La pandemia por coronavirus está revolucionando el comercio electrónico, hasta el punto de que el índice bursátil Nasdaq predice que para 2040 el 95% de las compras se realizarán a través de este canal. Lo revela el informe El futuro del retail en España, elaborado por el grupo de comunicación TBWA, donde se señala también, citando un estudio de Astound Commerce (proveedor de soluciones de comercio electrónico), que el e-commerce crecerá este año en España un 24%, impulsado principalmente por la alimentación y la moda, a pesar de que siete de cada diez consumidores afirmen que siguen prefiriendo comprar en tiendas físicas.
El informe apunta, asimismo, que la crisis sanitaria ha supuesto la aceleración de la adopción de medidas digitales. Esto se traduce en que un 45% consumidores compren más de manera online que antes.
En este sentido, los millennials (nacidos entre 1981 y 1996) son quienes realizan un mayor gasto a través de este canal, con una subida del 15% en 2021. Además, casi la mitad de los usuarios españoles de Internet reconocen que las redes sociales le han influido a la hora de comprar un producto.
Cifras récord
Según los últimos datos hechos públicos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la a facturación del comercio electrónico en España aumentó en el cuarto trimestre de 2020 un 9,3% interanual, hasta alcanzar los 14.613 millones de euros.
En el conjunto del año se batieron todos los récords debido a la pandemia y se superaron así los 51.600 millones de euros, un 5,8% más que en 2019 y más del doble del volumen de negocio que se movió en Internet alcanzado cuatro años antes, en 2016.
Los sectores de actividad con mayores ingresos fueron las prendas de vestir, con el 9,8% de la facturación total; la suscripción de canales, con el 5,1%, y los juegos de azar y apuestas, en tercer lugar, con el 4,9%.
Si nos fijamos en el número de transacciones, en el cuarto trimestre de 2020 se registraron más de 307 millones, lo que supone un 26,9% más. En este caso, los juegos de azar y apuestas lideran el ranking por compraventas, con el 7,3% del total.
En su análisis del gran cambio o reset en el sector de la distribución en España, TBWA habla también de los supermercados inteligentes. Se trata de establecimientos de 15 metros cuadros que carecerán de personal y permanecerán abiertos las 24 horas.
La startup española Ghop ha sido la creadora de estas tiendas. Existe ya una tienda piloto en la localidad madrileña de Alcobendas y se prevé que septiembre se extiendan por la capital. Otra innovación que se va a implantar en el futuro es la existencia de catálogos interactivos en todos artículos disponibles en los comercios.
Sostenibilidad
En lo tocante al delivery, ocho de cada diez españoles están de acuerdo en que es necesaria la creación de un certificado de confianza para la entrega sostenible, y el 73% apoyaría que el Gobierno interviniera y obligara a las empresas a invertir en esta modalidad de servicio.
Por otra parte, el estudio sostiene que lo ecológico sale caro, ya que casi siete de cada diez españoles encuestados por el observatorio Nestlé sobre hábitos nutricionales apuntan a que el precio es el «principal freno» a la hora de incorporar productos respetuosos con el medio ambiente. Eso sí, tres de cada diez están dispuestos a incrementar el gasto.
Boicot
El estudio de TBWA revela igualmente que la mitad de los españoles reconocen haber abandonado o boicoteado una marca tras un escándalo u oleada de noticias negativas. El 41% de ellos afirman que se trata de rupturas definitivas y no vuelven a consumir más la marca. De media, el consumidor boicotea entre dos y tres marcas al año.
Por otra parte, según los datos de un estudio realizado por la plataforma logística Sendcloud y la consultora Nielsen, el 63% de los españoles han comprado más en tiendas locales desde que empezó la pandemia y seis de cada diez consumidores estarían dispuestos a pagar un pequeño sobrecoste por comprar en el comercio local si eso supone apoyarlo.
Cuatro retos
Los responsables del estudio de concluyen que el sector minorista se enfrenta a cuatro retos. El primero de ellos es que los consumidores, muy conscientes del cambio climático, exigen más transparencia en la cadena de suministro. En segundo lugar, está la aparición de marcas digitales direct to consumer (D2C), lo que conlleva que los consumidores se alejen de las grandes superficies.
En tercer término, hay que reseñar que cada vez existen un mayor número de plataformas de compras, lo que está complicando la relación marca-consumidor. Finalmente, la creciente demanda de productos a través de la venta online está obligando a que el retail se transforme digitalmente.
