A pesar de que si hablamos de producción petrolífera y América Latina los primeros nombres que nos vienen a la cabeza son PDVSA o Pemex, lo cierto es que hay muchos más productores de tamaño mayor o menor.
El petróleo es un gran negocio, y si en algo es rica América Latina es precisamente en crudo, pero más allá de las grandes petroleras estatales existen multitud de pequeños productores que están muy atentos a la cotización del petróleo.
Estás pequeñas empresas tienen algunas ventajas competitivas que les hacen más resistentes a bajadas en el precio del crudo, al ser privadas tienen gastos de personal más pequeños, y al no estar supeditados sus beneficios a mantener gastos públicos son más flexibles cuando la situación económica es negativa. Por poner un ejemplo PDVSA mantenía en gran parte los programas de gasto público venezolano, y entre la caída del precio del petróleo y la mala relación que mantiene el régimen de Maduro con gran parte de la comunidad internacional, la que fuera la joya de la corona ha quedado en una situación desastrosa, al no poder reducir personal sobrante ni desvincular su gestión de los intereses del gobierno venezolano.
La hora de David
Al igual que en el relato bíblico, David utilizó su pequeño tamaño y agilidad para vencer al gigante Goliat, los pequeños productores petroleros del subcontinente tienen una oportunidad de hacer rentable el negocio a pesar de que el precio del crudo está muy lejos de sus máximos históricos, y lo harán precisamente en base a su pequeño tamaño.
La necesidad de inversión económica y la llegada de nuevas tecnologías de extracción abren una ventana de oportunidad a la empresa privada. La reforma energética realizada en México ha abierto la puerta a que nuevas empresas se conviertan en productores de crudo, hasta 15 empresas con experiencia y capacidad financiera, según Ernesto Marcos Giacoman, presidente la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros.
Algunas de las empresas que se abren camino con paso firme son las siguientes
Grupo R, empresa que cuenta con plataformas de exploración, que recientemente inauguró la plataforma Cantarell IV, plataforma equipada con Smart Notations por ABS y tecnología RigCare Solution, tecnología con la cual se espera aumentar de manera significativa tanto el tiempo de vida útil de la plataforma como la seguridad en la misma.
Jaguar, petrolera mexicana que en el 2017 ganó seis bloques en la Ronda 2.3 (las rondas son los procesos de licitación del gobierno mexicano para la adjudicación de contratos para extracción y exploración de hidrocarburos, se pueden consultar en el portal Rondas México), ronda que dominó claramente.
Petrobal. Después de realizar fichajes estrella de Pemex, como Carlos Morales Gil, uno de los pesos pesados de la petrolera estatal mexicana durante 30 años, anunció en septiembre que invertirá durante el 2020 junto a Fieldwood 700 millones de dólares en infraestructura para perforar pozos y construir infraestructura de extracción.
El Grupo Alfa es un ejemplo de intento de expansión en el mercado del petróleo por el continente. Si bien salió mal su incursión en Colombia mediante Pacific Rubiales, se han atrevido incluso a entrar en los campos estadounidenses, concretamente en los campos de Eagle Ford, Texas.
Y como no es oro todo lo que reluce, también tenemos el caso de la anteriormente mentada Pacific Rubiales, uno de los puntales de la economía colombiana y que llegó a ser la mayor petrolera privada de América Latina, que terminó por desaparecer en el 2016, dejando la zona en la que centró su extracción, el municipio de Puerto Gaitán, depauperada.
El sector público no excluye al sector privado
Aunque el caso de Pacific Rubiales es complejo, se puede comprobar que la extracción de hidrocarburos puede ser un negocio inmenso, pero que también tiene sus riesgos, no son pocos los países que a pesar de tener unas inmensas reservas petroleras han terminado en la ruina. Es evidente que todo el país debe beneficiarse de la riqueza que guarda celosamente su subsuelo, y las empresas públicas pueden cumplir bien con esa labor, pero si se combina con la acción privada puede multiplicar los beneficios de forma exponencial, ya que al estar la supervivencia de la empresa privada supeditada a la obtención de buenos beneficios es imperativo el desarrollo de tecnologías más eficientes, de las que luego se puede beneficiar también el sector público.
