Asociación Nacional de Botillerías advierte colapso de la industria

Nevera con botellas y latas

La Asociación Nacional de Botillerías (AGBOTCH), entidad gremial que agrupa a más de 4 mil pequeños empresarios independientes del país, ha decidido lanzar un llamado de alerta a la opinión pública y a las autoridades, ante la posibilidad de un inminente colapso de esta industria, principalmente impulsada por las medidas que restringen el funcionamiento del sector y que a la fecha ha generado el cierre forzoso de al menos, el 10% de los locatarios dedicados al rubro.

Según cifras entregadas por los Botilleros de Chile, el 50% de sus asociados se encuentra en situación de mora, cesación de pagos o con protestos financieros, ante la imposibilidad de operar con normalidad y debido a esto, más de 2 mil pequeños empresarios se han visto impedidos de acceder a beneficios y programas estatales, ya que todos estos piden como requisito, encontrarse al día con sus obligaciones.


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Marcial Pérez, presidente de AGBOTCH, indicó que “con las nuevas medidas de restricción y cierre total del comercio para este fin de semana, más del 90% de la industria de los botilleros no podrá operar, debido a que sólo se permitirá hacerlo mediante despachos o envíos con aplicaciones “. Pérez puntualiza ante la situación que “lamentablemente, las autoridades se olvidan del importante papel que cumplen los Botilleros de Chile en comunidades aisladas, en zonas de escasos recursos y en comunidades que sufren la vulneración social, lugares donde estos pequeños locatarios son los únicos que proveen insumos básicos, líquidos y otros de consumo de primera necesidad en momentos donde los ‘delivery’ no llegan, no funcionan o sencillamente no existen para esos consumidores”.

El líder de los Botilleros de Chile afirmó que las nuevas medidas restrictivas están colocando la lápida a una industria bicentenaria, que genera al menos 20 mil puestos de trabajo directos, sustenta a 4 mil pequeños empresarios y sus familias y que, a la fecha, ya ha cobrado el cierre de no menos del 10% de la industria.

“Gracias a nuestro interés por seguir liderando la transformación, profesionalización y modernización de esta industria, logramos hace pocos meses que la autoridad emitiera una nueva reglamentación, que faculta a los pequeños y medianos Botilleros de Chile, para que puedan ampliar su rubro y se conviertan en micromarkets de barrio, hecho que nos llena de orgullo, porque en plena crisis económica y en pandemia, la mayoría de ellos cumple no sólo una función comercial, sino también social. Esto porque son los únicos que abastecen a familias y comunidades donde hoy no existe el retail, los supermercados o el delivery, algo que, al parecer, olvidan las autoridades”, indicó Pérez.

Según cifras de la Asociación, el 50% de las ventas de estos pequeños comerciantes ocurre durante los fines de semana. Con las medidas que hoy afectan a los Botilleros de Chile y que impiden operar de manera responsable, cada negocio en promedio podría dejar de percibir entre $ 28 millones hasta $ 50 millones en ventas por mes, lo que, traducido a nivel de industria, la actual medida generaría pérdidas económicas calculadas en no menos de $ 140.000 millones, sólo en el mes de marzo.

El presidente de la AGBOTCH afirmó que ve “con pesar y con impotencia” como la autoridad ha abandonado un sector económico tradicional e histórico que sustenta cerca de 20 mil empleos y que beneficia de manera a más de 60 mil familias a nivel nacional.

“Durante el desarrollo de la esta pandemia, los Botilleros de Chile asumieron el compromiso de potenciar y reconvertir sus negocios que antes estaban sólo limitados a la venta de alcohol y bebidas por ley. Gracias a nuestros esfuerzos, hoy los pequeños botilleros no sólo somos un punto de abastecimiento para las comunidades donde el retail y los delivery no entran sino que, además, estamos trabajando fuertemente con comunidades, organizaciones, Juntas de Vecinos y Municipalidades, para servir como centros de acopio y de custodia para ayudas sociales, cuando no existen lugares físicos para guardar y distribuir estos apoyos, algo que también se pone en riesgo ante el quiebre inminente de nuestro sector”, asegura Marcial Pérez.

Referente a las medidas de seguridad sanitarias, el líder de los Botilleros de Chile comentó que “hemos instruido a nuestros asociados a privilegiar la atención de sus clientes sin contactos estrechos, mediante el establecimiento de zonas de recepción con separaciones físicas entre los que atienden y los que compran. Sumado a esto, hemos generado e implementado señaléticas, instructivos y políticas para cuidar a nuestros compradores y evitar focos de contagio, los que a la fecha no han ocurrido, hecho que nos refrenda que seguimos siendo parte de la solución y el alivio para las familias que necesitan un negocio de barrio abierto, cuando las condiciones sanitarias y las disposiciones de la autoridad tienden a cerrar los pequeños comercios”.

Frente a la instrucción de operar con Delivery o despachos a domicilio, Marcial Pérez fue tajante en afirmar que en el corto plazo, es absolutamente imposible de realizar. “Lamentablemente la autoridad olvida que no somos un gran conglomerado económico, no somos supermercadistas y no somos un retail, donde puede disponer libremente de sus espacios para reconvertirse. Casi la totalidad de los Botilleros de Chile somos pequeños negocios familiares y de barrio donde no es posible habilitar ‘dark zones’ o zonas dedicadas únicamente a entrega remota los cuales, además, deben contar con puertas traseras o ‘back doors´ que eviten mezclar al repartidor con el cliente. Y todo esto tiene que ir aparejado con remodelaciones que implican cierres de locales, autorización de los dueños de las propiedades para realizar estas modificaciones, la inyección de importantes recursos que hoy el pequeño botillero no posee y además, tramitar eternas solicitudes para la autorización de operar bajo nuevas condiciones, algo que hoy la autoridad definitivamente no está haciendo”.

Finalmente, el director de la Asociación Nacional de Botillerías, hizo un fuerte llamado al Gobierno para que tome en cuenta el serio peligro que corre un importante segmento de la economía, la cual está al borde de la desaparición no producto de la crisis económica o la pandemia, sino por “el absoluto abandono y olvido de parte de las Autoridades, las cuales al parecer no terminan de entender el importante papel que cumplen estos 4 mil pequeños comerciantes para mantener la cadena de abastecimiento en sectores que hoy lo necesitan más que nunca”.