En deViña del Mar y Valpalaiso piden desalojos del comercio ambulante

comercio ambulante

Acusan demora para definir estrategia

La administración de Macarena Ripamonti (RD) fijó postura frente a la proliferación de vendedores: “El espacio público se debe proteger”, recalcan, a la vez que se reforzó la vigilancia en las áreas desocupadas por la fuerza pública. En la ciudad puerto, la corporación Comercio Unido sostiene que la cifra de ambulantes se cuadruplicó desde enero de 2017, un mes después de asumir Jorge Sharp (Ind.), mientras desde el municipio afirman que está en diseño un plan para abordar esta materia.

Con el término de las restricciones de desplazamiento impuestas para controlar la pandemia, la proliferación del comercio ambulante se ha instalado en las agendas de las principales municipalidades del país. El mes pasado fue el caso de Santiago, donde Irací Hassler (PC) solicitó el desalojo del barrio Meiggs, acción que se repitió el último viernes en Viña del Mar, tras la orden de la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD).


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Allí, carabineros, en coordinación con el municipio, desalojaran los toldos y carros que utilizaban los comerciantes para instalarse en el borde costero y principalmente en el entorno del muelle Vergara, uno de los íconos turísticos de la ciudad.

Estas acciones terminaron con protestas de los vendedores en las calles aledañas, mientras la alcaldía tomó una postura clara: “El espacio público se debe proteger”, señalan desde el municipio de Viña del Mar, que desplegó a sus fiscalizadores para resguardar el borde costero y evitar que sea nuevamente ocupado por comerciantes.

Poco después de asumir, la alcaldesa Ripamonti trazó una hoja de ruta frente a esta problemática, que ya se veía recrudecer como efecto de la pandemia y tras el aumento de la cesantía. Así, se estableció una mesa de trabajo con el comercio establecido, la Cámara de Comercio y Turismo, vecinos y policías, para recuperar el espacio público y -en paralelo- abordar la situación de los ambulantes, que han proliferado en la ciudad, llegando a espacios que nunca antes habían sido ocupados.

Con estos últimos se han planificado ferias itinerantes y establecidas, a la vez que se analiza la situación particular de las familias.

La mesa, además, avanza en reconocer el sistema de abastecimiento de los ambulantes -para interceptar proveedores, detectar actos delictivos e infracciones a la propiedad intelectual- y se está interviniendo, además, el espacio público en el centro, colocando mobiliario y macetas, para impedir que se instalen en determinados sectores.

En esta línea, el concejal René Lues (DC) propone otorgar a los ambulantes con mayores carencias “espacios pequeños, ordenados, que no afecten las áreas de tránsito de las personas, y con una estructura y estética que esté acorde a una ciudad turística”. Además, apunta a crear zonas “para food trucks o centros de artesanía”. Su par Sandro Puebla (Ind. pro PS) comenta que “estamos contra el tiempo. Hay que proceder a la brevedad con acciones concretas”.

Calle Valparaíso, Viña del Mar. Foto: Dedvi Missene.

La concurrida calle Valparaíso, a pocos metros de la Municipalidad de Viña del Mar, tiene el mismo problema, aunque no ha sido desalojada. Según un catastro realizado en noviembre por el municipio, 240 personas venden sus productos allí, en un tramo de apenas seis cuadras. De ese total, el 58% son mujeres; el 77% comercializa vestuario y/o accesorios; el 66% es de nacionalidad chilena (el 11% haitiana y el 10,8% ecuatoriana) y el 82% vive en la comuna.

Luz María Stuardo, dueña del local Luce Mía en calle Valparaíso, asegura que el comercio ilegal “no solo nos quita ventas, también promueve la delincuencia”.

Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, cifra en 3.000 los vendedores ambulantes que se instalan en diferentes puntos de la comuna, y señala que “hoy, más que ambulantes, tenemos presente en la ciudad asociaciones ilícitas, que se preparan para delinquir”.

Por eso, plantea que “sin el apoyo de las policías no existe posibilidad de que la alcaldía mejore el entorno en ningún espacio público”.

El teniente coronel Leonardo Cárdenas, prefecto (s) de Viña del Mar, comentó que el comercio ambulante “es más que un problema netamente policial, más bien, es un fenómeno social multifactorial”.

En lo que va del año, Carabineros ha controlado a más de 6.000 personas y conductores en la Ciudad Jardín, cursando 580 infracciones a comerciantes ambulantes.

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