Industrias de bebidas preocupadas por nuevo rango de alícuotas en el ICE, pueden llegar a la «irracionalidad»

Según publica el portal  Economy industrias de bebidas preocupadas por nuevo rango de alícuotas en el ICE, pueden llegar a la «irracionalidad».

¿Tomar una cerveza? Hay dos opciones para adquirirla, la primera, en el mercado informal -tienda o Marketplace- y encontrar el producto, brasilero o argentino, a un precio de hasta Bs 4 por lata. La otra opción, es comprar un producto nacional, sólo que, al doble del precio, entre Bs 7 a Bs 9.


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La explicación es sencilla, muchos de los productos de los países vecinos forman parte de los 81 millones de litros que anualmente ingresan vía contrabando a nuestro territorio. Bajo este esquema, los contrabandistas no pagan los aranceles e impuestos de ley y, mucho menos, el Impuesto al Consumo Específico (ICE) actualizado recientemente en la Ley de Modificaciones al Presupuesto General del Estado 2022, norma que tardó menos de 15 días en ser tratada en el parlamento y promulgada por las autoridades nacionales.

En la misma, se establece un nuevo rango para el ICE, en específico para bebidas alcohólicas y no alcohólicas. El artículo modificado, enumera 12 ítems que ahora, con los nuevos rangos, tienen alícuotas que, por ejemplo, en whisky, llegan a un tributo de Bs 30 por litro (anteriormente era de Bs 15) y una alícuota porcentual de hasta 25%, cuando anteriormente este era de un 10%.

Antes de esta variación, explica Ibo Blazicevic, director nacional de Asuntos Corporativos y Legales de la CBN, la cerveza ya era la bebida alcohólica más gravada, con el ICE, respecto a otras bebidas como el vodka, ron, singani y otros. “Por otro lado, vemos que la tasa efectiva en Bolivia es del 23%, Brasil tiene una tasa efectiva del 6%, Colombia tiene 19%, Argentina 16% y Venezuela, 15%”, explica.

En el caso de las cervezas, de tener una alícuota fija de Bs 3.96 por litro, ahora se establece un rango de Bs 2,6 a Bs 10, y porcentualmente, se pasa de un 1% a un rango de 1% a 15%. “Esta Ley generar rangos en el ICE que pueden llegar a la irracionalidad con incrementos de hasta un 150% o 180% en alguna categoría”, explica Blazicevic.

De acuerdo a la Ley 1462, será un decreto supremo el que determine las alícuotas específicas para cada uno de los items señalados. Sin embargo, esta “discrecionalidad” preocupa al sector cervecero y a los empresarios en general.

“Más allá de los números, están dos realidades muy importantes: La primera, es que quienes terminan pagando este incremento al impuesto son las familias que consumen estas bebidas. El otro problema es que la generación de empleo. De 4 millones en edad de trabajar, solo 400.000 están en empresas formales. Cada año se incorporan 100.000 personas al mercado laboral, y se van a ver perjudicadas por normas como esta, pues disminuye las posibilidades para que las empresas puedan contratar más personal”, afirma Fernando Hurtado, presidente de Cainco.

Desde Ecuador, Esteban Ortiz, médico y científico, afirma que experiencias anteriores indican que, a mayor impuesto se genera una mayor informalidad y un problema de salud pública. Relata la vivencia sobre un impuesto al tabaco que, además, pretendía controlar su venta y consumo. Sin embargo, los consumidores encontraban en el mercado negro acceso a todo tipo de tabacos y, en dicho mercado, no había restricciones de edad además que los productos eran más económicos.

Algo similar al “Impuesto a la grasa” introducido por Dinamarca en 2011 y retirado un año y medio después, relata Santiago López, desde Colombia. Los consumidores simplemente viajaban a países limítrofes como Alemania donde podían comprar comidas con grasas y libres de impuestos, todo, en desmedro de la industria nacional.

Por su lado, el economista José Luis Carvajal, de la Fundación Milenio, acota que lo que se busca es buscar recursos para paliar el creciente déficit fiscal. Hace referencia a la Curva de Laffer indicando que tal vez la industria de bebidas en Bolivia llegó, o sobrepasó, el punto de recaudación máxima. “Los tipos impositivos se pueden subir y recaudar hasta un límite, a partir del cual, si sigue creciendo, la recaudación caerá debido a la falta de estímulos económicos”, explica.

En Bolivia existen alrededor de 80 cervecerías, entre grandes, medianas y pequeñas, y se estima que el sector genera alrededor de 70.000 empleos a nivel nacional, considerando la cadena de valor y los puntos de venta. “Hemos visto que otros países tienen cargas impositivas mucho menores y se vuelven muy competitivos y, hoy en día, el contrabando ha crecido un 579% entre 2013 a la fecha. Estos factores ponen en riesgo la industria de bebidas en Bolivia que, creo más bien, debería ser obligación del Estado protegerla y tratar de incentivarla”, afirma Blazicevic.