Colombia: Consumidores gastán menos en alimento pero más en vivenda

Luego de que recientemente el Dane revelara los nuevos productos que harán parte de la canasta familiar de los colombianos, con la cual se calcula la inflación y a la que entraron servicios de streaming como Netflix y productos como los cascos para motociclistas o la plancha para el cabello, y de la que salieron otros como la máquina de coser, las ceras para pisos o el alquiler de cintas de video, la entidad ya tiene listos los nuevos pesos que tendrán los grupos de gasto en el cálculo mensual del costo de vida.

Con los nuevos datos de la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares, que se hace cada 10 años para actualizar los patrones de consumo y los rubros que hacen parte de los gastos básicos de los hogares, el Dane le reveló a EL TIEMPO que los alimentos tendrán una ponderación mucho menor en la canasta familiar, mientras que los de vivienda pasan a representar un mayor porcentaje, totalizando en 33,22 por ciento de peso en la canasta.


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Si bien es cierto que de este rubro se sacaron productos como los muebles para el hogar, que ahora se miden por separado, al comparar la canasta anterior con la que comienza a regir este año el peso del alojamiento, agua, electricidad y otros combustibles pasa del 26,64 por ciento al 33,22 por ciento mencionado.

Incluso, sumando estos dos grupos de gasto bajo la ponderación anterior, su peso era del 30,1 por ciento, lo que indica que, en efecto, los colombianos ahora destinan una mayor parte de su ingreso a cubrir cuotas de vivienda, arriendos y servicios públicos, entre otros.

El segundo peso lo tendrán los alimentos para cocinar en el hogar (el mercado) y las bebidas no alcohólicas, que ahora pesarán un 15,09 por ciento en la canasta básica de los colombianos, frente a un 20,14 por ciento de la base anterior.

En este sentido, la nueva canasta del Dane ahora diferencia los alimentos fuera del hogar, incluyendo el popular ‘corrientazo’ o almuerzo del día, que con el gasto en hoteles ahora pasan a pesar el 9,46 por ciento en la canasta, porcentaje superior en 1,39 puntos porcentuales al dato anterior, situación que indica que los hogares sí gastan más alimentándose por fuera de su lugar de residencia.

Estos cambios en los patrones de gasto, según indicó recientemente el director del Dane, tendrán un efecto casi nulo en la inflación, aunque reconoció que es lógico que impliquen modificaciones en el comportamiento del costo de vida.

Plata para otras cosas

Asimismo, y en concordancia con los nuevos patrones de consumo, los hogares pasaron a gastar un menor porcentaje de sus ingresos en rubros como el transporte, la educación y el vestuario.

Mientras que el primero pasó a tener una ponderación de 12,66 por ciento en la canasta (estaba en 15,19 por ciento), en el segundo en promedio ya no se destina un 5,73 por ciento del presupuesto familiar sino un 4,43 por ciento; y la ropa y calzado ya no pesará 5,16 por ciento en la canasta, sino 3,99 por ciento, de acuerdo con el Dane.

Estos cambios implican que otros rubros del gasto tomaron fuerza y por ello tendrán una ponderación mayor en el cálculo del costo de vida, siendo ellos los muebles y artículos para el hogar (4,21 por ciento con aumento de 0,74 puntos porcentuales), información y comunicación (peso de 4,34 por ciento frente a un 3,72 por ciento anterior) y recreación y cultura, que ahora pesarán un 3,8 por ciento en la canasta con la que se mide la inflación.

Y es que los datos detallados del Dane muestran que, por ejemplo, en esta cesta de gastos el arroz pasó de tener un peso del 1,73 por ciento a uno del 0,93 por ciento, mientras que la papa ya no tendrá una ponderación del 0,44 por ciento, sino del 0,3 por ciento.

Igual ocurre con el pan, que ahora pesa un 0,68 por ciento frente a un dato anterior de 0,87 por ciento. Otros ejemplos son el gasto en arriendo efectivo y en los servicios de la vivienda ocupada por sus propietarios.

Mientras el primero pasó de pesar un 7,32 por ciento en la canasta a un 10,63 por ciento (reflejo del alza en los precios), los segundos pesarán ahora el 14,6 por ciento. Y al mirar algunos gastos del rubro comunicación, se muestra que, por ejemplo en el gasto de los hogares, los teléfonos móviles pasaron de representar el 0,14 por ciento a ser el 0,37 por ciento, mientras que los servicios de comunicación fija y móvil y provisión a internet participan ahora en la canasta familiar con un 3,97 por ciento.

Peso de rubros de la canasta familiar según el estrato

Las ponderaciones de los gastos de la canasta familiar de los hogares en función de su estrato muestran, por ejemplo, según el Dane, que mientras en una familia de estrato alto la destinación del flujo mensual a los pagos de vivienda es del 30,67 por ciento, en un hogar pobre es del 40 por ciento y en uno de clase media, del 33,08 por ciento.

En cuanto al peso de los alimentos en el presupuesto familiar, las diferencias son más notorias, pues al tiempo que en una familia de estrato alto los alimentos básicos o el mercado representan solo el 8,21 por ciento de su presupuesto, en una de estrato medio pesan 15,77 por ciento y en una de estrato bajo el porcentaje es del 23,85 por ciento.

Mientras tanto, para el cálculo de la inflación de enero, el Dane reveló que la ponderación de Bogotá será del 40,45 por ciento; la de Medellín, del 15,03 por ciento; y la de Cali, incluyendo Yumbo), será del 9,15 por ciento.

Y sumando a Barranquilla (con Soledad) y a Bucaramanga, el peso de las cinco ciudades principales en la medición del costo de vida será del 74,57 por ciento, de acuerdo con los datos revelados por el Dane.

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