Colombia: Servicios para mascotas crecen 20% en promedio cada año

El mercado de servicios de salud y servicios para mascotas en Barranquilla está expandiéndose. Una medida para medirlo es la población de animales que, de acuerdo a la Secretaría de Salud Pública, es de 136.940 perros y 49.298 gatos, el número de sociedades y personas con actividades veterinarias registradas en la Cámara de Comercio: 172, de las cuales 135 (78%) son personas naturales, y el gasto total promedio de la unidad de gasto en Barranquilla, que es de $2.273.000 según el Dane, y es el quinto más alto del país.

Tres veterinarios consultados por la revista +negocios (+n) destacan que el mercado tiene a favor lo que ha ocurrido en la última década con el concepto de tener responsabilidad con las mascotas, las modificaciones de hábitos del hogar y las especializaciones de los servicios médicos en animales.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Inírida Padilla, fundadora de la Clínica Veterinaria Mis Mascotas desde 1983, dice que los servicios de salud para perros o gatos se han consolidados debido a la nuevas formas de ver las mascotas por parte de las familias. “Algunas no tienen muchos hijos, entonces si se quedan solos tienen mascotas, o si son jóvenes o maduros entonces adoptan una. Y los atienden como si fueran sus hijos. Los pensionados destinan su dinero y lo invierten en el bienestar de ellos, es algo bueno”.

Claudia García, directora de la clínica veterinaria Dogtor Cat que está en el mercado desde hace 15 años, destaca que el caso de sus servicios cada año en promedio incrementa más del 20%. “Diría que estamos creciendo y, en el caso de mis estados financieros, las compras en promedio son de un 20%”.

Una de las razones a esta dinámica –agrega Claudia García– es el aumento del gasto en las familias y la disposición para tomar medidas de prevención. “Esto ha crecido; quieren evitar que su animal se enfermen e incluye las compras para seguir la rutina, y hacer crecer el comercio con compras de los dueños en ‘pet shop’, juguetes y prendas de acuerdo a la época”.

Ariel Mendoza, director de la clínica veterinaria Sharpey, encontró en la especialización de un servicio, la oportunidad para darle valor agregado a la profesión y la atención de mascotas. Dice Ariel que en Barranquilla han crecido los casos de animales que necesitan procedimientos por ingesta de objetos. Este tipo de servicios los ofrece a través de su especialidad y la endoscopia.

Claudia García agrega que los médicos veterinarios entendieron que hace 25 años atrás, como su papá Germán García, tenían que atender todo tipo de procedimientos. “Y se llenaba como vemos hoy, pero estamos ofreciendo más especializaciones. Hemos profundizado. Conseguir un cardiólogo para perros antes era complejo encontrarlo, y ya se ofrece en la ciudad”.

Ariel Mendoza destaca que entre las especializaciones hay neurología y gastroenterología. “Es darle un valor agregado a esa preparación, sobre un énfasis específico. Tenemos más casos de gastroenterología, remitidos de otras clínicas y estamos haciendo también muchas otras remisiones”.

En la tesis de estudio de Adriana Cabarcas Solano y Liseth Fontalvo Rueda, docentes y magíster en Administración y Organizaciones en la Corporación Universitaria Americana, denominada La adaptabilidad organizacional como respuesta al entorno de competencia de las microempresas del sector veterinario: caso Barranquilla, concluyen que las empresas consideran que en el desarrollo de sus actividades están adaptadas a los cambios y a las distintas situaciones del sector.

Las docentes Solano y Fontalvo apuntan en su estudio, basado en 125 pequeñas empresas de la ciudad, que las clínicas veterinarias han venido ocupando una parte significativa del sector de servicios. “La comunidad tiene más conciencia del cuidado de los animales domésticos y el conocimiento sobre las necesidades de las mascotas, traduciéndose esto en beneficios directos e indirectos para los empleados y empleadores de este sector; sin embargo, con esto trae efectos negativos, y bien, estas organizaciones han tenido que adaptar su dinámica de trabajo a las exigencias del mercado y a cambios en el ámbito social, cultural e incluso legal, pero cuentan con la experiencia y conocimiento para adaptarse a las exigencias y fluctuaciones del entorno en el que están sumidas”.

Los cambios se observan en decisiones como las de Inírida Padilla, quien en una de las sedes de Mis Mascotas invirtió y separó la atención de servicios de perros y gatos. Y Ariel Mendoza ofrece el servicio de endoscopia para la extracción de cuerpos extraños de los animales con un proceso más sencillo.

La consulta –precisa Mendoza– cuesta $85.000, y una normal está en $45.000. Una endoscopia en humanos está en promedio en $800.000. “Me han preguntado por qué ese valor, pero es que estamos apenas dando la semilla, trayendo ese concepto, que es más fácil. Si el perro se comió un cuerpo extraño se saca por endoscopia, y después este saldrá caminando, como si nada, sin cirugía ni incisiones en los intestinos, o en el estómago”.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉