Según el portal DFsud, Enel Américas acusa impacto de la venta de activos en Brasil y Argentina, y mantiene foco hacia la simplificación societaria
Los cambios tarifarios en Brasil y renovables impulsaron el Ebitda ajustado en un 13% a US$ 1.200 millones durante el segundo trimestre.
Enel Américas, la eléctrica que agrupa los negocios de la italiana Enel en Latinoamérica -excepto Chile-, reforzó este miércoles su compromiso con la simplificación societaria que viene llevando a cabo desde hace varios meses en la región, con miras a concentrarse «en países y activos estratégicos».
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El lineamiento surgió en medio de la entrega de sus resultados financieros, que evidenciaron caída en sus principales líneas.
La compañía reportó ganancias por US$ 169 millones en el segundo trimestre, lo que representó una caída de 19,9% frente a igual periodo de 2022, principalmente afectada por la venta de la central argentina Dock Sud (por US$ 193 millones) y los llamados cambios de perímetro.
En tanto, según el reporte emitido por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de Chile, los ingresos alcanzaron a US$ 3.230 millones entre abril y junio, lo que representa una disminución interanual de 9,8%.
El desempeño, dijo la firma, va relacionado a que «en 2023 ya no se consolidan los resultados de Enel Generación Fortaleza, Enel Distribución Goiás, Enel Generación Costanera y Central Dock Sud; de la misma forma al no renovarse la concesión de activos de transmisión que operaba Enel CIEN, se procedió a la transferencia de dichos activos al nuevo operador.»
De hecho, si no se hubiesen realizado los cambios, los ingresos hubiesen aumentado en 7,3%, impulsados principalmente por mayores ingresos en Enel São Paulo.
Foco en activos estratégicos
A fines del año 2022, Enel Américas informó su plan estratégico para el periodo 2023-2025, en el cual anunció la simplificación societaria de la compañía.
Esta apuesta apunta a concentrar las operaciones con oportunidades claras para impulsar la transición energética en la región, por lo que decidió salir de Argentina y Perú. Respecto de este último, la compañía indicó que está más cerca de enajenar todas sus subsidiarias y a todo el proceso también suma la venta de la brasileña Enel Distribución Ceará.
«En los últimos meses, hemos seguido avanzando en nuestro objetivo de simplificación societaria, para enfocarnos en países y activos estratégicos. Es así como, junto con Costanera y Docksud en Argentina, anunciamos recientemente un acuerdo para la compraventa de la Central Térmica Cartagena en Colombia, lo que nos permite enfocar nuestros esfuerzos en el desarrollo de proyectos renovables no convencionales en ese país y en la región, siendo que a partir de esta operación, cerca del 90% de nuestra capacidad será renovable», argumentó la compañía energética.
Cabe recordar que en Brasil la firma también está simplificando su operación, lo que, junto con cambios tarifarios registrados en el negocio de distribución y la operación en renovables, le permitió generar un Ebitda ajustado de US$ 1.200 millones, lo que implicó un aumentó en 13% respecto al mismo período del año anterior.
Respecto de su foco en energías renovables, señaló que «hoy tenemos una óptima posición financiera para ejecutar nuestro plan de inversiones a nivel regional. De hecho, durante la primera mitad del año hemos invertido US$ 600 millones en energías renovables, ubicadas principalmente en Brasil y Colombia».
En línea con estas declaraciones, Enel Américas destacó que a junio su deuda disminuyó en un 20% frente a 2022, alcanzando los US$ 5.500 millones, lo cual fue explicado «por una mejor posición de caja y una menor consolidación de deuda relacionada al traspaso de activo».
El detalle financiero
Con una caída de casi 4% en sus ingresos cerró el semestre la firma eléctrica, lo cual se sumó al descenso de 17,43% en su utilidad para los seis meses. Esto fue explicado principalmente por el impacto negativo relacionado a la venta de Dock Sud y de Enel Generación Costanera, totalizando entre ambas operaciones una pérdida de US$ 279 millones.
El Resultado de Explotación (EBIT) aumentó en 6,2% en el período, como un reflejo de un menor nivel de pérdidas por deterioro asociadas a las enajenaciones de activos realizadas durante 2022.
Asimismo, la deuda financiera neta disminuyó más de 7% a US$ 6.370 millones, lo cual fue explicado «por una mayor caja en Enel Brasil producto de la venta de Enel Distribución Goiás, la indemnización recibida por Enel CIEN, que dejó de operar una concesión vinculada a activos transmisión, y menor deuda en Enel Américas Holding», apuntó.
Respecto del capex utilizado en el periodo ascendió a US$ 804 millones, generando un aumento de más de 4% frente al segundo trimestre de 2022. De acuerdo con el análisis razonado, esto se debió principalmente «por mayores inversiones en Enel Colombia y en el negocio renovable en Brasil».
Fuente: DFsud
