En principio 2020 parece ser un año retador para la industria automotriz, la razón: se espera que el consumidor final siga en proceso de cambio y entienda que la movilidad, tal como se ha conocido tradicionalmente, está dando un salto a combustibles amigables con el medioambiente. Vehículos con motorización alternativas, así como la aparición de nuevas formas de transportarse son algunas de las bases sobre las cuales el sector nacional también deberá adaptarse.
No es gratuito que la consolidación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sean cada vez más una prioridad para los sectores público y privado de los gobiernos. El ODS número 13 se basa en que países en vía de desarrollo (como Colombia) migren hacia una economía baja en carbono. Esta, entre varias tareas, obliga a que sean incluso las mismas casas automotrices las que se encarguen de desarrollar vehículos más amigables con el medioambiente, de motivar a la compra de carros eléctricos o a gas.
Pero mientras el cambio se da, el sector automotor tendrá que vérselas con un consumidor que parece estar más cauto ante la posibilidad de llevar a cabo este tipo de gastos. Basta con ver cómo la Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) que elaboró Fedesarrollo para el mes de noviembre encontró una caída en la intención por comprar vehículos, entre otras razones, por una suerte de incertidumbre frente a lo que pueda ocurrir en el próximo año.
De acuerdo con la medición, la disposición a comprar estos bienes registró un balance de -48,2%, lo que representa una disminución de 2,1 pps respecto al mes anterior (-46,1), siendo el indicador más bajo en 2019. A juicio de Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional, “esa será una de las industrias sobre las cuales se espere mayor trabajo por muchas cosas, entre esas, que el consumidor colombiano pareciera ser más racional frente a las necesidades básicas”.
Metas para 2020
Las perspectivas de la industria, a pesar de la exigencia y necesidad de cambio están para que se siga fortaleciendo la venta de vehículos nuevos. Un dato que viene siendo positivo desde hace tres años y que espera consolidación a cierre de 2019 y en el curso de 2020. Según datos de la Asociación Colombiana de Movilidad Sostenible (Andemos), mientras en los primeros once meses de 2018 se comercializaron 223.550 carros, en igual periodo de 2019 el dato llegó a 232.971 (4,2 % más).
La idea, de acuerdo con estimaciones de esa agremiación, es que el próximo año en el país sean vendidos entre 280.000 y 290.000 nuevos autos lo que representaría un crecimiento cercano a los 15.000 vehículos si se tiene en cuenta que la idea es cerrar el 2019 con una cifra cercana a 270.000.
Además de algunos segmentos tradicionales, el empujón llegará desde los carros a gas, híbridos (gasolina y gas) y eléctricos. De hecho datos del gremio señalan que en el país se ha incrementado en 252,9 %, a noviembre, la compra de estos vehículos, al pasar de 705 en 2018 a 2.488 durante este año. “También vemos que el mercado de camiones y buses se va a seguir recuperando”, explicó Oliverio García, presidente de Andemos.
“Habrá que esperar lo que ocurra con factores como los precios de los combustibles, que se han mantenido estables y también de los efectos que se empiecen a generar por iniciativas gubernamentales asociadas al Plan Nacional de Desarrollo (PND)”, añadió García (ver Paréntesis).
A lo que se refiere el directivo es al objetivo del PND de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 36 millones de toneladas de CO2, que según el Departamento Nacional de Planeación sería como cambiar todo el parque automotor nacional por vehículos de transporte limpios, “lo que es sin duda una oportunidad para la industria”, recalcó García. La idea es que sean los gobiernos locales quienes incentiven el uso de este tipo de transporte gracias a la compra de buses a gas o de motor eléctrico.
“Esa es una parte importante, pero uno de los trabajos grandes estará en seducir al consumidor de destinar su dinero a autos no convencionales. El hecho de que se puedan importar este tipo de vehículos con preferencias arancelarias ayudará a tener precios competitivos. Debe darse un esfuerzo desde las casas automotrices para sacar al mercado más de este portafolio”, dijo Ramón Javier Mesa, profesor de Economía en la Universidad de Antioquia.
Lo cierto es que si bien no se tiene una proyección formal por lo que pueda pasar con la venta de vehículos con motorización diferenciada, lo que sí queda claro es que el aumento del 152,3 % en ventas, al pasar de 310 a 782, entre enero y noviembre de 2018 y el mismo periodo de 2019, (según datos de Andemos) supone una tendencia positiva y retadora.
