La reconocida Bodega Cabrini, rindió homenaje a enólogos de gran trayectoria de Mendoza
El reconocimiento a aquellos cuyas contribuciones han forjado un legado perdurable es un acto valioso que resalta la importancia de la historia y el impacto de individuos que han dejado su huella en un sector. La Bodega Familia Cabrini ha llevado a cabo un emotivo homenaje a un distinguido grupo de enólogos, cuyas influencias y logros han sido fundamentales en la historia de la vitivinicultura mendocina. Este encuentro se llevó a cabo en las instalaciones de la bodega, un espacio que albergó historias y recuerdos compartidos por estos amigos entrañables que, después de graduarse juntos en el Colegio Don Bosco de Rodeo del Medio en 1963, han mantenido una amistad cercana y compartido pasiones y momentos de camaradería.
Vea también: Con el plan Procrear 2023, argentinos pueden adquirir vivienda propia
Este homenaje no solo celebra a estos exalumnos por su título en enología y licenciatura, sino también por su papel en el avance de la industria vitivinícola. El encuentro contó con la presencia de ilustres nombres, como José Tito Mañas, Juan Antonio Fiorelli, Mario Nota y otros, quienes con dedicación y talento contribuyeron a la elaboración de millones de litros de vino en bodegas y fraccionadoras destacadas de todo el país. Aunque no todos pudieron asistir debido a razones personales o de distancia, la jornada fue un éxito en términos de camaradería y recuerdos compartidos.
Estos enólogos pioneros son recordados por haber trabajado en una época en la que las condiciones eran desafiantes y los recursos limitados, lo que resalta aún más su dedicación y destreza. Su influencia se extendió más allá de la producción de vino, ya que su trabajo influyó en la movilización de miles de empresas y personas en la industria vinícola. La Bodega Cabrini, consciente del impacto y la herencia que estos enólogos han dejado, organizó este homenaje como un gesto de agradecimiento por su contribución invaluable y su pasión compartida por las uvas y el vino.
La jornada estuvo repleta de momentos emotivos y experiencias compartidas, desde la exhibición de etiquetas de bordelesas históricas hasta la exploración del museo familiar de Cabrini, que albergaba objetos, documentos y fotografías que evocaban recuerdos entrañables. El almuerzo preparado con esmero, a cargo del chef Elías Al Jatif, cerró el día en un ambiente de camaradería y gratitud. Este homenaje resalta el profundo impacto que estos enólogos han tenido en la industria vitivinícola y su capacidad para mantener viva la pasión por el vino a lo largo de los años.
Con información de Alejandra Cicchitti de Memo
