En enero de 2020 la Superintendencia de Sociedades admitió el proceso de reorganización de la sociedad Don Jediondo Sopitas y Parrilla S.A.S, la cadena de restaurantes con más de una década en el mercado y propiedad del humorista Pedro González, más conocido como “Don Jediondo”.
La Superintendencia informó que el proceso se encuentra en etapa de confirmación del acuerdo de reorganización y tiene un pasivo a reestructurar superior a los $14.000 millones.
La entidad aseguró que el 19 de enero de 2022 y el 1 de marzo se realizaron dos audiencias de confirmación del acuerdo de reorganización en las que se reportaron “deudas a cargo de la sociedad y que no son parte del pasivo a reestructurar, por más de $800 millones por concepto de descuentos efectuados a trabajadores o aportes a seguridad social y retenciones, así como gastos de administración, es decir, deudas causadas con posterioridad al inicio del proceso por más de $1.000 millones a cargo de la misma empresa y en favor de diferentes acreedores”.
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Teniendo en cuenta que no se ha confirmado el acuerdo por las deudas pendientes, la entidad señaló que según el artículo 32 de la Ley 1429 de 2010, “el juez del concurso decretó un receso”. Así las cosas, la Superintendencia aclaró que la confirmación del acuerdo depende del cumplimiento de esas obligaciones, pues así lo estipula la ley.
La crisis de la compañía
En 2020 la compañía le explicó a la Supersociedades que la crisis viene desde 2013 cuando las ventas empezaron a bajar: “el mayor valor del IVA (que es un mayor costo de la operación porque no es posible cruzarlo dentro de la operación), el aumento de los cánones de arriendo de los locales, generan que la sociedad se apalanque con el sistema financiero en nuevos créditos, lo que aumentó el nivel de endeudamiento, generando que las utilidades operativas solo sirvan para cubrir los gastos financieros”.
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Además, en 2016 aumentó el costo de la materia prima agrícola, una situación a la que se le sumó un paro camionero de casi dos meses, que “ocasionó que el gasto logístico de la compañía aumentara, colocándonos en resultados de pérdida operativa”.
De hecho, en 2017 la DIAN embargó las cuentas bancarias de Don Jediondo Sopitas y Parrilla. En 2020 la compañía señaló que “como consecuencia de estas situaciones la sociedad decide vender parte de sus activos para solventar la operación, pero mientras se logran concretar estas operaciones, la compañía tiene que endeudarse con proveedores y empieza a depender del crédito de ellos”.
