Chile: A Cencosud se le acaba el tiempo

Hace una semana anunció su salida el CFO Rodrigo Larraín, quien lideraba la apertura en bolsa, anunciada para marzo o abril de 2019

Bajar el nivel de deuda, la caída en 58,4% de las utilidades al tercer trimestre, las complejidades que han vivido mercados clave para el gigante -como Brasil y Argentina- y la apertura total del Costanera Center son parte de los desafíos en la lista del conglomerado.

Largo y tendido habló frente a unos tres mil ejecutivos de Cencocud el creador de la compañía, Horst Paulmann. La cita fue el martes, a las 16:30, en el Club Palestino, para un brindis de fin de año. Solo cuatro días antes, el viernes 14 de diciembre, la compañía había informado a la Comisión del Mercado Financiero (CMF) que su gerente de Finanzas, Rodrigo Larraín, y el de Recursos Humanos, Rodrigo Hetz, dejarán la empresa el 1 de enero próximo.


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Según relatan los presentes, Paulmann llamó al escenario a los «Rodrigos» y agradeció su compromiso con la empresa. Se abrazaron y el presidente del directorio aprovechó de decirle a Larraín «usted me entrega el cargo con mucha más deuda de la que yo se lo pasé», desatando las risas de la plana ejecutiva de este gigante del retail en Sudamérica. Con más de seis décadas de historia, hoy tiene operaciones en Chile, Argentina, Brasil, Perú y Colombia.

El cargo de gerente de Finanzas será ocupado por Matías Germán Videla, que hoy se desempeña como líder de la división de shopping centers. Mientras que el de recursos aún es un misterio.

La salida de los ejecutivos y, fundamentalmente la de Rodrigo Larraín, pone a Cencosud en una posición más compleja de la que ya estaba. Tres meses antes, Jaime Soler había renunciado a su cargo de gerente general corporativo del holding , asumiendo en su reemplazo, el 1 de octubre, Andreas Gebhardt Strobel (ver recuadro).

A ellos se suman otros gerentes que, por diversas razones, también han dejado la empresa durante 2018: Marcos Crimella, Carlos Madina, Cristián Gutiérrez, Sebastián Valenzuela, Tomás Zavala y René Vuskovic.

Tras el último anuncio de recambio ejecutivo, la acción cayó 3,18%, desde los $1.213 en que estaba ese viernes 14 de diciembre, hasta los $1.192 el lunes 17; para cerrar hace dos días en $1.221. Hace un año cada papel estaba en $1.854. La capitalización bursátil al 21 de diciembre era de US$ 5.042 millones, en circunstancias que en igual fecha de 2017 llegaba a US$ 5.510 millones, y en diciembre de 2016 totalizaba US$ 8.104 millones.

Larraín era el hombre encargado de solucionar los avatares financieros de la compañía y estaba liderando el equipo para ejecutar la gran operación que se anunció el 31 de agosto: la venta -ya sea en forma privada o pública en bolsa-, de entre 20 y 30% de su negocio inmobiliario. Una maniobra que incluye solo los centros comerciales en Chile, Perú y Colombia, y deja fuera a los de Argentina y Brasil.

Lo operación, según lo que se informó a la CMF, se hará efectiva entre marzo y abril de 2019 y los bancos contratados son JP Morgan y BofA Merrill Lynch.

«Rodrigo Larraín estaba encima de la apertura en bolsa. El gerente de finanzas da la cara al mercado», precisa un cercano al proceso, para graficar la inquietud de que quien estaba a cargo de la próxima operación haya decidido dar un paso al costado.

Según Francisco Soto, gerente de renta variable de Tanner Investment, el mercado no leyó bien la salida. «(Cencosud) Claramente ha tenido una rotación importante de ejecutivos de primera línea y más que mostrar que la empresa está en problemas, refleja que al final es Paulmann quien toma todas las decisiones y deja poca autonomía a sus ejecutivos», resume.

La salida del gerente de Finanzas tomó a Paulmann por sorpresa. Habían trabajado juntos por más de seis años y el ejecutivo era de su círculo de confianza. Fue antes del último directorio del 14 de diciembre cuando le comunicó su renuncia indeclinable. Y a los pocos días lo hizo Rodrigo Hetz.

«A partir de la salida de Soler, empezaron a cambiar ciertas cosas en la empresa que lo fueron poniendo en una posición cada vez menos cómoda con respecto a su rol de CFO. Larraín se la jugó por ordenar la toma de decisiones, por tener una disciplina financiera, vender activos, refinanciar y por poner todo el foco en mantener el investment grade y reducir la deuda», asegura un cercano al ejecutivo.

IPO: Inscripción de la sociedad a fines de enero

En reserva, varios agentes del mercado manifiestan dudas respecto de si Cencosud será capaz de materializar su IPO en los plazos que se fijaron. Hay quienes aseguran que es imposible lograrlo y que Paulmann solo estaría ganando tiempo, a la espera que mejoren las ventas y que las operaciones en Brasil repunten.

«¿Cuál es la definición del perímetro? ¿Qué se ha avanzado? Ya estamos casi en enero y no sabemos cuál es el equipo con el que va a operar Shopping, qué relato le van a contar al mercado. No se ven fechas y no veo ninguna posibilidad», advierte un experto en la materia.

Francisco Soto, de Tanner, cree que Cencosud no tiene otra salida: «Van a tener que hacer el IPO y recaudar plata para poder hacer frente a la deuda».

No es primera vez que la firma del elefante dice que va a vender una parte de sus activos inmuebles. En 2015 informó con bombos y platillos que se iba a desprender del 25% de su área inmobiliaria y fue el mismo Paulmann quien, en la junta de accionistas de abril de 2016, explicó la decisión de dejar en stand by la operación porque «no era el momento».

Hasta ahora, aún no han registrado la nueva sociedad en la CMF, pero desde la compañía aseguran que están trabajando en el proceso de inscripción y debería estar a fines de enero o principios de febrero. Cuando eso suceda, el regulador tiene un plazo de 60 días para formular observaciones.

Pese a los tiempos apretados, en Cencosud aclaran que el controlador está decidido a seguir adelante con el IPO: «Todavía se puede hacer en las fechas que anunciaron. Cuando Paulmann quiere sacar algo adelante, es una máquina y él ha declarado que el IPO va de todas maneras (…) Paulmann aprobó los perímetros, se saben los activos que entran; están los bancos contratados, ya se dividieron las sociedades. Si el equipo sigue trabajando como lo está haciendo hoy, podemos llegar», señalan en la compañía.

El éxito de esta apertura es fundamental para que la empresa mantenga el grado de inversión y pueda alivianar en unos $1.000 millones su deuda, -que asciende a US$ 4.900 millones según informa Cencosud-, que los tiene sin poder ejecutar planes de expansión como solía hacerlo en el pasado: a gran escala.

A fines de junio, Feller Rate y Humphreys le asignaron una nota AA- y perspectiva estable a sus bonos y títulos de deuda de largo plazo. Sin embargo en abril pasado Moody’s mantuvo su clasificación en Baa3, pero bajó su perspectiva desde «estable» a «negativa», encendiendo alertas. Una nueva revisión por parte de las agencias clasificadoras se espera para abril y, de no tener la IPO lista, la baja en el investment grade sería un hecho.

«La mayor preocupación para el mercado es qué va a pasar con el investment grade . Después de los últimos resultados de la compañía, el management se iba a Estados Unidos a hablar con las clasificadoras de riesgo y después de unas semanas aparece esta noticia», explica Iñaki Arrivillaga, portfolio mánager de Credicorp.

El ejecutivo reconoce que hay ruido en el mercado respecto de la situación de la firma, pero advierte: «Hay que ponerlo en contexto: es una empresa solvente, que tiene una capacidad de generar flujos positivos en el mediano plazo».

Según el último estado financiero, el ratio de endeudamiento de la compañía -deuda financiera neta /ebitda ajustado- aumentó desde 4,18 a 4,48 veces. Para no perder el grado de inversión, las clasificadoras de riesgo le piden que llegue a 4 veces.

En noviembre las AFP, que tenían a Cencosud como su principal inversión accionaria local, realizaron ventas netas por $24.226 millones. De este modo, la firma pasó del primero al quinto lugar entre sus favoritas.

Desafíos en resultados, comercio electrónico y apertura de Costanera Center

Crecer en la región le costó muy caro al conglomerado. En particular, la compra de Carrefour en Colombia por US$ 2.600 millones, en 2012, disparó el nivel de deuda. Paralelamente, la desaceleración de la demanda en países clave y donde acababa de aterrizar, como Brasil, se agudizó, empeorando la situación financiera.

La compañía ha hecho esfuerzos para reducir su nivel de deuda vendiendo activos prescindibles. En 2014 se desprendió del 51% de su operación financiera en Chile, a manos de Scotiabank, recaudando US$ 280 millones. El año pasado vendió 21 propiedades por US$ 7 millones y en lo que va corrido de 2018 se sumaron otros US$ 4,8 millones por la enajenación de seis terrenos adicionales. Esta semana fue el turno de 10 hectáreas en Pudahuel a Red Megacentro, por US$ 25 millones.

Pero la deuda no baja, por eso es clave la salida a bolsa de los centros comerciales de Cencosud.

Además, entre los activos que entran en la IPO está el emblemático proyecto de Horst Paulmann, el Costanera Center. Hace nueve años está a la espera de los permisos definitivos que le autoricen su funcionamiento completo. Hoy hay solo 15 mil metros cuadrados habilitados, pero otros 100 mil metros de oficinas esperan ansiosos para ser arrendados y las habitaciones del hotel AC by Marriott se llenan de polvo.

Los resultados de la firma tampoco han estado a la altura. A la caída en 58,4% de sus utilidades al tercer trimestre -$49.387 millones-, se suman los $5.612 millones en pérdidas registradas entre julio y septiembre, golpeadas en particular por un efecto contable en Argentina, la adopción de la norma que obliga a reflejar el efecto de economías hiperinflacionarias.

El comercio online , y no quedarse rezagados en la relevante «última milla», es otro gran desafío para la firma. Walmart compró Cornershop y, previamente, Falabella sorprendió al mercado adquiriendo la plataforma Linio; pero Cencosud no ha dado el gran golpe y el mercado sigue a la espera de ver cómo la cadena del elefante se desplegará en el mundo «tecnológico».

«El gran problema de fondo es que esta es una empresa con presencia en cinco países, en un negocio que está migrando mucho y muy rápido y con cinco unidades de negocios, con 15 marcas, y es tremendamente compleja de operar y manejar. Hay que entender cómo se está moviendo el negocio hacia la transformación digital», analiza un experto en retail . Hoy Cencosud es controlada, con el 53,31%, a través de Inversiones Quinchamalí. Ahí, los tres hijos mayores de Horst Paulmann -Manfred, Peter y Heike- tienen el 74,7% y el padre 25,3%. Un tema que también ronda en el mercado es quién sucederá a Paulmann en el liderazgo de la compañía en el futuro.

Francisco Soto, de Tanner, es tajante: «Yo soy de la tesis que Paulmann debiese vender la empresa. Él hizo una apuesta equivocada, que el rubro retail iba continuar de la misma forma que en los últimos 10 años y eso no ocurrió. Además, está quién toma las riendas de la empresa si es que él se va, por esa actitud de no dejar a los ejecutivos con autonomía», concluye.

La salida a bolsa de los centros comerciales es fundamental para que Cencosud pueda bajar la deuda, algo que monitorean de cerca las clasificadoras de riesgo.