Este 3 de agosto Chile vivirá un hito importante en materia de sustentabilidad, ya que ese día se implementará de manera total la Ley 21.100, cuerpo legal que prohíbe las bolsas plásticas de un solo uso en el comercio.
A partir de ese día, en el segundo aniversario de su promulgación, tanto los almacenes de barrio, ferias libres y Pymes no podrán entregar estos elementos a sus clientes.
“Ha sido un proceso de dos años en donde hemos tenido que reeducarnos con respecto al cómo transportar nuestros productos”, señaló Susan Díaz, directora de Comunicaciones de WWF Chile y coordinadora de la campaña Reduce +.
Con esta etapa de la normativa se cierra un ciclo iniciado hace más de una década, cuando diversas organizaciones pusieron sobre la mesa la necesidad de regular y reducir el consumo de plásticos de un solo uso.
Lo que partió con acuerdos voluntarios, derivó en Michelle Bachelet anunciando ante Naciones Unidas la prohibición de las bolsas en 100 comunas costeras, lo que Sebastián Piñera amplió tras su regreso a La Moneda con un anexo a la idea de su antecesora.
En su primera etapa, la ley obligó al gran comercio junto a las tiendas del retail a dejar de entregar bolsas plásticas de manera gratuita, lo que gatilló la venta de bolsas reutilizables por parte de las mismas empresas y generó críticas.
“Este es un paso relevante, ya que hasta antes de la implementación de esta ley se utilizaban cerca de 3.500 millones de bolsas plásticas al año cuya vida útil no superaba los 30 minutos, pero que podían tardar hasta 400 años en degradarse”, recordó Díaz.
Pese a lo anterior, desde la ONG ven con buenos ojos profundizaciones en esta materia, de la mano por ejemplo de la reciente aprobación en el Senado del proyecto que limita los plásticos de un solo uso en negocios de alimentos, fomenta la reutilización y también regula las botellas plásticas desechables.
Lo anterior ocurre mientras la contaminación por plásticos se disparo a partir de marzo debido a la pandemia de coronavirus. De acuerdo a cifras de WWF, una mascarilla tarda 400 años en degradarse.
