Brasil en la encrucijada: desafíos y regulación de la carne cultivada

Minerva - Carne

La perspectiva de probar albóndigas de mamut, creadas por una startup australiana como ejemplo de carne cultivada en laboratorio, refleja la creciente innovación en la industria alimentaria. Mientras Singapur ya comercializa pollo cultivado y JBS, la mayor productora de proteína animal del mundo, invierte más de USD 60 millones en un centro de investigación en Santa Catarina, Brasil enfrenta el proyecto de ley 4616/23, que busca prohibir la investigación y venta de carne cultivada en el país.

A nivel global, la aceptación de la carne cultivada ha ido en aumento, con países como Singapur aprobando su venta comercial en 2020. Sin embargo, el proyecto de ley en Brasil refleja la preocupación sobre los efectos a largo plazo en la salud humana y el medio ambiente, cuestionando la seguridad y sostenibilidad de esta innovadora forma de producción de carne.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Vea también: Supermercado online Justo anuncia lanzamiento de productos con sello propio

Uruguay e Italia también están debatiendo la prohibición de la carne cultivada, mientras las inversiones en este sector han fluctuado, superando los USD 1.300 millones en 2021 y descendiendo a alrededor de USD 900 millones el año pasado. A pesar de las inversiones en tecnologías alimentarias, como la carne cultivada y alternativas basadas en plantas, la caída en inversiones totales de startups se alinea con las tendencias generales de la industria de capital de riesgo.

Carne Cultivada vs. Plant-Based: Cambios en las Inversiones

La competencia entre carne cultivada y alternativas basadas en plantas, conocidas como «plant-based,» ha experimentado un cambio en inversiones. En 2022, las inversiones en carne cultivada superaron por primera vez a las destinadas a productos de origen vegetal, señalando una transición en las preferencias de los inversionistas hacia métodos más avanzados de producción cárnica.

En el contexto legal, el proyecto de ley 4616/23 en Brasil, que busca prohibir y penalizar la investigación de carne cultivada, ha generado controversia. Expertos legales destacan que tal legislación podría violar principios fundamentales, como la libertad de investigación consagrada en la Constitución Federal. La discusión sobre la regulación de la carne cultivada en Brasil refleja tensiones entre la innovación y la protección de intereses económicos tradicionales, especialmente en el sector ganadero.

Desafíos y Perspectivas en la Industria de Carne Cultivada

A pesar de la caída en las inversiones y los desafíos regulatorios, las empresas líderes, como JBS, ya operan en la industria de carne cultivada en otros países. La construcción de la mayor fábrica de proteína de vacuno cultivada del mundo en España indica que las inversiones en este sector no están limitadas por las regulaciones locales en Brasil.

El proyecto de ley 4616/23 ha generado preocupaciones entre defensores de la innovación y las proteínas alternativas, quienes argumentan que estas regulaciones podrían inhibir el progreso científico y obstaculizar el avance hacia métodos de producción más sostenibles y éticos. A medida que la tecnología de carne cultivada avanza en otros lugares, la posición de Brasil en este debate podría afectar su papel en la revolución alimentaria mundial y la transición hacia prácticas más amigables con el medio ambiente en la producción de proteínas.

Con información de Lexlatin