La inflación más alta en 23 años, a quienes más golpea es a los hogares pobres y vulnerables con una variación anual cercana al 15%.
El alza de precios en Colombia no dio respiro a los consumidores en 2022. El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) reveló este jueves el dato de inflación anual del 13,12%, la más alta de este siglo. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas fueron las que más presionaron la variación de los últimos 12 meses con un incremento del 27,81%. Productos de la canasta básica como el arroz tuvieron un alza superior al 54%, el pan 30% y la carne de res un 20%. El impacto se ve reflejado en los bolsillos que cada vez aguantan menos. Ir de compras a supermercados o tiendas de barrio supone llevar menos productos de lo habitual, o cambiarlos por marcas más económicas o de menor calidad.
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En la subida anual de precios, que estuvo por encima de las expectativas del mercado, los servicios públicos no fueron la excepción. El incremento del costo de la electricidad a nivel nacional fue del 22,40%, destacó el Dane. En la costa Caribe, región donde históricamente se han concentrado protestas por la baja calidad y las altas tarifas de la energía eléctrica, las cifras todavía son preocupantes. El llamado pacto por la justicia tarifaria que firmaron el Gobierno y las empresas no ha podido contener el aumento. En Sincelejo (Sucre) y Montería (Córdoba) el alza fue del 37%; en Valledupar (Cesar) del 36,84%, en Cartagena (Bolívar) del 35,88%, Riohacha (Guajira) del 33,92% y en Barranquilla (Atlántico) del 32,08%.
La escalada de precios tanto en alimentos como en servicios públicos, también ha impactado a restaurantes y hoteles, el segundo sector con mayor variación en 2022, con un 18,25%. Almorzar o cenar fuera de casa es cada vez más caro. “Hemos tenido que incrementar los precios de venta de un almuerzo corriente hasta en un 40%. Esto afecta al consumidor y la estabilidad de los negocios a los que se les reduce el margen de ganancia”, le dijo Frank Salcedo, propietario de un restaurante en Cúcuta, recientemente a EL PAÍS. La capital de Norte de Santander, en zona fronteriza con Venezuela, fue la de mayor inflación el año pasado con un 16,34%, además de Sincelejo, Valledupar, Riohacha y Montería, todas ellas por encima del 15%. La de menor variación fue Bogotá con el 12,35%.
A quienes más golpea la inflación es a los hogares de menos ingresos. Las familias en condiciones de pobreza soportaron una variación del 14,92% y las vulnerables, del 14,8%. Para los hogares de ingreso medio, el ajuste fue del 13,28% y para los de ingresos altos, del 11,52%. “Es una mala noticia en la medida que muestra que infortunadamente el proceso de inflación que arranca desde el 2021 no ha tocado techo. Ratifica, además, que el principal reto económico para este 2023 será el control de la inflación a través de la corrección de los balances macroeconómicos que se han visto en el país, especialmente, en los últimos tres años”, opina Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Según Mejía, a la crisis mundial de la inflación se suman variables internas como el alto déficit fiscal que por tercer año consecutivo cerró por encima del 7% en 2022 y un déficit en cuenta corriente que llega a niveles cercanos al 6% del PIB. “Esos desbalances macroeconómicos están generando un aumento muy grande de la demanda y por eso la economía colombiana creció cerca del 8% el año anterior, pero justamente muy por encima de la capacidad de producción que ha generado unos aumentos de precios bastante altos y una dinámica de inflación distinta a la de los pares de la región que en los últimos meses de 2022 han tenido una tendencia a la reducción de la inflación”, precisa.
De acuerdo con los datos del Dane, la inflación anual en países como Chile está ligeramente por encima de Colombia. “Chile había tenido un cambio de tendencia hace un par de meses, pero volvió a repuntar. Sin embargo, México y Brasil tiene niveles por debajo de los nuestros”, señaló Piedad Urdinola, directora de la entidad.
