¿Quién será el nuevo líder de los jóvenes empresarios de Argentina?; En medio de un año caracterizado por decisiones electorales y una coyuntura económica inestable que afecta a grandes empresas, PyMEs y startups, la necesidad de contar con referentes y espacios de diálogo se hace cada vez más evidente para enfrentar la incertidumbre. Es en este contexto que la Unión Argentina de Jóvenes Empresarios emerge como un actor clave, autodenominándose como «la voz nacional» del sector empresarial menor de 40 años. Próximamente, Miguel Ippolito asumirá la presidencia de esta organización, y en esta ocasión, se presenta un recuento de las expectativas de más de 400 asociados que conforman esta entidad dinámica.
“Este año presenta varios desafíos para los empresarios y las empresarias radicados en Argentina, y más allá de quién gane las elecciones o la capacidad que se tenga de bajar la inflación y ajustar las variables económicas y sociales, las empresas tenemos que seguir trabajando día a día por subsistir, crecer y crear valor”, comenta Ippolito. A pesar de moverse en un escenario con una inflación anual que se cree superará el 100%, y de realizar sus operaciones comerciales con una de las monedas más devaluadas a nivel internacional, esta unión de empresarios continúa generando plazas de empleo y se cuestiona sobre el rol de sus empresas en la agenda política.
Miguel Ippolito, empresario del rubro de la construcción, cuenta que persiguen la misión de que en Argentina existan más y mejores empresas, y que para eso es fundamental dialogar con el sector público y sindical, acercando las necesidades e intereses del sector privado, de manera tal de construir juntos la matriz productiva argentina. Esta organización, que se conforma por una red de empresarios de todo el país, se encuentra buscando las claves para determinar el rumbo en materia de empleo y producción. También, se pregunta cómo gestionar a sus empresas, y a los más de 20 mil empleos directos que dependen de ellas.
“Tanto el talento como las buenas ideas y su ejecución sobran, pero faltan oportunidades de aceleración, una red de contención y contactos, y por sobre todo capital para que estos proyectos salgan a la luz y despeguen. Desde UNAJE abrimos espacios de colaboración para compartir experiencias, conocimientos y establecer vínculos para enfrentar los desafíos actuales y encontrar soluciones conjuntas», comenta Ippolito.
UNAJE tuvo su origen en 2001, durante una de las crisis económicas más atroces de nuestra historia, y ha logrado continuar con su actividad hasta el día de hoy. En medio de un éxodo de empresarios argentinos, este grupo de jóvenes está determinado a impulsar la actividad a nivel local. “Lo importante es construir sobre lo que tenemos, y no destruir para construir de nuevo, y así generar una red productiva de industrias y sectores distintos que se retroalimenten”, menciona.
Ippolito estará a cargo hasta 2025, y el interrogante más firme que se hace es: ¿Cómo poner sobre la mesa los intereses de los diferentes sectores de la sociedad en un escenario tan incierto y desafiante? “El escenario actual económico y político es de altísima incertidumbre, y ese escenario va a dominar los próximos meses y seguramente bien entrado 2024, la inestabilidad será lo único previsible, por lo que requiere algo que los empresarios argentinos suelen tener: reflejos y capacidad de adaptación. Creo que tendremos que asumir un rol más protagónico y responsable, porque somos el motor de la economía. No podemos mirar sólo nuestra empresa, tenemos que considerar el impacto que nuestras decisiones generan en toda la sociedad y en el crecimiento de nuestro país”, afirma el ejecutivo.
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Empresas de Argentina al mundo
La exportación desempeña un papel clave para colaborar en el equilibrio de los aspectos macroeconómicos. En este sentido, estos empresarios y empresarias trabajan para promover que más emprendedores puedan exportar, brindando herramientas de formación a las empresas para que se animen a dar el salto a los mercados internacionales. Además, forma parte de FIJE, la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, aspecto que facilita el acceso internacional.
“Las empresas son actores sociales, no solo económicos, y es fundamental comprender el desarrollo de la actividad desde esa perspectiva. Lo cierto es que tenemos la responsabilidad de formar, contener y dar las herramientas necesarias para el progreso de los colaboradores que hacen a las organizaciones, y generar conversaciones que trasciendan ideologías y que pongan la atención en los desafíos que enfrentamos como país”, finaliza Ippolito.
