El crecimiento del e-commerce en los últimos años se ha disparado. Una tendencia alcista que se mantiene y plantea una nueva realidad en el mercado argentino.
Un mayor acceso a internet entre la población, las mejoras tecnológicas o la proliferación de opciones de pago y otras facilidades de compra son algunos de los factores que han propiciado un notable aceleramiento en la implementación y expansión del comercio electrónico en Argentina.
En comparación con otras regiones, Argentina, junto con el resto de América Latina, estaban algo rezagadas en una tendencia global: la de la popularización del e-commerce. La plataforma de comercio electrónico eBay lleva en activo desde 1995. Y su respuesta argentina, Mercado Libre, que durante años ha dominado el mercado local, nació en 1999.
Los comercios online de negocios particulares fueron algo más tardíos, aunque hay excepciones. Algunas plataformas, sobre todo en el sector del entretenimiento, fueron pioneras y funcionan desde principios del siglo XXI. Esto es así porque, por ejemplo, para participar en juegos como el poker con dinero real es necesario contar con una cuenta desde la que operar. Igual que también es necesario tener una suscripción para poder ver series o películas en las principales plataformas en streaming o adquirir una gift card como las de Netflixpara poder disfrutar de todo el contenido.
Aun así, en América Latina, incluso la popularización de esas plataformas pioneras ha tardado en producirse mucho más que en otras partes del mundo. Eso sí, ahora que se ha producido, la revolución del e-commerce parece imparable.
Auge del comercio electrónico en Argentina
Un ejemplo muy revelador sobre cómo el e-commerce ha tardado más en popularizarse acá es la trayectoria en Argentina del retail como es Zara. La empresa española tiene presencia física en el país desde 1998 y opera online en otros países desde hace años, sin embargo, no fue hasta 2020 cuando la compañía implementó su sitio de comercio electrónico en Argentina.
De hecho, los últimos años han sido clave para la expansión del e-commerce argentino. Cada vez más negocios optan por la digitalización, lo que se traduce en más opciones para los clientes. Estos, a su vez, cada vez acceden más a internet, por lo que los negocios entienden la necesidad de tener presencia en este medio. Es un círculo que se retroalimenta.
El crecimiento del comercio electrónico fue tan acusado en 2020 que hasta el Gobierno lanzó su propia plataforma, en competencia directa con Mercado Libre.
Futuro del e-commerce argentino
Lejos de quedarse en un fenómeno puntual, la popularización del e-commerce ha seguido extendiéndose y, en la actualidad, es una realidad que forma parte de la rutina de millones de argentinos.
En 2021, el comercio electrónico creció en Argentina un 68% respecto al año anterior, en el que se produjo la gran explosión del e-commerce. En un año, se ganaron 684.459 nuevos usuarios de este servicio y, por lo que estamos viendo en lo que llevamos de 2022, el crecimiento acelerado se mantiene: en el primer trimestre de 2022, las ventas subieron en un 18% y los comercios online facturaron un 77% más que en el mismo trimestre de 2021.
Ante este crecimiento continuado, no solo hay cada vez más negocios con presencia online, sino que sectores transversales como el de las billeteras digitales también se expanden, y se plantean nuevos desafíos para el futuro.
En el pasado mes de abril, el eCommerce Full Experience 2022, organizado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), reunió de manera virtual a más 2000 empresarios del sector. En ese encuentro, se destacó la necesidad de estar preparados para los cambios que se están produciendo; que la velocidad de crecimiento del comercio electrónico no supere a la de desarrollo del sector.
Asimismo, se señaló que, igual de importante que es saber identificar y conectar con nuevos posibles clientes, lo es tener la capacidad de retener a esa nueva y amplia base de usuarios que se ha formado en los últimos años. Para ello, se tendrán que implementar nuevas estrategias como generar contenidos atractivos y diferenciadores o estudiar a los usuarios para conocer qué es lo que quieren y qué esperan de su experiencia en el comercio electrónico para saber cómo dársela.
