas.
En lo que va de la cuarentena por el COVID-19, el número de domiciliarios en Colombia se ha cuadruplicado. El número de usuarios que hacen las compras por Rappi ha crecido un 70 %. De tal manera que se incrementó la demanda por estas apps tanto que muchas llegaron ha colapsar el día de las madres, por ejemplo, hasta el 250 % en el número de pedidos en un día. En promedio Rappi ha experimentado un incremento del 40 % en sus órdenes.
La contingencia también ha planteado retos para las apps. En Rappi particularmente se han escuchado quejas, varias que venían de antes por parte de los repartidores, por el funcionamiento de la aplicación, algunos errores tienen que ver por el sistema de incentivos que da el algoritmo, como cuenta un rappi tendero: “Rappi te penaliza si el pedido tiene un retraso, pero muchas veces pasa que pedidos que se tardan como un Sushi los restaurantes le asignan un tiempo muy corto, pues quieren ganar visibilidad en la plataforma, y uno llega y el pedido no está, y a uno eso le afecta la puntuación así el responsable sea otro”., comentó.
Las quejas principalmente se han centrado en el sistema de puntos, y el cobro de las distancias. Con el afluente de nuevos domiciliarios se ha vuelto normal “tomar pedidos de 4 a 5 kilómetros por solo 2 000 pesos”. Esta situación ha llevado a muchos domiciliarios, sobre todos los más novatos, a permanecer inactivos por horas, y llegar a hacer sólo unos cuantos domicilios al día. Otro rappi tendero comentó que “con el actual sistema de puntos salen beneficiados los domiciliarios más viejos, o los que cogen esto de tiempo completo, pues rappi asigna zonas de cobertura, como Laureles o Poblado, si uno no tiene cierto puntaje no puede ir a hacer domicilios allá, y le toca ir al centro a que lo guíen, y usted llega y ve otros 50 rappi’s en espera, entonces ya no hay manera de que le salga nada”, explicó.
Ante el aumento de la oferta laboral, Rappi ha decidido implementar un sistema de puntaje que busca premiar a los domiciliarios más constantes en el uso de la aplicación. La aplicación premia con puntaje extra a los domiciliarios por estar activos en las horas pico, los fines de semana, una buena calificación por parte de los usuarios de la app, e incluso el uso de la aplicación para hacer compras. Los domiciliarios con más puntaje le son asignadas las zonas con mayor afluente de pedidos, este sistema ha causado molestia entre los domiciliarios más nuevos. Según varios Rappi tenderos este nuevo sistema ha causado que la mayor parte de pedidos se concentren en unos cuantos rappi’s con alto puntaje.
Sin lugar a dudas Rappi se ha vuelto una opción de empleo para muchas personas de bajos recursos, y educación básica. Según una encuesta realizada por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el 91,2 % de los rappi tenderos no cuenta con seguridad social, pero cerca del 81,4 % afirmó trabajar sólo para Rappi. El 45,6 % vive en estrato 2, el 38,4 % en estrato 3 y el 9,1 % en estrato 1. En cuanto a nivel de estudios realizados, el 53,1 % cursó secundaria, el 16,4 % técnica, el 12,3 % universidad y el 10,7 % posgrado.
Algunas apps de delivery como Domicilios.com ya descuentan el pago del ARL (aportes a la Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) de sus domiciliarios; otras como Uber Eats y Merkero, han diseñado una ayuda con base en el promedio de ingresos de sus domiciliarios que duren incapacitados en caso de adquirir COVID-19.
Sin embargo, el modelo actual de Rappi haría costosísimo sostener la planta actual de más de 50 000 domiciliarios en caso de que Rappi se viera en la obligación de cubrir la seguridad social de todos los rappi tenderos. Rappi todavía no ha dado utilidades y según Matías Laks, director general de Rappi, en entrevista con diario La República, “la empresa ha decidido operar a pérdidas durante abril y mayo, para invertir en sus aliados y en la sociedad, así como apoyar el crecimiento del país con más de USD $15 millones de utilidad negativa, en vez de aprovechar la subida de demanda para generar más ingresos”.
El modelo de Rappi aunque interesante es víctima de un problema, el código laboral colombiano no está diseñado para ser compatible con algo que se capitaliza en la flexibilidad laboral como esta plataforma. La imposibilidad de poder cotizar por horas o llegar a acuerdos de pago con los domiciliarios, junto con los retos que plantea el desarrollo de una APP cada vez más compleja como Rappi, lo han hecho el pionero del delivery en Latinoamérica.
