IPC dieciochero: ¿Cuánto han aumentado los precios de carnes y bebestibles?

Con un asado de pollo, vacuno e incluso vegetales. Y para brindar, entre las alternativas más comunes asoman el pisco, cerveza o un buen vino. Opciones para festejar estas Fiestas Patrias hay para todos los gustos, pero al parecer no para todos los bolsillos. A tan solo días del 18 de septiembre, el aumento de precios se ha convertido en uno de los principales reclamos por parte de los consumidores. Y, aparentemente, las opciones no son muchas, pues ya sea en un supermercado o establecimientos de barrio los valores de algunos productos no muestran diferencias sustanciales.

Durante las últimas semanas las personas han debido desembolsar incluso un 13% más de dinero que el año pasado por la “canasta dieciochera”, según un estudio de Retail Compass que analizó una selección de los 23 productos más demandados en esta época del año y a la venta en formato online.


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De esta manera, entre los primeros días de septiembre de este año y de 2020 los artículos que más han aumentado su valor son el pollo (26,5%), seguido de la carne de vacuno y de cerdo, con un 19%. Y los embutidos, por su parte, prácticamente no sufrieron variaciones y han mantenido su valor dentro de los mismos rangos.

Esto, mientras que, entre las bebidas alcohólicas, las cervezas anotaron una fuerte alza de un 23%, los piscos bajaron un 16% su valor y los vinos se mantuvieron los precios de 2020.

Por otro lado, si se comparan los valores actuales de estos productos con los de hace algunas semanas atrás en las tiendas de formato online, se observa un incremento de 5% en la canasta dieciochera. Y según indicaron desde Retail Compass, el pollo es el producto que más se ha valorizado desde agosto de este año, con un aumento del 35%.

Si se observa el detalle de los diferentes cortes parrilleros, éstos han aumentado en promedio un 12%: La palanca ha incrementado su precio en un 25%; la entraña en un 19%; el tapapecho un 15%; y el lomo liso un 6%. El filete lo ha hecho sólo un 3%.

Pero este no es un problema reciente. El incremento de precios que hoy afecta al mercado se da en medio de una alza sostenida que ha experimentado el valor de la carne desde hace tres años, y que ha afectado a todo tipo de productos.

Precios de la carne al alza

Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre mayo de este año y de 2020 el precio de los cortes de vacuno subió 8,3%. Pero si se analiza el mismo período entre 2018 y 2021, es posible observar un incremento de un 21,7%.

Y de la misma manera, la carne de cerdo se situó un 29,1% más cara que hace tres años, mientras que la carne de pavo lo hizo en un 20,1%.

Según Odepa y respecto de la carne de vacuno, entre agosto de 2021 y 2020 los precios han subido entre un 1,2% a 25%, dependiendo del corte, siendo la mayor alza la sobrecostilla en carnicería y la menor, el lomo vetado. En cuanto al cerdo, la mayor subida está en torno al 10%, a excepción de la pulpa de cerdo sin hueso en carnicería, que redujo su precio en 9,5%. Mientras que la carne de pollo y pavo exhibe alzas que fluctúan entre 2,6% y 20,1%, donde los mayores incrementos se registran en osobuco de pavo en carnicería y pollo entero en supermercado.

Pero ¿qué se podría esperar durante los próximos meses, de cara a eventos como Navidad y Año Nuevo?

Para algunos expertos, la carne llegó a su mayor nivel de precios, por lo que dentro de las semanas siguientes su valor debería descender, tal como ha ocurrido en mercados internacionales. Sin embargo, no todos opinan lo mismo, pues advierten que si bien en Chile no existe un problema de abastecimiento que ponga en riesgo la oferta, la incertidumbre respecto a la continuidad de las ayudas estatales y proyectos como el cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones podrían amenazar con una eventual alza sostenida de precios.

Los fundamentos del mercado

Hace unos días la agencia de noticias Bloomberg alertó respecto del complejo panorama para el mercado de la carne frente a los problemas de envío. E incluso advirtió que los principales productores como Uruguay y Paraguay verían severamente golpeadas sus exportaciones debido a temas de logística, afectando así a sus compradores, como Chile.

Sin embargo, según señalan desde la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), desde 2017 hasta 2020, la producción de carne bovina se incrementó 11,7%. De manera que la disponibilidad para su consumo a nivel nacional no presentaría inconvenientes. Esto, considerando además que a julio de este año el reporte de importaciones anotó un crecimiento de 46% respecto a igual período de 2020.

María José Irarrázaval, directora de la Odepa, dice que el mercado de las carnes rojas y blancas, y en general de proteínas, no debería presentar alteraciones respecto al abastecimiento. “Lo que se puede observar es que presenta una tendencia al alza en su demanda similar a lo que sucede con otros bienes y servicios, lo cual se refleja en los diversos indicadores macroeconómicos últimamente publicados”.

Pero no solo las condiciones locales, como el aumento general del costo de la vida en estos meses, han sido las responsables de la subida en el precio de la carne. Eduardo Peña, gerente de proteínas de la empresa Bidfood, dedicada a la distribución de alimento en hoteles, restaurantes y casinos, señala que si bien a finales del 2019 se observó un alza de precio importante, “en los últimos cuatro meses el precio internacional de la carne ha subido sin parar entre los principales proveedores sudamericanos desde los US$ 4.700 la tonelada a más de US$ 7.000 por tonelada de carne bovina”.

Y explica este incremento debido a los materiales que se ocupan en la producción de carne, como plásticos y cajas. A esto se suma “un efecto multiplicador en esta últimas semanas”, según dice, y apunta al “cierre de la cordillera”.

“Tuvimos un cierre de la cordillera con nieve que no se producía hace un buen rato y eso dificultó el ingreso de camiones terrestres que vienen de los países del Cono Sur. Al bloquearse la cordillera, se nota porque hay mucha falta de lo que son los cortes finos”, comenta.

Agrega que “hoy el 60%-70% de la carne que tenemos en Chile es importada y está todo al alza”, por lo que en el mercado han debido buscar alternativas. “En los últimos 12 meses apareció Colombia como un proveedor alternativo de carne de vacuno con muy buenos resultados. Eso es una novedad”, señala.

Por su parte, Francisco Cox, gerente general de la Asociación Chilena de la Carne, cuenta que pese a que existen problemas en el transporte marítimo y un alza importante en los costos del flete marítimo debido al tráfico entre Estados Unidos, Asia y Europa, “afortunadamente gran parte del abastecimiento de Chile es terrestre”.

Aunque dice que el efecto del alza del dólar con respecto al peso chileno también es otro factor que está afectando el valor de los productos más cotizados. Es decir, los nominados cortes de asado, según dice, tales como “el abastero, carnicero, huachalomo, sobrecostilla, plateada. Y por supuesto el asado de tira, punta de ganso, punta picana, lomo vetado, pollo y costillar de cerdo”. Y se nota.

Un escenario que estaría supeditado en gran parte, debido a una mayor liquidez de los chilenos a partir de las ayudas fiscales tales como la entrega del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la aprobación de proyectos como el retiro del 10% de las AFP, y mayores flexibilidades sanitarias. Condiciones que, a juicio de distintos expertos en la materia, permitirían una mayor holgura al momento de cotizar carnes para el próximo 18 de septiembre.

Rafael Lecaros, gerente general de la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile, Chile Meat-Faenacar, señala que una de las causas del alza en el valor de la carne “tiene relación con la necesidad de los chilenos de socializar, de salir de sus casas y hacer algo asado en la parrilla, aunque fuera con aforo reducido para dos o tres personas”.

Asimismo, cuenta que “si la gente tiene más ingresos, a lo mejor come la misma carne, o quizá come más. Pero si come la misma, come una carne superior”. Y añade que “la carne del bovino es considerada una carne proteicamente de calidad superior, entonces es más cara y más inalcanzable para el promedio. De manera que cada vez que uno tiene una holgura económica, o que quiere darse un gustito, es natural comer algo rico y distinto como la carne de bovino”.

Respecto a los próximos días se septiembre, asegura que los precios están “absolutamente cerrados”, ya que “las compras están hechas hace más de un mes”. Por lo que no debería haber motivo alguno para que el valor de la carne suba o baje. Y explica que “la subida de precios pasaría a ser un tema netamente comercial, no un tema de costos”. Es decir, “si alguien ve que tiene mucha demanda de algún corte probablemente en forma individual vaya a subir el precio de este corte, y va a tener que bajar otros que no se venden”.

Una mirada similar es la que sostiene el gerente general de Bidfood, Eduardo Peña, quien espera, según dice, “que en los próximos días se regularice un poco el stock por la reapertura de las fronteras”. Y descarta de lleno una eventual nueva alza en los precios durante los próximos meses.

“Creo que habrá un efecto en la disponibilidad. Los precios que se proyectan para finales de septiembre, octubre y noviembre son los mismos que vemos ahora”, comenta.