En el cambiante escenario de la industria minorista en Brasil, el Grupo Carrefour, una reconocida cadena francesa, ha tomado la decisión de reestructurar su presencia en el país sudamericano. En un movimiento estratégico, la compañía ha anunciado el cierre de 16 de sus tiendas ubicadas en Belo Horizonte, una ciudad en el sureste de Brasil. Este giro en su estrategia tiene como objetivo principal enfocarse en las ubicaciones con un perfil más orientado hacia la distribución y logística, dejando atrás locales que no se alinean con su nueva visión.
Las tiendas que están programadas para su cierre habían sido alquiladas por Carrefour a la firma DMA, propietaria de conocidas marcas locales como Epa, Minerao y Brasil Atacarejo, y líder en el sector de alimentos de Brasil. La devolución de estas unidades y la venta de los activos contenidos en las tiendas, desde refrigeradores hasta productos en stock, ponen fin a una prolongada disputa legal relacionada con los contratos de alquiler.
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Este paso estratégico, según analistas del sector, otorgará a Carrefour una mayor flexibilidad para cumplir con las crecientes demandas del sector en términos de logística y distribución. El anuncio reciente se suma a la serie de movimientos realizados por la filial local de Carrefour, que en mayo anunció negociaciones exclusivas para la venta de cinco centros de distribución y cinco tiendas en Brasil, por una cifra cercana a los US$ 260 millones. Estos centros de distribución se encuentran en diversas ciudades, como Osasco, Jacareí, Jaboatão dos Guararapes, Porto Alegre y Salvador, mientras que las tiendas a ser vendidas se localizan en Guarulhos, Jacareí, Jandira, Santo André y Pinhais. La decisión de Carrefour de ajustar su presencia en Brasil refleja la dinámica en constante evolución del mercado minorista en el país y su compromiso de adaptarse a las necesidades cambiantes de sus consumidores.
Con información de María Gabriela Arteaga de DFsud
