El gigante energético Enel enfrenta otro revés en su intento de vender su distribuidora brasileña, Enel Ceará, ya que diferencias en la forma de pago han detenido el proceso de venta en una etapa avanzada de negociación. La venta, valorada en unos US$ 1.600 millones, se perfilaba como una de las mayores operaciones del año, pero las discordancias entre las partes involucradas han complicado el cierre del acuerdo.
El medio local Valor informó que las discusiones entre Enel y los interesados, Equatorial y CPFL, se estancaron debido a que no han llegado a un consenso sobre la forma de pago del activo. Parte del acuerdo consistía en que una porción del pago se realizaría durante la renovación de la concesión, lo que generó dudas en el proceso de negociación.
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La situación ha generado urgencia en resolver el impasse para reanudar las negociaciones. Sin embargo, otro factor determinante que afecta las conversaciones es el vencimiento de la concesión de la distribuidora de Ceará en 2028. La continuidad de la concesión depende de trámites regulatorios que aún están en curso, y su resolución debe realizarse en un plazo de seis a nueve meses.
Esta situación se presenta en medio del plan de reducción de deuda que Enel ha implementado desde 2022, con el objetivo de alcanzar una reducción de deuda global de hasta US$ 21.500 millones.
El futuro de Enel Ceará sigue siendo incierto mientras las partes buscan resolver las diferencias en la forma de pago y las cuestiones regulatorias. La venta de la distribuidora, que representaría una significativa operación financiera, sigue siendo una incógnita en el escenario energético brasileño.
