Empresas con ganancias al aumentar inflación: lista de aumentos.

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De acuerdo al portal de noticias El Diario Ar, Empresas con ganancias al aumentar inflación: lista de aumentos.

Sociedad Comercial del Plata, YPF S.A, Importadora y Exportadora de la Patagonia (La Anónima), Grupo Supervielle S.A, Santander Río y BBVA, entre los grupos que incrementaron sus utilidades y márgenes en sus últimos ejercicios. ¿Cuál es el efecto inflacionario sobre el incremento de esas ganancias?


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Según los balances de la Comisión Nacional de Valores (CNV) hubo empresas que, durante la escalada inflacionaria de los últimos 12 meses, vieron incrementados su utilidad -en términos reales- en comparación con el mismo período del año anterior. Aquellas empresas que, aún durante el salto inflacionario pudieron engrosar sus márgenes fueron: Sociedad Comercial del Plata, YPF S.A, Importadora y Exportadora de la Patagonia (La Anónima), Camuzzi Gas, Cresud, IRSA, Fiplasto, Consultatio, Transener, Autopistas del Sol, Grupo Concesionario del Oeste S.A, Edesa Holding S.A, Bolsas y Mercados Argentinos S.A, Metrogas, Capex, Transportadora Gas del Norte, Enel, Grimoldi, Ledesma, Inversora Juramento, Rigolleau, Havanna Holding S.A, Carlos Casado, Mirgor, Edenor, Boldt, Polledo, Garovaglio, GCDI S.A, Molinos Río de la Plata, Matba Rofex S.A, Emdersa y Pampa Energía S.A. A su vez, los bancos que presentaron incrementos reales en sus ganancias fueron Grupo Supervielle S.A, Santander Río, BBVA, Grupo Financiero Valores S.A, Grupo Financiero Galicia, Banco Hipotecario y Banco Patagonia. El único banco que vio disminuida su rentabilidad real durante los últimos doce meses fue Banco Macro.

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Del universo de las empresas que no pertenecen al mundo financiero, las cinco que mejores resultados tuvieron durante los últimos doce meses fueron: Sociedad Comercial del Plata, YPF, La Anónima, Camuzzi y Cresud. La primera es un holding de inversores que cuenta con distintas empresas como principales activos -Destilería Argentina de Petróleo S.A, Canteras Cerro Negro S.A, Compañía General de Combustibles S.A, Lamb Weston Alimentos Modernos S.A, Ferroexpreso Pampeano S.A y Delta del Plata S.A, entre otros-. Estos activos forman parte del sector petrolero, construcción y agroalimentario, rubros que han experimentado, en promedio, incrementos de precios por encima de la media.

YPF es la segunda empresa que más ha engrosado sus márgenes reales durante el último año. Dedicada a la exploración y explotación de gas, petróleo y derivados, la empresa que cuenta con el Estado Nacional como accionista mayoritario ha incrementado su utilidad real en un 466% -muy similar a la variación en el precio de sus acciones-. Las inversiones realizadas en Vaca Muerta, el incremento de la producción de gas y petróleo y el incremento en el precio de la nafta –durante el 2023 hubo 7 aumentos consecutivos- son algunas de las causas por las cuales el resultado operativo de YPF ha crecido de esta manera.

La tercera empresa es la cadena de supermercados La Anónima, propiedad de Federico Braun -tío de Miguel Braun, ex secretario de comercio de Mauricio Macri-, recordado por frases del estilo “para nosotros la inflación fue un momento muy positivo. Para un supermercado que paga a 60 días y vende al contado, yo decía ‘no era un rey, era un emperador’” y “remarca precios todos los días” cuando fue consultado el año pasado en AEA sobre cómo hacerle frente a la inflación.

Camuzzi Gas es la cuarta empresa de la lista. Durante los últimos doce meses, la utilidad real se incrementó un 332%. Es una firma que se dedica a la distribución de gas natural dentro de Argentina. Es decir, se encargan de acercarle la energía –gas natural o gas licuado- a usuarios residenciales, comercios y grandes empresas. Con el gasoducto este tipo de empresas verán incrementadas sus ganancias, aún más ya que se incrementará significativamente la cantidad posible de metros cúbicos trasladados hacia los distintos puntos receptores.

La última empresa de este grupo es Cresud, una empresa que se dedica a la producción de granos y azúcar, a la ganadería y a la compra-venta de tierras. Durante el último año, su utilidad neta alcanzó los $45.054.757 miles de millones –si bien el balance del último trimestre arrojó resultados negativos, aún se encuentra dentro del top 5-. La empresa pagó dividendos, por última vez, el 27 de abril de este año.

Por el lado de los bancos, Macro fue la única entidad financiera que presentó utilidad real negativa –es decir que perdió plata en el ejercicio ingresos vs egresos-. Aun así, en promedio, los bancos obtuvieron un incremento de la utilidad del orden del 718%, una tasa muy superior a las empresas mencionadas anteriormente –a excepción de Sociedad Comercial del Plata-. La suba permanentemente de la tasa de interés de las Leliq y la diferencia que genera esto entre las tasas pasivas y las activas –la tasa que le paga al usuario el banco vs la tasa que el usuario le paga al banco- han generado, en este sector, beneficios extraordinarios.

Estas empresas tienen balances públicos porque cotizan en bolsa, con lo cual, también es posible ver cuales tuvieron un mejor rendimiento en término de valorización de sus acciones. En este caso, la empresa que lidera el incremento en la cotización de sus stocks es Edenor -187% durante el último año-, seguida por el Banco Galicia -180%-, Banco Macro -aun presentando pérdidas operativas las acciones se han valorizado un 152%-, YPF con un 136% y BBVA un 124%.

El incremento de la utilidad real de estas empresas se da en un contexto en el cual, la inflación interanual alcanzó el 115%. Una pregunta completamente genuina sería: si la inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de la economía y, a su vez, es medida por el IPC -el cual selecciona una canasta de bienes a relevar- ¿cuánto de la inflación está explicado por el incremento sostenido en los márgenes de ganancia de las grandes empresas mencionadas anteriormente?

Consultado sobre esto, Francisco Cantamutto, investigador del CONICET aseguró que “en este momento, en el cual nos encontramos en un régimen de alta inflación, las empresas, especialmente las grandes empresas que manejan mercados oligopólicos tienen capacidad aprovechar esa coyuntura, remarcando de manera más acelerada. Un documento editado por CIFRA-CTA-FLACSO de diciembre del año pasado muestra como las ramas de mayor niveles de concentración tienen mayores aumentos que la media y esto impacta en mayores ganancias a mediano plazo, funcionando como un mecanismo de impulso a la inflación aunque no de generación”. En este sentido agregó que “no solamente las grandes empresas se benefician de esta situación sino, en general, quienes perciben ingresos en moneda extranjera -que incluye no solo a los grandes exportadores-. Estos sectores, en un contexto inflacionario, son capaces de obtener ganancias, así como aquellos que pueden retener mercaderías y equipos que se revalorizan en moneda dura.”

“Si bien el acuerdo con el FMI es inflacionario, al mismo tiempo contiene la emisión monetaria, con lo cual el Estado ha tenido que generar nuevos canjes de bono para obtener financiamiento ofreciendo al sistema financiero distintos tipos de instrumentos que le ganan a la inflación. En este contexto, el sector financiero también está obteniendo ganancias”, concluyó.

Julio Gambina, docente de Economía Política de la Universidad Nacional de Rosario, comentó que “entre los ganadores principales están los especuladores, que asocian sus ganancias a las oscilaciones del tipo de cambio. No solo quienes operan en el mercado de cambio, sino aquellos que vía importaciones tuvieron acceso al tipo de cambio oficial, o quienes lograr divisas al cambio oficial para cancelar deudas en divisas. La especulación es más amplia que la compra y venta de divisas. No cualquiera ‘puede’ aumentar los precios y aunque parezca una verdad de perogrullo, los que tienen poder lo hicieron, con independencia del tamaño de sus empresas, y en ese plano, sectores regulados de la economía intervinieron sobre el gobierno para lograr actualizaciones de sus precios, tal el caso de los combustibles.”

Según un análisis publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la inflación en Europa, casi la mitad del incremento en los precios está dado por el aumento en los beneficios empresariales durante los dos últimos años. La guerra entre Ucrania y Rusia afectó de sobremanera a Europa ya que los países occidentales del viejo continente son importadores netos de energía y, el conflicto bélico, elevó el precio del gas muy por encima del valor promedio. Sin embargo, el informe del FMI muestra que, durante los últimos dos años, los precios subieron más que lo que lo hicieron los costos de la energía importada. Este mismo informe se pregunta qué sucederá a futuro con los beneficios empresariales ya que los salarios reales cayeron un 5% aproximadamente y, para poder recuperarse -manteniendo la productividad constante-, las empresas deberán ceder margen.

“Comparado con otros países industrializados, las ganancias de las empresas en Alemania han aumentado significativamente. Según la OCDE, esto abre mayores posibilidades para aumentos salariales. Los informes indican que las ganancias de las empresas en Alemania han aumentado más en los últimos años que en muchos otros países industrializados. Desde finales de 2019, es decir, el último trimestre antes del estallido de la pandemia de COVID-19, los llamados beneficios unitarios han aumentado un 24%, según informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En cambio, los costos laborales unitarios han crecido un 13% en el mismo período, a un ritmo más lento. Los beneficios unitarios representan la diferencia entre los ingresos y los costos por unidad, mientras que los costos laborales por unidad se refieren a los costos laborales para una unidad determinada” informó el portal alemán tagesschau.

Durante el 2022 los países de Europa han alcanzado máximos de 10% de inflación interanual, lo cual representa niveles significativamente menores a los que se viven en nuestro país. Esta aclaración resulta necesaria porque, si bien, después de la pandemia hubo un salto inflacionario en el mundo, no todo es lo mismo.

Argentina está en tasas de inflación de entre el 100% y 120% anual a causa de serios desequilibrios macroeconómicos como el elevadísimo déficit fiscal, la emisión monetaria ejercida durante la pandemia -a causa del nulo acceso a los mercados de crédito producto, entre otras cosas, del acuerdo con el FMI-, la falta de dólares producto del mal manejo del superávit comercial, de la guerra que incrementó el costo de la energía y de la sequía que disminuyó las exportaciones un 20%, son algunas de las causas de la alta inflación que azota al país. Es preciso mencionar esto para no caer en un diagnóstico -muy incompleto- a través del cual se explique la elevada inflación como consecuencia del incremento en los beneficios empresariales.

Sin embargo, una cosa no quita la otra. Que la inflación tenga como origen los desequilibrios macroeconómicos no impide que haya sectores que se vean favorecidos.

¿Cómo impacta la elevada inflación en el nivel de vida de la población?

Durante el pasado mes de junio, la inflación ha mostrado un descenso en comparación al mes anterior. El 6% refleja una baja en relación a los meses de marzo, abril y mayo, meses en los cuales, la inflación saltó del 6% a casi el 8%. Si bien el dato muestra una baja, aún el IPC revela una inflación altísima que erosiona día a día el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores.

La inflación ha sido una preocupación constante a lo largo de la historia económica argentina. El aumento sostenido y generalizado de los precios es percibido como un mal general para todo el conjunto de la economía. Esto es parcialmente cierto ya que una persistente y elevada inflación distorsiona la toma de decisiones y lesiona el horizonte temporal de la actividad económica. Es decir, el hecho de no tener previsibilidad a la hora de invertir -desde la compra de mercadería para vender hasta la importación de una gran maquinaria para la producción- dificulta de sobremanera tener certezas -aunque sea mínimas- sobre cuando y como se recuperará la inversión, si es que logra recuperarse. Esta falta de previsibilidad, en muchos casos, posterga decisiones de inversión ya que las vuelve más riesgosas, y en esa postergación, hay puestos de trabajo que no se crean y productos que no salen al mercado.

Durante el primer trimestre de 2023, la inflación castigó fuertemente a los sectores que tienen ingresos no atados a la inflación. En este sentido es necesario remarcar que la inflación no solamente les pega a los trabajadores que cobran un salario -en blanco o en negro- o a los monotributistas que esconden una relación de dependencia. El aumento de precios también impacta de manera negativa en la rentabilidad de muchas PyMEs que no pueden trasladar el ritmo inflacionario a sus productos -mientras los costos sí lo hacen-.

En este sentido, Gambina agregó que “los perdedores son aquellos que no pueden, que no tienen poder para incrementar sus ingresos, en principio trabajadorxs, jubiladxs, perceptores de planes sociales, en rigor, la mayoría de la población. La inflación es un mecanismo de transferencia de ingresos, de la mayoría a los pocos con capacidad de aumentar precios.”

Un empresario PyME de la industria del entretenimiento que se dedica a la realización de eventos y recitales aseguró ante elDiarioAR que “desde principio de año, el valor de las entradas las hemos podido actualizar solamente un 25%. Si bien nuestra rentabilidad no se ve tan afectada como debería, gracias a que tenemos muy buena relación con los proveedores y nos bancan porque estamos todos en la misma, estuvo muy por debajo del incremento de los precios durante este año”. Teniendo en cuenta que la inflación acumulada durante el primer semestre el año fue de 50%, una rentabilidad del 25% quedó atrasada en un porcentaje similar.

¿Además de las empresas que han aumentado su utilidad real, hay algún otro sector que se vea beneficiado por la inflación?
Otro sector favorecido -en parte- económicamente por la inflación es el Gobierno ya que es una manera de reducir las erogaciones reales. Esto quiere decir que si la inflación es del 120% y los gastos del gobierno crecen a un ritmo -por ejemplo- del 100%, se está realizando un ajuste real del 20% sobre el gasto público. Durante el último año, el gasto destinado a la seguridad social cayó entre un 5 y un 9% -jubilaciones, asignación universal por hijo y pensiones-. La reducción real del gasto contribuye al cumplimiento de la meta de déficit fiscal impuesta por el FMI.

Otro punto por el cual la inflación puede favorecer al gobierno es a través de la licuación de pasivos. Esto quiere decir que las deudas tomadas por el gobierno denominadas en moneda local están expuestas a un deterioro real a causa de la inflación. Si hubiese una escalada inflacionaria superior a la tasa de interés pactada entre el gobierno y los tenedores de dicha deuda, la erogación que se debería realizar para el pago de esas obligaciones tendría un menor peso en términos reales.

“El propio gobierno se vio beneficiado con la suba de precios, tengamos en cuenta que la principal recaudación proviene del IVA, un impuesto al consumo que genera el 30% de los ingresos tributarios” sostuvo Gambina.

Si bien la inflación tiene una relación muy estrecha con la emisión de pesos -cuando genera exceso de oferta de la moneda- lo cual le otorga al gobierno una herramienta muy tentadora para financiarse, no todas las consecuencias son positivas para la administración pública.

En economía hay un efecto llamado Olivera-Tanzi que expone que, en contextos de alta inflación, los ingresos tributarios se deterioran más rápido que los gastos. Esto básicamente sucede porque los impuestos se cobran con un rezago en comparación a cuando se devengan -por ejemplo, lo que se paga de IVA cuando se realiza una compra no llega automáticamente a las arcas del Estado-, mientras que los gastos se realizan permanentemente. Este efecto produce un desfinanciamiento real del Estado.

A pesar de que la inflación genere ganadores y perdedores, en el largo plazo, para el conjunto de la economía es un fenómeno negativo ya que distorsiona la toma de decisiones e impide una planificación estratégica de las inversiones. Es por esto que estabilizar la macroeconomía con un programa de desarrollo sostenible se hace imprescindible para mejorar la calidad de vida del conjunto de la población.

IC

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