La venta y circulación de vehículos eléctricos en América Latina están experimentando un crecimiento significativo, con un aumento del 21% en las ventas en 2022, llegando a un total de 143,281 autos vendidos en la región. A pesar de la falta de normativas claras y políticas agresivas de apoyo en la mayoría de los países latinoamericanos, la tendencia hacia la movilidad eléctrica está en aumento, y Bolivia no es la excepción.
La región, históricamente dependiente de la venta de hidrocarburos tradicionales, se enfrenta gradualmente al desafío de adoptar una movilidad más limpia. En 2022, América Latina registró un crecimiento del 21.7% en la venta de vehículos eléctricos e híbridos en comparación con 2021, y la tendencia continúa en alza en 2023.
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A pesar de ritmos dispares en la adopción de estas tecnologías debido a las diferentes regulaciones, la adopción de vehículos eléctricos e híbridos está ganando impulso en la región latinoamericana, con regulaciones flexibles que facilitan su adopción.
En el caso de Bolivia, el Decreto 4539, emitido en julio de 2021, estableció políticas integrales de uso de energía eléctrica para fomentar la movilidad sostenible, incentivando la fabricación, ensamblaje e importación de vehículos eléctricos e híbridos. Como resultado, la importación de estos vehículos ha experimentado un crecimiento constante, pasando de 429 motorizados eléctricos en 2021 a 788 en 2023.
A nivel global, la tendencia hacia los vehículos eléctricos también es notable, con un aumento significativo en las ventas en los últimos años. A pesar de que los vehículos a combustión interna siguen siendo dominantes, el crecimiento de los vehículos eléctricos es imparable y se espera que continúe en las próximas décadas, contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio hacia fuentes de energía renovable en el sector del transporte.
Con información de La Razón
