Volt: «Sólo le pedimos al Gobierno que nos deje trabajar»

Daniel Parodi, CEO de Volt Motors

De acuerdo a información del portal de noticias Insideevs, Daniel Parodi habló sobre la imposibilidad de importar piezas para producir. «Somos tozudos y no queremos, pero tendremos que saber que una posibildad es cerrar».

Volt Motors es una empresa cordobesa que fabrica vehículos eléctricos. En su portfolio se encuentran el W1 (saber más), E1 (saber más) y Z1 (saber más), y recientemente presentó el e-Taxi I que ya está a la venta en Argentina.


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Le preguntamos a Daniel Parodi, CEO de Volt Motors, por su última novedad pero también por la actualidad de la marca teniendo en cuenta la dificultad de poder importar piezas (ver nota: “Es preferible tener mercadería en stock antes que venderla»), el cambio de SIMI a SIRA (saber más) y su proyección a futuro. La entrevista completa se reproduce a continuación.

-¿Cuántos autos produjeron en 2022? ¿Cuántos vendieron y qué mix?

Este año post pandemia fue muy difícil ya que también nos tocó también atravesar todas las problemáticas a nivel mundial y local. Eso hizo que nuestra planificación se ralentizara. Estamos en Córdoba con un hub de producción con una capacidad de fabricar hasta 3000 vehículos por año, pero en 2022 terminaremos con muy pocos, entre 60 y 70 entre los 3 modelos que tenemos disponibles.

-Es mucha esa diferencia. ¿Qué ocurrió?

Tuvimos y tenemos gravísimos problemas de suministros para importar insumos que no se pueden sustituir.

-¿Cuáles puntualmente?

Deberíamos haber comprado hace un mes las celdas para baterías necesarias para el 2023. Desde el Gobierno dicen que la industria es estratégica pero la realidad es que hoy no hay interlocutores.

-¿Cuál es el problema?

Es fundamental que el gobierno nos deje pagar anticipado como exigen los fabricantes y como paga el mundo. No hay otra forma de conseguir un cupo para las especificaciones de Volt Motors.

-Con el cambio de SIMI a SIRA y la posibilidad de pagar con dólares propios, ¿no es una posibilidad viable?

Estamos desconcertados. No somos especialistas en dólares. Somos ingenieros y nos piden hacer cosas ilógicas. Si no me dejas traer el insumo que no puedo sustituir, en este caso la química de las baterías, ya está…. tendremos que saber que una posibilidad es cerrar. Me molesta mucho. No queremos llegar a eso ni me gusta decirlo.

-¿Desde dónde las importan?

La química de las baterías de litio la tiene lamentablemente oriente (China en un 95%, y resto se reparte entre Japón y Corea del Sur). Se han monopolizado el mundo preparándose para este momento. Hoy querés comprar celdas de baterías y dependés exclusivamente de ellos.

-¿Vislumbra alguna solución?

Dependemos de que China nos vendan la química para poder fabricar baterías. El Gobierno nos habilita las SIRA, pero podemos pagarle a China a mediano plazo… eso es inviable en este rubro. Vos tenés, como mínimo, que pagar anticipado. ¿Y entonces? Estamos ante una situación muy grave con muy poca disponibilidad de dólares…. empiezan a cerrar fábricas.

-Con todo esto que me dice, el panorama no es muy alentador…

No, es gravísimo.

-¿Qué le pediría al Gobierno?

Sólo que nos deje trabajar. Con esto se terminaron las palabras.

-¿Pensaron en algún momento irse del país?

No, por ahora. Representamos a un grupo de empresas fuertemente arraigadas y con muchos años de historia en Argentina y por eso pensamos que de alguna manera hay que devolverlo. Entendemos y esperamos que sea coyuntural. Tenemos que solucionar y exponenciar el negocio en el mediano plazo.

-¿Qué sensaciones le provoca todo esto?

Tengo bronca y resignación en los primeros diez minutos. Luego quiero pensar la solución. Tenemos que ser parte de la solución. Queremos hacer retruco, somos un poco tozudos.

-YPF Y-Tec anunció que fabricará baterías de litio en Argentina (saber más). ¿Esa puede ser la solución?

Bienvenido lo de YPF, pero lo que hará es una escala pequeña y empezará con celdas que no aplicarán para el uso en vehículos como los nuestros que tienen 20 kw/h. Aplaudo la iniciativa porque por algo hay que empezar.

-¿Qué porcentaje de piezas nacionales tienen los vehículos que fabrica Volt?

En nuestro caso es muy importante ya que supera el 60%. La parte más importante del costo del vehículo es el conocimiento. Y eso lo hacen nuestros ingenieros. Las matrices son de aluminio y están generadas por nosotros. Un juego de matrices “tradicional” cuesta 50 millones de dólares, con lo cual es improbable que alguien sin conocimiento pueda generarla. Nosotros somos locos porque la desarrollamos propiamente después de haber hecho el diseño. Luego la industrializamos.

-Entonces hacen el mismo trabajo que una terminal automotriz.

Al margen de la escala, dónde en ese punto no podemos compararnos, somos una matriz automotriz. Con todos nuestros Ingenieros diseñamos, desarrollamos y producimos de punta a punta. Somos distintos a otros que tienen una terminal o ensambladora, o a algunos colegas que dicen que fabrican autos argentinos pero la realidad es que son diseñados y producidos del otro lado del mundo y acá solamente se ensamblan.

-Precisamente Pablo Naya declaró a este medio sobre el origen de los productos de Coradir, comentando que los venden como autos argentinos, pero son autos chinos (saber más). ¿Qué tiene para decir al respecto?

Pienso parecido a Pablo Naya. No podés decir que hacés un producto argentino. No hace falta ser investigador privado para darse cuenta. Ellos arman un Rasti. Hace poco la televisión alemana nos realizó nos hizo una nota ambos: Mirá las imágenes y comparalas (ver video de DW debajo). Probablemente un auto chino sea mejor negocio y mucho más rentable pero nunca una oferta de ese tipo podría desarrollar y resolver un problema o una necesidad como la de los taxis que nos estamos ocupando. Al no tener el conocimiento y las herramientas propias es imposible pedirles a los chinos que lo adapten. Si querés ir por el atajo e importar un vehículo que ni en Europa ni Estados Unidos se puede vender, es otra cosa.

-¿Cómo se diferencia Volt Motors entonces?

Volt Motors es el sueño de Industria Argentina con gran integración y básicamente aportando todo el conocimiento que tenemos. Hace 40 años en Córdoba fabricamos misiles, industria que se desarmó en la década del 90. Esos ingenieros quedaron dando clases en la universidades y comenzaron pensar en el futuro de la movilidad y concluyeron… Deberán ser vehículos 100% eléctricos, livianos, conectados, compartidos y autónomos. Y eso es Volt Motors, una empresa tecnológica que viene a proponer en forma disruptiva la movilidad de personas y cosas en forma eficiente. Lo hacemos desde el principio. Producimos el diseño, casi la mitad de los que trabajan en la empresa son ingenieros y también industriales. Todas las matrices de producción están generadas por nosotros. Tenemos perfil bajo, nos gusta hacer y hablar poco. Tenemos una línea de montaje, con tecnología. Somos disruptivos y con conocimiento argentino. Por eso, cómo te comentaba anteriormente, no ensamblamos como hacen otros, pasamos a ser una matriz automotriz salvando las distancias de la escala. Diseñamos, desarrollamos y producimos los vehículos en Argentina.

-Precisamente acaban de presentar el e-Taxi. ¿Cómo surgió la idea?

Surgió de la necesidad de la industria del taxi, la cual está atravesando una fuerte suba de costos. Con esta coyuntura se achicó el negocio y casi no es rentable. Entonces desde Córdoba planteamos esta disrupción donde podemos ayudar a bajar los costos sin tocar los precios y mejorar la rentabilidad sin aumentar al público, ya que nuestros vehículos operan con un 90% menos de costos de operación y de mantenimiento que los tradicionales. Hoy con la tecnología y conocimiento que tenemos disponibles, optimizando esta ecuación, podemos estar haciendo algo diferenciador a los efectos de cuidar el medio ambiente, descarbonizar ciudades y no derrochar nuestros recursos, cuidad a la sociedad y generar una mejor ecuación para el servicio de taxis.

-¿Cómo fue el desarrollo?

El concept e-Taxi II se realizó en cuatro meses sobre la base del E1 al plantear la necesidad de tener otro vehículo con cuatro plazas. Ya empezamos a hablar con el Ministerio de Producción y el Inti. Tendrá la base del E1 pero más alargado y la motorización y batería serán parecidas. La homologación no será tan tediosa como las anteriores. Estamos en la etapa de ensayos y homologación y después lo lanzaremos al mercado. El e-Taxi I ya está disponible.

-¿Cuáles son los pasos a seguir?

Tenemos la posibilidad de pensar un producto sin gastar millones ya que con mucho conocimiento podemos resolver la ecuación. Lo que presentamos no es una promesa o una maqueta. Ahora trabajaremos para ofrecer una buena línea de financiamiento.

-¿Cómo proyectó la rentabilidad del negocio?

Analizamos el mercado de taxis para saber cuántos hay en la calle. En Córdoba circulan entre 2000 y 3000 taxis y la misma cantidad de remises. En Rosario es parecido. En Buenos Aires muchos más. En todas las ciudades existen taxis, con problemáticas similares. Eso nos sedujo y está dentro de nuestra escala.

-Pensando en que será un auto de trabajo, ¿tendrá algún elemento de seguridad extra?

Queremos cumplir con todas las normas de seguridad. Existen vehículos de este tipo que hacen transporte de pasajeros en Estados Unidos y Europa y funcionan sin problema bajo las mismas normativas que tenemos nosotros en Argentina (similares a SAE Norteamericanas y CE Comunidad Europea). Contemplamos todo lo que pide y exige la ley y no vamos a poner en la calle nunca un auto de Volt Motors que no la cumpla. La categoría L7 (ver normativa) existe hace mucho tiempo y en el mundo funciona.

-¿No lo considera un auto inseguro?

Los organismos que homologan son los responsables de decir si un auto es seguro o no para que pueda circular. Cumplimos con las licencias LCM y LCA. Lo dice la normativa internacional.

-¿Tienen pensado exportar?

Sí, en 2023 exportaremos a Brasil. Después están solicitando vehículos desde Uruguay, República Dominica y Colombia. Imaginate la desesperación… con tanto para hacer y con este contexto difícil que comenté anteriormente.

-¿Los tentaron alguna vez para producir fuera de Argentina?

Hay una posibilidad. Inversores españoles están estudiando hacer una oferta. Queremos empezar exportando primero y luego ver la posibilidad de producir allá. Lo mismo en Brasil.

-¿Cuáles serían los planes de Volt en Argentina para lograr ser una empresa sostenible y rentable?

No sólo somos disruptivos a la hora de producir sino también a la hora de comercializar. Cuando el mercado sea exponencial, pensamos en distintos hub, que incluyan fábrica, venta y un taller de postventa, para atender a la zona de influencia, primero en Buenos Aires y luego en el NOA. La estrategia es acercar la oferta a la demanda.

-¿Qué expectativas tiene sobre la sanción de la ley de electromovilidad? (saber más).

Parece que estamos tratando de resolver otros problemas antes que este. Nosotros trabajamos con los cinco proyectos de ley que se realizaron hasta el momento. Todos nos pidieron opinión y ayuda, pero parece ser que no termina de insertarse en la agenda. No sé si por presión o qué otro motivo. El problema grave es que, si el proyecto no termina elevándose en un cierto período de tiempo, se vence y pierde estado parlamentario.

-¿Cuál es su opinión sobre la actualidad del mercado de autos eléctricos en argentina?

Estamos muy lejos del resto del mundo en los ratios de adopción. Lo que debería hacer el estado es cambiar la matriz energética y aprovechar nuestros recursos. Tenemos que seguir al mundo. Mientras más lento vayamos, más costará adecuarnos. Debería tomar medidas proactivas para incentivar tanto la producción como ayuda a la adquisición de los vehículos como por ejemplo Moves y otros en Europa.

¿Qué opina del anuncio del Gobierno de querer tener 50% de eléctricos en 2030? (saber más).

Celebramos todo lo que tenga que ver con la difusión y el impulso de la movilidad sustentable en el país. Sin embargo, el parque automotor nacional es de casi 15 millones de unidades, aproximadamente; no me imagino cómo puede hacerse para reemplazar el 50% en eléctricos en tan poco tiempo. Pero se debe hacer con mucha voluntad. Somos la primera generación en darnos cuenta del problema que tenemos sobre la sostenibilidad de los recursos de nuestro planeta, y probablemente la última que podrá hacer algo para solucionarlo.

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