Gracias a sus avances concretos en temas ambientales, sociales, ética y gobernanza, la entidad financiera lidera el ranking general que incluyó a más de 100 compañías del país.
Más de 100 compañías fueron destacadas en el ranking Merco ESG que se presentó este 20 de abril y que ubicó a Banco Bci en el primer lugar general entre las empresas más sostenibles del país, consiguiendo también la misma posición en el apartado que mide Sociedad.
Se trata de la primera vez que se realiza esta premiación en Chile, mediante el cual la comunidad destaca los avances concretos de las empresas de nuestro país en temas ambientales, sociales, ética y gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).
“Este reconocimiento refuerza nuestro compromiso por generar un impacto positivo en la sociedad, integrando y generando impacto económico, social y ambiental desde el negocio, y creando valor para todos nuestros stakeholders: clientes, colaboradores, accionistas y comunidad”, comenta Paola Alvano, Gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Bci.
Con la sostenibilidad como uno de los pilares estratégicos de la compañía, en el último tiempo Bci ha impulsado una serie de iniciativas, tanto internas como hacia la comunidad, que tienen por objeto generar un impacto positivo.
Prueba de ello es que, por ejemplo, en 2021 la compañía fue incluida por sexto año consecutivo en la medición chilena y latinoamericana del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice de mayor prestigio en la materia de gobierno corporativo, ecoeficiencia y atracción de talento a nivel mundial.
Buscando impactar desde todas las áreas
Con la sostenibilidad también como foco del negocio, la compañía ha realizado siete emisiones de bonos verdes por un total de US $158 millones, entre las que se destaca la primera colocación pública por parte de un banco chileno en el mercado suizo, que se concretó en enero pasado. En esa misma línea, solo en los últimos dos años, Bci ha financiado más de $137 mil millones en proyectos con impacto positivo en el medio ambiente.
En esa misma línea, hace poco la empresa lanzó el primer fondo mutuo de Chile con foco en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de consolidar el Portafolio Accionario ESG de Bci Corredor de Bolsa.
“Asimismo, hemos impulsado la descarbonización de nuestra cartera, estableciendo políticas de riesgo que nos entregan un marco de admisión crediticia que promueve las inversiones verdes y descarta expresamente las que se relacionen con actividades contaminantes”, explica Alvano.
El compromiso del banco por continuar avanzando hacia las finanzas sostenibles los ha llevado también a convertirse en el primer banco de la región en adherir a los Principios de Banca Responsable de la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) y a ser pioneros en también en ser parte del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras (TCFD por sus siglas en inglés)
En cuanto a las operaciones, desde el año 2017 Bci ha medido y mitigado su huella de carbono, con diversos proyectos de eficiencia energética, entre los que se incluyen cambios en equipos de iluminación y climatización, compra de energía cliente libre, controles de demanda energética y gestión de valorización de residuos. Gracias a todo esto, el año pasado la entidad logró reducir en un 42% su huella de carbono, convirtiéndose en el primer banco de origen chileno en alcanzar la carbono neutralidad.
Por otro lado, además de implementar una serie de innovaciones de cara a mejorar la calidad de vida de todos quienes forman parte de la organización, el banco se posiciona también como una de las primeras organizaciones en implementar un proceso de selección 100% inclusivo punta a punta. Junto con eso, también formalizó su Política de Derechos Humanos.
Asimismo pensando en la comunidad, el banco sigue acercando la cultura y patrimonio chileno a las personas, el banco ha desarrollado una serie de iniciativas, que ha permitido transformar la calidad de vida de más de 200 niñas, mejor las condiciones de más de 3.800 personas mayores y perfecciona las competencias para desarrollarse en el siglo XXI en estudiantes de colegios vulnerables.
