El cobro de peaje por parte de Argentina a las barcazas que navegan por la Hidrovía Paraguay-Paraná ha generado tensiones en la región y ha sido cuestionado por Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil expresó su preocupación por la medida unilateral y cuestionó la legalidad de esta acción, argumentando que el gobierno argentino no ha demostrado que el peaje esté destinado a reembolsar servicios efectivamente prestados en la Hidrovía, como lo establece el Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná.
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El tema ha sido discutido en la Comisión de Acuerdo, un órgano técnico, sin llegar a un acuerdo, y ahora se espera una revisión en el Comité Intergubernamental de la Hidrovía, que tiene un carácter político. La Embajada de Brasil en Buenos Aires también ha estado realizando gestiones para abordar esta situación con las autoridades argentinas.
La detención reciente de un remolcador de bandera paraguaya, propiedad de una subsidiaria paraguaya de una empresa brasileña, en la Hidrovía, ha elevado las preocupaciones. Brasil argumenta que esta acción contradice la libertad de navegación y la seguridad jurídica. La Asociación Brasileña para el Desarrollo de la Navegación Interior (Abani) también expresó su inquietud por la creación unilateral de tasas y la retención del buque de la empresa paraguaya, ya que afecta los intereses de las empresas brasileñas que operan en la región. La situación se considera una afrenta a las inversiones realizadas en la construcción de terminales y la adquisición de activos para la navegación en la zona del río Paraguay.
