Cómo Bavaria se convirtió en la primera cervecera mundial

Cómo Bavaria se convertió en la primera cervecera mundial. La que fue por muchos años la principal empresa privada del país, cambio de timonel. Ante la renuncia del brasilero Marcel Regis, fue nombrado el paisa Sergio  Rincón,  con lo cual después de 17 años Bavaria va a ser manejada por talento nacional.

Sergio,  pese a su juventud, ha hecho una carrera muy exitosa en la compañía donde comenzó hace 23 años en Cervunion, y ha ocupado importantes posiciones  en esta multinacional, que incluye la vicepresidencia de ventas de Grupo Modelo en México, así como, la dirección de Cervecería Nacional en Ecuador y de Cervecería Backus en Perú.


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Rincón, asume la presidencia de Bavaria tras un desempeño histórico de la compañía en 2021, en el que la categoría cerveza en Colombia registró el consumo per cápita más alto de los últimos 25 años (52 litros), con base en una estrategia enfocada en lograr la expansión la categoría, a través de nuevos consumidores y nuevas ocasiones.

A propósito de estos cambios en la dirección de la compañía,  Leopoldo Vargas Brand, gerente de Mall & Retail quiere hacer un análisis de como esta compañía de  más de 133 años de existencia, hoy forma parte del grupo cervecero, en donde una de cada tres cervezas consumidas en el planeta, pertenece a esta gigante mundial.

Todo lo inicio Leo Kopp.

 En la ola de migraciones que se dio a finales del siglo XIX, llegó a Colombia un joven alemán que montó la que llegó a ser una de las empresas más sólidas del país en los últimos 133 años: Bavaria. Leo Kopp, se convirtió en el precursor de la industria moderna en el país, con la creación de la Cervecería Alemana de Kopp en 1889, con la cual logró masificar esta bebida, en un país que se movía entre el consumo de la chicha para las clases campesinas y la cerveza importada para las élites.

El temperamento planificador y estricto de Kopp, heredado de la cultura europea, influyó notoriamente en el manejo fabril y en la administración de la empresa. El desarrollo industrial, la preocupación por la calidad, la integración vertical que se inició en 1896 con la construcción de la fábrica Fenicia para sustituir las botellas importadas, y la habilidad para vencer a sus competidores y quedarse con el mercado son atributos que permanecieron hasta nuestro días.

Con el paso de los años fue adquiriendo a sus competidores principales,  con lo cual hacia los años 30 del siglo pasado conformó el Consorcio de Cervecerías Bavaria resultado de la fusión de Handel y Cervecería Continental de Medellín, que aportó las fábricas de Pereira, Barranquilla, Medellín y Bogotá, Al consorcio también se unieron Colombiana de Gaseosas (Manizales) y las cervecerías de Honda, del Magdalena, Colombia y Andes, en Cali.

Don Leo no pudo ver la creación del Consorcio, pues murió el 4 de septiembre de 1927. Su hijo Guillermo lideró todo el proceso y estuvo a cargo del Consorcio hasta 1942-43, cuando se retiró de la empresa después de la nacionalización que decretó el gobierno a las empresas de ciudadanos alemanes, italianos o de territorios ocupados por estos países.

La era de los Santo Domingo.

Don Mario Santodomingo nacido en Colón, Panamá cuando el istmo era de Colombia de padre banquero, fue hasta los cuarenta años un comerciante próspero, riguroso y alerta con muy buenas conexiones, se instaló en Barranquilla donde fundo la firma importadora Santodomingo y Cía., que antes de la primera guerra, hizo buenas utilidades importando arroz de Siam. Luego, su mejor renglón de venta serían los chicles «Whigley», que toda una generación de colombianos masticaría en las primeras décadas del siglo.

La oportunidad de su vida, sin embargo, habría de encontrarla en 1932, cuando las repercusiones de la crisis mundial se hacían sentir en Colombia, agrietando las escasas empresas industriales existentes en el país. Una de ellas fue la Cervecería Barranquilla,  que por la época atravesaba dificultades económicas.   Fue entonces cuando el prospero comerciante  Santodomigo, decidió comprarla a sus antiguos dueños.  A fin de evitar competidores en la zona, compró también la Cervecería Bolívar, de Cartagena, que en aquellos días también pasaba dificultades.

Don Mario con su hijo Julio Mario,  durante décadas fueron los amos y señores del mercado cervecero de la costa con Cerveza Águila, sin embargo tenían intenciones de conquistar Bogotá y el interior del país. En 1967, suscribieron un acuerdo de distribución con Bavaria con lo cual esta última embotellaría y distribuiría  Águila en Bogotá, a la vez que Cervecería Águila distribuiría Bavaria en la Costa.

Unas malas inversiones y una reliquidación de impuestos por parte del Ministerio de Hacienda, en 1969 en la que la conminaba a pagar a Bavaria $280 millones adicionales, llevaron a la compañía a un enfrentamiento con el presidente Carlos Lleras Restrepo, que agudizaron problemas de liquidez. Los Santo Domingo convencieron a Alberto Samper presidente de Bavaria a comprar Cervecería Águila, mediante un intercambio de acciones, dados los problemas de liquidez de la compañía. Esto le dio el 22% de Bavaria a los Santo Domingo y los convirtió en el mayor accionista individual y les permitió tener el control de la compañía.

Lo primero que hicieron los Santodomingo después de la crisis con Lleras, fue volver a focalizar la cervecería. Se liquidaron empresas como Cereales Colombianos, Vidriera Fenicia, Tapas y Envases, Embotelladora Tropicana y Empresas Molineras. A la vez, se aumentó la capacidad instalada con las nuevas fábricas de Cali y Cúcuta.

Para esa época, Bavaria no solo era una de las industrias más importantes del país, sino que para 1975 ya era considerada conglomerado por la Superintendencia de Sociedades.

El Mayor conglomerado del País.

Con la presidencia de Augusto López Valencia (1985-1999), se convirtió en el único productor importante de cerveza y en un jugador internacional y acumuló el poder actual, para lo cual fue clave la adquisición de Caracol Radio y Caracol Televisión en 1986. Esta jugada le dio a Bavaria el poder político, además del económico que ya ostentaba.

En 1996 compró Cervunión, construyó la Maltería Tropical de Cartagena y la Cervecería de Tibasosa, amplió la de Bogotá y reestructuró las cervecerías de Quito y Guayaquil que había adquirido en 1985. Además, en 1990, adquirió una participación en la compañía portuguesa Central de Cervezas y en 1992 invirtió en España. Años después, Bavaria se retiró de Europa. López repelió el ataque de Ardila Lülle, cuando esta organización incursionó en cerveza con Leona, para lo cual se metió en el terreno de su rival: entró en gaseosas, aguas y jugos.

También amplió el área de inversiones de la empresa, con la incursión en telecomunicaciones, con Celumóvil, Americatel, Latinonet y Orbitel; en petroquímica con Propilco y Biofilm; turismo con la Compañía Hotelera Cartagena de Indias y la sociedad Desarrollos Hoteleros Guanacaste, en Costa Rica. Entró a Sofasa y a Carrefour, entre otros.

En octubre de 1997, la empresa se escindió para darles claridad a la actividad industrial y a la que, como inversionista, venía haciendo Bavaria. Se creó Valores Bavaria, para administrar el portafolio. Sin embargo, las dos empresas quedaron bajo la presidencia de López.

En 1999, Andrés Obregón asumió la presidencia de Bavaria, mientras que en diciembre de 2000 a Leonor Montoya le correspondió iniciar la separación administrativa de las dos compañías y hacer una escisión por $816.266 millones entre Valores y Bavaria, para terminar de clarificar las cuentas entre las dos compañías. En 2002, Javier Aguirre asumió la presidencia de Valores, que para 2001 había perdido casi $1 billón, con la misión de liquidar las inversiones en sectores no prioritarios.

En 2001, Ricardo Obregón asumió la presidencia de Bavaria. Su reto ha sido concentrarla nuevamente en el negocio cervecero, racionalizando la operación, haciéndola más productiva y dándole una dimensión internacional, más centrada en Centro y Suramérica.

La internacionalización.

 La entrada de Bavaria a otros países de América Latina tiene sus orígenes en Ecuador a comienzos de la década de los noventa, cuando adquirieron un paquete mayoritario de las dos principales cerveceras de ese país: Cervecería del Ecuador (60%) y Cervecería Andina (80%) a través de  la Compañía de Cervezas Nacionales.

Posterior a eso, en diciembre del 2001, la compañía adquirió por un valor de US$285 millones el 75% de la Cervecería Nacional, la cervecería más importante de Panamá y la que domina el 80% del mercado.

El 19 de julio de 2002, Bavaria anunció la compra por US$450 millones del 24.5% de Backus & Johnston, la cervecera peruana que controla prácticamente el 100% del mercado. Esta compra se dio por fuera de bolsa y el vendedor fue el grupo Brescia de Perú, uno de los controladores peruanos de Backus. Fue tanto el interés de Bavaria de comprar esta cervecera para consolidar su participación en el mercado latinoamericano, que pagó por acción US$21,95, cuando en la Bolsa de Valores de Lima el título se cotizaba a US$10,8.12

Después vino la reacción del grupo Cisneros de Venezuela, que el lunes siguiente a la operación de Bavaria anunció la compra por US$200 millones del 16% de la cervecera peruana. El vendedor fue el grupo Bentín, encargado de la administración de la cervecera peruana. De acuerdo con los analistas esta movida tuvo como objetivo frenar la expansión de la empresa Polar, la mayor cervecera de Venezuela y quien desde que compró su primer paquete de acciones en Backus había aumentado su participación al 22%.

A finales del 2002, Bavaria compró por US$567.8 millones las acciones que Polar tenía en Backus y al año siguiente adquirió el 51% restantes consolidándose como el segundo grupo cervecero de Suramérica y una de las “novias” más atractivas del mercado cervecero mundial.

La fusión con SABMiller

En 2005 luego de meses de rumores y especulaciones Bavaria fue adquirida por la sudafricana SABMiller la segunda cervecera del mundo (superada únicamente por la belga InBev)  en la mayor transacción de la historia de Colombia. Se trató de una fusión por absorción por un valor de $ 7.800 millones de dólares de los cuales US$ 3.500 millones en acciones fueron para los Santo Domingo, US$ 1.500 millones para los accionistas minoritarios y los restantes US$ 1.800 millones para cubrir las deudas de la compañía.

Con esta negociación la familia Santodomingo quedo  con el 15,1% de SABMiller.

La fusión con AB InBev.

En 2016 aparece  Jorge Paulo Lemann, un multimillonario brasileño que hace 30 años era un banquero de inversión a quien le llamó la atención que los hombres más ricos de muchos países latinoamericanos eran los dueños de cervecerías. Su raciocinio fue “o todos son unos genios o la cerveza es el mejor negocio del mundo”. Optó por creer lo segundo y en los años ochenta compró la cervecería brasileña Brahma por US $ 50 millones.

En 2004 Brahma, se fusionó con la belga Interbrew, con lo cual pasó a convertirse en InBev. Pero su expansión no paró allí. En 2008 compró a la estadounidense Anheuser Busch, la cervecera más grande de Estados Unidos, por US $ 52.000 millones. Con esta nueva adquisición, más la de la cervecería Modelo de México por US$ 20.000 millones, logró consolidarse como la primera gigante del sector a nivel mundial bajo el nombre de AB InBev.

Lemann considerado el hombre más rico de Suramérica con una fortuna que según Bloomberg asciende a US $ 25.000 millones de dólares. Pero su emporio no solo está en el negocio de bebidas alcohólicas. El empresario brasileño tiene participaciones en Burger King y en las multinacionales de alimentos Kraft y Heinz.

En 2016  con el liderazgo de Alejandro Santodomingo,   AB InBev  adquiere SABmiller por un valor de US$ 106.000 millones. Eso representaba un múltiplo de ebitda de 16, muy superior al que se había obtenido en la venta de Bavaria a SABMiller una década antes, que había sido de 10. Esta transacción, la tercera más grande en la historia de los negocios, creó un Goliat que domina actualmente  alrededor del 30 % del mercado cervecero del planeta.  Es decir, prácticamente una de cada tres cervezas que se consumen en el mundo son fabricadas por esta empresa.

Esta fusión transformó radicalmente el mapa cervecero mundial. Las dos compañías sumadas tienen una presencia dominante en casi todos los continentes. En Estados Unidos, después de medidas antimonopolio, quedarán manejando el 46 % del mercado, en México el 57, en Brasil el 63 y en el resto de América Latina el 62. En África, donde nació SABMiller hace 120 años, tienen el  33 % del mercado de todo el continente.

Para la familia Santo Domingo esta movida significo cambios importantes en su composición accionaria.  De propietarios del 15%  de SABMiller donde eran los segundos mayores accionistas, pasaron a del 5% de AB InBev siendo el octavo mayores accionistas después de  tres familias brasileñas, tres familias belgas y de Altria  propietaria de Philip Morris.

Hoy esta compañía es dueña y productora de unas 500 marcas a nivel mundial entre las que se cuentan Águila, Brahma, Beck’s, Corona Extra, Modelo, Stella Artois, Quilmes, Skol, Labatt’s Blue, Harbin, Pilsen y Club Colombia.

En el 2021, acumuló operaciones en 50 países, con 260 cervecerías y 69 plantas de otros tipos de bebidas. La producción total fue de 531 millones de hectolitros, lo que la consolidó como la primera cervecera a nivel mundial.

La facturación sumó US$54.304 millones con 183.000 empleados.

Fuente: Mall & Retail

 

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