Glamour en movimiento, adaptar lo tradicional y lo cotidiano, transformar la industria con tecnología y sostenibilidad, así como el regreso a la identidad local son las cuatro tendencias que se mostrarán este año en la Feria Internacional del Cuero, Calzado, Marroquinería, Insumos y Tecnología IFLS+EICI, que se desarrolla entre mañana y el siete de febrero en Bogotá.
El escenario busca atraer al menos 11 mil visitantes, 436 expositores y alcanzar un monto de negocios por 30 mil millones de pesos.
Para el presidente del gremio, Luis Gustavo Flórez, este encuentro marcará la pauta para el sector, que contempla con optimismo un 2019 que logre revertir las tendencias negativas en cifras, al tener unas reglas más claras de juego en lo tributario y una confianza del consumidor que viene en recuperación.
El primer trimestre podría ser el momento en que se dé un avance del calzado, que entre enero y noviembre tuvo todas sus cifras en terreno negativo: la producción (-6,8 %) como la venta (-5,4 %) y el empleo (-4,7 %), según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
“Con esta feria, la idea es mostrarnos, y cerrar negocios, en especial para exportación”, aseguró Diana Barrera, socia de 4b Shoes and Leather compañía dedicada al calzado para dama (botas, botines y bolicheros)—.La empresaria paisa señala que tiene una agenda de visitantes internacionales previamente organizada por Procolombia, que se desarrollará en el evento.
Competencia internacional
Procolombia invitó a 69 empresas de 17 países para hacer nuevos negocios, referenció la vicepresidente de exportaciones de la entidad, Juliana Villegas.
4b Shoes and Leather produce 1.500 pares mensuales de manera artesanal —con solo 19 personas—, que logra ingresos al año de 1.300 millones de pesos, y lo hace en una proporción 60 %, en el país y 40 % por fuera, con destinos como Suiza, Chile, Estados Unidos, Perú y México.
La tarea no es nada fácil si se tiene en cuenta que las ventas al exterior de toda la cadena tuvieron una disminución de 14,1 % entre enero y noviembre del año pasado y las cifras de calzado muestran una caída en 9,3 % (Dane).
Uno de los principales problemas es que a veces no se logra “estandarizar la producción”, dijo Barrera, y se da “la guerra del centavo”. Luis Fernando Ramírez, nuevo vicerrector administrativo de la Universidad de la Salle, recalcó que este sector debe mejorar su posición en el exterior, al reconocer que las empresas son pequeñas y abunda la informalidad.
Las percepciones pueden ser acertadas, si se tiene en cuenta que el estudio de Gastrometría de la firma de investigación Raddar, muestra que en el tercer trimestre del año pasado las personas gastaron 828 mil millones de pesos en calzado, un incremento de 2 % frente a 2017, mientras la producción de la cadena viene decayendo. Así pareciera que, en alguna medida, la competencia la estuviesen ganando empresas internacionales o, según presume el gremio, el comercio desleal.
Bolsos y maletas
Todas las miradas apuntan al sector marroquinero. Según el Dane, la producción creció entre enero y noviembre 5,1 %, por el incremento de pedidos en grandes superficies, de las exportaciones (15 %, a 52,3 millones de dólares), apertura de nuevas tiendas y temporada escolar, entre otros. Y el consumo de productos de este tipo creció 5,5 % frente a 2017, a 98 mil millones de pesos.
Daira Sol García, dueña de Manufacturas Amaritto, afirmó que su empresa de nueve años ha sufrido importantes transformaciones: “trabajaba con sintéticos, pero con la competencia desleal de China, nos tocó cerrar y empezar a trabajar el cuero”.
Pese a que no irá este año a la feria por presupuesto, dice que el segmento pasa por un buen momento y este año le apostará a obtener la mitad de sus ingresos por su marca propia, DG Marroquinería, y los otros por maquila.
Inició el año con solo cinco empleados, va por 10 y espera terminar con 50 para facturar 900 millones de pesos en 2019, y producir entre mil y 1.500 unidades mensuales, si, además, se logra sacar el decreto que exige el pago a 30 días a las pyme. “Eso nos oxigenaría, pues las pyme tenemos gastos que no dan espera: IVA, retefuente y laborales”.
Así, García volverá a la feria cuando logre tener un volumen de marca propia en inventario que le permita responder de inmediato a los pedidos de ese encuentro.
